Allegados al alicantino desaparecido en Bélgica planean una protesta para reclamar apoyo de la Administración

El alicantino Antonio García Moreno sigue desaparecido en Bélgica. Todavía no hay noticias sobre este vecino del barrio del Cementerio de Alicante, a quien se le perdió el rastro el pasado 26 de julio, cuando se le perdió la pista en el Aeropuerto Internacional de Ostende en Brujas. Sus conocidos ya se han puesto en contacto con la embajada española en el país belga y se hallan inmersos en los trámites burocráticos necesarios para conseguir que avance el caso, según indican fuentes del entorno familiar.

Además, desde la Fundación Secretariado Gitano están planteándose llevar a cabo una manifestación en el barrio en el que residía para recabar apoyos entre la administración que hagan posible mejorar las búsqueda del desaparecido, según informa la asociación.

La familia de Antonio García sigue rogando por él y deseando poder volver a abrazar a su familiar. El pasado 25 de julio el alicantino iba a regresar a España después de un mes en el que permaneció junto a una hermana residente en Bélgica. Una vez que no hubo noticias de su llegada, se empezó con las labores de búsqueda, averiguando que fue bajado del avión tras un incidente y a partir de ahí no se supo más de él.

Antonio García tiene 58 años, es diabético y se halla en estos momentos sin dinero, pues los familiares aseguran que no hay movimiento en sus cuentas, y sin teléfono que pueda servir para localizarlo. «No sabemos si lo perdió o se lo quitaron las autoridades», afirma su hermana Angustias. Toda la familia y los vecinos del barrio se encuentran muy afectados y preocupados por la situación de Antonio, «solo pido que Dios nos lo devuelva», comenta la hermana entre lágrimas.

Además, el ciudadano se encuentra sin insulina, lo que puede provocarle graves problemas. «En Bélgica no se la proporcionaron al no estar empadronado», declara Angustias. La falta del medicamento pudo estar entre las causas del incidente causado en el avión, donde se quedó sin ropa, y obligó a las autoridades belgas a bajarlo del transporte.

Antonio y Angustias cuentan con otra hermana en Bélgica, donde el desaparecido estuvo un mes intentando hacer vida allí. Ella sale todos los días a buscarlo, acompañada de su marido, una vez ha terminado de trabajar, y está colocando carteles por toda la ciudad. De Antonio no ha habido noticias ni en hospitales ni en ninguna comisaría, según indica la familia.

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