Las Escuelas de Verano Municipales dan cobertura a medio millar de menores en situación vulnerable
Este programa de actividades educativas, lúdicas y sociales se desarrolla con carácter gratuito en seis colegios y dos centros comunitarios
Un total de 500 niños y adolescentes, procedentes de familias en situación de vulnerabilidad, participan este mes de julio en las Escuelas de Verano Municipales de Alicante. El programa, gratuito y con comedor incluido, ofrece una alternativa educativa, lúdica y social durante las vacaciones escolares, con el objetivo de atender las necesidades de menores de entre 3 y 17 años. Además, se reservan plazas específicas para niños con necesidades educativas especiales.
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El alcalde, Luis Barcala, ha visitado este miércoles una de estas escuelas, ubicada en el CEIP Óscar Esplá, acompañado por la concejala de Bienestar Social, Begoña León. En este centro se atiende a 85 menores: 15 de entre tres y cinco años, y otros 70 de entre seis y doce. Durante la jornada, los pequeños participan en actividades adaptadas a sus edades, con juegos de agua, dinámicas recreativas, talleres y espacios de convivencia pensados para reforzar su desarrollo y ofrecer un entorno seguro.
Las Escuelas de Verano están repartidas en siete centros escolares y comunitarios: Mora Puchol, San Roque, Azorín, Óscar Esplá, Lucentum, Gloria Fuertes y los centros sociales Felicidad Sánchez y Gastón Castelló. El horario general es de 9.00 a 14.00 horas, aunque algunos centros amplían la entrada desde las 8.00 para facilitar la conciliación familiar.
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Uno de los pilares del programa es el refuerzo alimentario. Cada día, los menores reciben un menú equilibrado y envasado al vacío para su consumo en casa. Esta medida busca garantizar una dieta saludable y evitar situaciones de desnutrición o déficit nutricional durante las vacaciones, cuando algunos hogares no pueden asegurar una comida completa al día.
Barcala ha destacado el papel que cumplen estas escuelas en el mapa de recursos municipales: «Son una herramienta clave para el apoyo educativo y social de los menores más vulnerables, ofreciendo un espacio donde aprender, jugar y crecer en un ambiente inclusivo y enriquecedor, en sintonía con los principios de igualdad de oportunidades y cohesión social». El alcalde también ha subrayado la importancia del programa como mecanismo de detección temprana: «Responden también a la necesidad de identificar posibles situaciones de riesgo que puedan afectar al desarrollo personal de los menores participantes».
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Estas actividades estivales dan continuidad al trabajo que se realiza durante todo el año desde los centros municipales de atención a la infancia, con un enfoque integral que combina la intervención educativa con el acompañamiento social a las familias.
En un verano marcado por el repunte de la demanda de ayuda social y los efectos persistentes de la precariedad en muchos hogares alicantinos, las Escuelas de Verano se consolidan como uno de los recursos más valorados por las familias. Además de aliviar la carga económica, permiten que los menores sigan vinculados a rutinas educativas y espacios de socialización, más allá del calendario escolar.
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