Los estímulos lumínicos influyen en la fijación de los ritmos circadianos, responsables de indicar cuándo dormir y despertar. TA

El horario de invierno es más beneficioso en Alicante: así lo aseguran los expertos

Consideran que acabar con el cambio de hora podría prevenir efectos adversos a la falta de adaptación, como la irritabilidad o la sensación de fatiga

Pau Sellés

Alicante

Sábado, 25 de octubre 2025, 12:30

Hace años era común que todos nos marcáramos a fuego en nuestra mente el día en que debíamos adelantar o retrasar la hora de nuestro reloj. Esa práctica se ha ido perdiendo con el tiempo, y no porque hayamos definido un horario unívoco, sino porque ya son pocos los que utilizan reloj y la mayoría de dispositivos cambian la hora automáticamente. Lo que no cambia son los efectos (algunos lo comparan con el jet lag) que causa el cambio horario en el organismo.

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A partir de este domingo entraremos en el horario de invierno. A las 3 serán las 2, una buena noticia para los que vayan a trasnochar ese día. Pero más allá de los parciales efectos positivos de esa medida, ¿nos favorece más el horario de invierno o el de verano? Y ¿deberíamos dejar atrás esta costumbre para establecer un horario único para todo el año?

Hace unos días, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se pronunciaba a este respecto; una postura que parece estar respaldada por la Comisión Europea. Los profesionales de la salud también se muestran partidarios de esta medida, y para ello se decantan por el horario invernal como el más beneficioso para nuestro organismo.

¿Cómo funciona el reloj biológico?

Así lo considera el doctor Eusebi Chiner, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital de Sant Joan d'Alacant, quien explica de esta forma cómo se establecen nuestras horas de descanso: «El cuerpo humano funciona según un reloj biológico que regula las principales funciones vitales, entre ellas la secreción hormonal, los niveles de cortisol y la producción de melatonina, la hormona del sueño. Este sistema, influido por los estímulos lumínicos, es el encargado de mantener los ritmos circadianos, responsables de indicar cuándo dormir, cuándo despertar y de generar sensaciones de somnolencia en distintos momentos del día».

Los cambios que se producen en este reloj interno fruto del cambio horario pueden alterar estas funciones y generar diversos síntomas. «Irritabilidad, cansancio, sensación de fatiga o alteraciones en el sueño son algunas de las consecuencias más frecuentes; efectos que algunos asemejan a sufrir un jet lag leve, y que suelen desaparecer tras una semana», explica el doctor Chiner.

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«El cuerpo humano funciona según un reloj biológico que regula las principales funciones vitales. Este sistema, influido por los estímulos lumínicos, es el encargado de mantener los ritmos circadianos, responsables de indicar cuándo dormir, cuándo despertar y de generar sensaciones de somnolencia»

Eusebi Chiner

Responsable de la Unidad del Sueño del Hospital de Sant Joan d'Alacant

Algunos de estos efectos están relacionados con la alteración de la melatonina y la serotonina, hormonas relacionadas con el sueño y el estado de ánimo, y cuyas perturbaciones pueden acarrear irritabilidad o sensación de cansancio.

Optar por un horario único podría evitar estos efectos adversos, y el invernal parece ser el más recomendable. «Se ajusta mejor al ritmo fisiológico humano, puesto que se aproxima más al horario solar», asevera el también jefe del Servicio de Neumología del hospital alicantino. «Aunque el horario de verano proporciona más horas de luz vespertina y se percibe como más lúdico, el de invierno favorece una mejor adaptación del organismo: al anochecer antes, se tiende a recogerse, cenar y dormir más temprano, lo que facilita la conciliación del sueño y mejora el descanso».

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Recomendaciones

Para facilitar la transición entre un horario y otro, el facultativo recomienda mantener las rutinas habituales y no obsesionarse con la diferencia horaria. «Lo más aconsejable es seguir los mismos horarios de trabajo y descanso, realizar cenas ligeras, evitar sedantes o pastillas para dormir y procurar una exposición adecuada a la luz natural durante el día. De este modo, el organismo restablece de forma natural su equilibrio interno».

Además, la ubicación geográfica de la provincia alicantina también decanta la balanza en favor del horario invernal. «Al estar localizados en la zona de Levante, amanece más temprano que en Poniente. Eso hace que el día se nos acorte, pero podemos aprovechar mejor esas horas de luz que en otros lugares donde amanece más tarde».

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