Sofisticado sistema de vigilancia para un cultivo ilegal de marihuana en Onil
La Guardia Civil ha incautado 382 plantas de marihuana, 3,2 kg de cogollos, y ha detenido a los tres responsables de la plantación
Una organización criminal dedicada al cultivo y tráfico de droga en Onil se valió de un sofisticado sistema de videovigilancia para mantener una plantación ilegal de marihuana fuera del radar de las autoridades durante años. El enganche ilegal a la red eléctrica para suministrar de energía a este tanto a este sistema como a la propia plantación ha ocasionado pérdidas estimadas en 35.000 euros a la compañía suministradora.
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La Guardia Civil ha detenido a tres varones, de entre 27 y 31 años, como presuntos de esta trama, a quienes se les imputan delitos contra la salud pública por cultivo y tráfico de drogas, delito de defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal.
En el registro se intervinieron 382 plantas de marihuana, 3,2 kilogramos de cogollos de la misma sustancia, 1.090 euros en efectivo, dispositivos de telefonía móvil y material para el sistema eléctrico, climatización, riego e iluminación destinado al cultivo.
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Las pesquisas, iniciadas a comienzos de este año, permitieron localizar una vivienda unifamiliar situada en una partida rural de Onil que era utilizada para el cultivo intensivo de plantas de marihuana.
Enganche ilegal
En el interior se detectó un enganche ilegal a la acometida eléctrica, que abastecía distintas estancias acondicionadas con sistemas de iluminación, riego con fertilizantes y climatización, diseñados para mantener condiciones óptimas y permitir varios ciclos productivos al año.
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Durante la entrada realizada en la parcela, dos de los investigados salieron corriendo de la vivienda, saltaron a una parcela colindante y se ocultaron hasta que fueron localizados y detenidos
Las investigaciones revelaron que el inmueble estaba siendo utilizado desde 2019, año en que fue adquirido mediante terceras personas. Además de servir como lugar de cultivo, la vivienda era residencia habitual de al menos dos miembros de la organización, quienes permanecían allí para realizar labores de mantenimiento y vigilancia frente a posibles robos.
La producción se organizaba en varias fases, con capacidad para cuatro o cinco cosechas anuales. Los cogollos obtenidos eran transportados en vehículos para su envío internacional con destino a otros países europeos.
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El 16 de julio, una vez recabadas las pruebas suficientes, se llevó a cabo una entrada y registro en la vivienda con apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) de Alicante. En la actuación se procedió a la detención de los tres investigados, dos de los cuales, al intentar huir campo a través, salieron corriendo de la vivienda, saltaron a una parcela colindante y se ocultaron hasta que fueron localizados y detenidos.
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