Finestrat también paraliza la concesión de nuevas licencias a viviendas turísticas

La mayor rentabilidad del alquiler turístico frente al de larga estancia, unida a una demanda creciente, ha provocado que durante los últimos años los principales destinos de la Costa Blanca hayan experimentado un gran auge en este tipo de oferta.

Muchos expertos señalan ahora esta actividad como una de las principales responsables del espectacular y desbocado aumento de los precios de alquiler, algo que ha llevado ya a varios ayuntamientos a tratar de regular esta actividad. El último en hacerlo ha sido el de Finestrat, que ha aprobado en sesión plenaria paralizar la concesión de nuevas licencias hasta elaborar una nueva ordenanza que regule al sector.

Preguntado sobre los motivos que han llevado al equipo de gobierno local a tomar esta decisión, el concejal de Urbanismo de Finestrat, Víctor Llinares, ha reconocido que «por todos es conocida la proliferación de las viviendas en esta zona y los problemas que en algunos casos está suscitando compatibilizar este uso con el residencial».

De esta manera poner orden entre estos dos ámbitos, una línea difusa en estos momentos, es el objetivo que persigue el consistorio. En palabras de Linares se acuerda suspender temporalmente esta emisión de certificados «a fin de estudiar la redacción de una ordenanza que regule de forma concreta en qué zonas y en qué condiciones se van a otorgar de ahora en adelante los certificados de compatibilidad de uso turístico».

Finestrat se suma así a otras localidades de la comarca de la Marina Baixa, una de las más turísticas de todo el litoral alicantino, donde están suspendidas las licencias como Altea, l'Alfàs del Pi o Polop.

Además, el pasado lunes y en Benidorm, el pleno aprobaba asumir las competencias, hasta ahora autonómicas, para inspeccionar estos alojamientos y sancionar a los irregulares; una función que recaerá en la Policía Local y el cuerpo municipal de inspectores.

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