Varios vecinos caminando por la playa hacia Alicante. Elicio Mora

Caminata entre Guardamar y Alicante para salvar las casas de la playa de Babilonia

Los vecinos que participan en la protesta llegarán este viernes a la Subdelegación del Gobierno para tratar de evitar el derribo programado el 15 de septiembre | Defienden que estas viviendas son parte del patrimonio cultural y del modo de vida tradicional

Jueves, 28 de agosto 2025, 20:05

La cuenta atrás para salvar las casitas de la playa de Babilonia, en Guardamar, sigue corriendo, pero los vecinos no están dispuestos a renunciar a la esperanza de conservar este núcleo urbano a pie de playa. Con la mirada puesta en el 15 de septiembre —fecha en la que están previstos los derribos— una decena de residentes ha comenzado este jueves una marcha a pie desde Guardamar hasta la Subdelegación del Gobierno.

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Su objetivo es llegar a mediodía del viernes y reunirse con el subdelegado, Juan Antonio Nieves, para entregarle en mano una petición de audiencia con la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen. Además hay convocada una concentración a las 12 horas.

13 horas de caminata

Este jueves han finalizado su primera etapa tras 13 horas de caminata en las que han vadeado la desembocadura del río Segura tras partir desde Guardamar. El camino les hará recorrer también Santa Pola y Arenales del Sol con la promesa de que la comitiva crezca antes de hacer su entrada en Alicante.

Vecinos como Manuel López, David Renner o Elicio Mora llevan años reclamando que las casas de Babilonia cumplen una función de protección de Guardamar y de la pinada. Además, defienden que los informes prueban que la pérdida de arena frente a sus viviendas no es su responsabilidad, sino consecuencia de las obras en la desembocadura del Segura, que han impedido la llegada de sedimentos al mar, cuando antes tenían más de 70 metros de playa.

Vecinos de Guardamar en su camino a Alicante.

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Esta marcha, que les lleva a recorrer a pie más de 40 kilómetros desde Guardamar hasta Alicante, es «la última bala» para tratar de que el Ministerio retrase el derribo de sus casas. Al mismo tiempo, la Conselleria de Medio Ambiente trabaja contra reloj para declarar estas construcciones como núcleo etnográfico, lo que permitiría su protección al menos de forma cautelar.

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A la ministra también le entregarán una muestra de arena de la desembocadura del Segura. «Esta arena debería estar en nuestra playa y no acumulada poniendo en peligro el puerto y actividades como la escuela de vela», explica el presidente de la asociación de vecinos, Manuel López. El dirigente insiste en que la Dirección General de Costas ocultó información en el procedimiento, cuando existe documentación que acredita que la construcción del espigón en la desembocadura es la causante de la desaparición de la playa. Por ello reclaman que se paralice el derribo.

Entre quienes caminan está el joven David Renner, que a principios del verano inició una campaña en redes sociales para dar a conocer la problemática de las casas de Babilonia. Este influencer se ha bañado todos los días en la playa en una cuenta atrás hacia el derribo de la que ha sido su vivienda familiar desde hace décadas. «Hay miles de casas construidas en primera línea. No entendemos por qué nos tiene que tocar a nosotros, cuando además son edificios con más de 100 años de historia», denuncia Renner, que asegura mantener la esperanza de frenar la demolición.

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De la misma opinión es Elicio Mora, otro joven de 25 años cuya familia adquirió la casa en los años 50. Desde entonces pasan prácticamente medio año en la vivienda. «Si se derrumban las casas se perdería la protección física que hacen de la pinada de Guardamar y del propio pueblo», afirma. De hecho, explica que en aquellas zonas donde ya se han derribado casas se ve cómo el mar penetra cada vez más en la pinada y la arena retrocede.

Pero los vecinos coinciden en que no es solo esa función de protección la que desaparecería, sino también una forma de entender el verano muy particular. «Se perderían esas costumbres que ya quedan en muy pocos sitios de España y que deberían protegerse como patrimonio cultural: una manera de vivir que ya no se ve en ningún lado, salir a la calle con las sillas de plástico, pasar la noche comiendo pipas con los amigos de toda la vida que son casi familia», recuerda Elicio Mora.

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Desde la asociación vecinal han hecho un llamamiento a la ciudadanía para unirse a la marcha, que este jueves por la noche descansa en El Altet y el viernes reanudará su recorrido hacia la plaza de la Montañeta en Alicante. «Para que defiendan las casas de la playa de Babilonia y las de tantos otros ejemplos de nuestra geografía, de gentes que aún viven con las puertas abiertas y son la fachada marítima tradicional que nos otorga identidad y modo de vida propio», han expresado en un comunicado. Durante las jornadas, David Renner también ha retransmitido la marcha en directo a través de sus redes sociales.

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