Munilla reparte tortas como panes

El obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla, ha pronunciado una homilía en Santa Faz como hace años que no se escuchaba. Es un hombre de fe, defensor de sus principios hasta el final.

No le importa la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, o igual por eso, Munilla se dirigió al pueblo alicantino.

Ha pedido a la Faz Divina pan, pero como acrónimo de Paz, Agua y Natalidad. Sobre estos tres pivotes ha articulado su homilía.

La paz en el conflicto de Ucrania, que más de un año después todavía conmociona al mundo. Y ha recordado la labor del Papa Francisco por conseguirla.

Respecto al agua, de la que tan necesitada está la provincia por la sequía y por el recorte del Trasvase Tajo-Segura, también ha lanzado un mensaje. Porque Munilla se ha dirigido a los políticos en general para pedirles gestionar el agua «como una familia, en la que se reparte».

También, ante la sequía, ha pedido responsabilidad al pueblo alicantino a la hora de usar este recurso. De hecho, las autoridades ya admiten la posibilidad de recortes en el uso agrícola en junio si no hay lluvias.

Por último, ha reclamado hacer una «inflexión cultural en favor de la vida» porque «nunca ha habido en la historia un inclusive de natalidad tan bajo», se ha lamentado.

La llegada de inmigrantes ha permitido que haya más niños, de esta manera se ha evitado que los índices «sean más dramáticos».

Pidió «suscitar modelos laborales que faciliten la conciliación», a la vez que ha criticado el «modelo de felicidad falso, que no tiene que ver con la paternidad», en relación a las últimas polémicas en redes sociales y con la gestación subrogada.

Por supuesto, Munilla no dudó en criticar la «supuesta matanza de no nacidos», sobre el aborto, una de sus grandes preocupaciones.

«Es el suicidio de una civilización», ha expresado Munilla ante una de las comitivas oficiales más importantes de la legislatura ante la inminencia electoral.

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