Marcos Zaragoza no descarta gobernar en La Vila sin un acuerdo de legislatura con Vox

El Partido Popular de La Vila Joiosa dio un golpe de efecto al rescatar para la política local a un viejo conocido como Marcos Zaragoza, un hombre que lo había sido todo en la política local menos alcalde y que ahora, tras unos años en el barbecho del sector privado, ha vuelto para ocupar la más alta responsabilidad de su ciudad.

Dio el Partido Popular un golpe de efecto al apostar por Zaragoza en detrimento de Charo Escrig, a la que muchos daban como la candidata que se mediría a Andreu Verdú este 28M, pero a la que, según se adujo entonces en los mentideros políticos vileros, le lastraba su supuesta cercanía con Jaime Lloret (primer edil 'popular' entre 2008 y 2015).

Sea como fuere, Zaragoza fue el encargado de medirse a un Andreu Verdú que venía de haber gobernado durante las dos últimas legislaturas siendo en las dos ocasiones la fuerza más votada, pero siempre con la necesidad de sumar los apoyos del resto de partidos de izquierdas.

Ahora, tras una noche en la que el 'efecto Zaragoza' dio los frutos esperados, el Partido Popular ha dado un salto enorme ganando cuatro actas respecto a 2019 hasta alcanzar las diez concejalías, sólo un asiento por debajo de la mayoría absoluta, que en el caso de La Vila es de once regidores.

En términos comparativos, el PP ha doblado los votos conseguidos hace cuatro años llegando a las 5.565 papeletas (2.524 más que en 2019) que, aunque son insuficientes para gobernar en solitario, le dejan a Zaragoza ante una perspectiva en la que, incluso, puede optar a intentar ser investido sin un acuerdo de legislatura con los dos concejales de Vox.

Preguntado por esa hipotética alianza con la formación de ultraderecha o un gobierno en solitario pese a estar en minoría, Marcos Zaragoza sólo quiso comentar que «todavía es muy pronto para saberlo».

El más que probable próximo alcalde de La Vila Joiosa, eso sí, no ocultó que lo que el plantea «son gobiernos abiertos para hablar con todos y poder hacer políticas que beneficien a todos», de lo que se puede inferir que podría optar por tratar de sacar adelante la legislatura confiando en llegar a acuerdos puntuales con las distintas formaciones políticas del consistorio vilero, que ha quedado compuesto, además de por los diez ediles del PP y los dos concejales de Vox; por seis representantes del PSPV-PSOE, dos de Compromís y un único miembro de Gent per La Vila. En cualquier caso, Zaragoza se daba aire a sí mismo: «ahora vamos a disfrutar y esta semana veremos cómo podemos hacer esas negociaciones».

La de La Vila era una de las plazas que más dudas podía presentar en la Marina Baixa hasta el inicio del recuento de votos de este 28M. Nadie sabía interpretar hasta dónde iba a poder llegar ese 'efecto Zaragoza' ni el desgaste de Verdú y su equipo de gobierno, por lo que el escrutinio en la localidad jonense, que fue uno de los más rápidos de toda la noche en la comarca, se convirtió en un termómetro perfecto de lo que pasaría poco después.

La victoria del Partido Popular de Marcos Zaragoza fue, por lo tanto, una sorpresa relativa. Preguntado por si esperaba o no este resultado, el ganador de los comicios optó por salirse por la tangente y limitarse a asegurar que en las últimas semanas y meses «hemos trabajado mucho, con serenidad, con sinceridad y con humildad».

Además, Zaragoza aseguraba que «yo lo que quería era un cambio de rumbo para La Vila. Los vecinos han querido que así sea y yo estoy muy contento. Sólo tengo palabras de agradecimiento y de responsabilidad. Ahora toca estar tranquilos, serenos y poder llegar a la alcaldía con sentido común».

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