Mazón rompe la unidad de la izquierda tras su pacto con Compromís
El PSPV carga contra sus todavía socios de gobierno por repartirse la Mesa de Les Corts con «los aliados de la ultraderecha»
La «jugada maestra», como la definió Vicent Marzà, de Carlos Mazón por la que cedió votos del Partido Popular para que Compromís entrara en la Mesa de Les Corts en lugar del PSPV traerá consecuencias. Por lo pronto, la unidad de la oposición en la izquierda del Parlamento autonómico nace tocada y todavía quedan dos semanas del Consell en funciones.
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El Partido Popular le cedió 18 votos a la candidata de Compromís, María Josep Amigó, en la sesión de constitución de la XI Legislatura de Les Corts para que ocupara la vicesecretaría segunda de la Mesa en lugar de la consellera alicantina de Innovación Josefina Bueno. Compromís quiere negar que hubiera un pacto con los populares para arrebatarle al PSPV un puesto. «No hay ningún acuerdo. Si hubiera un acuerdo, habría una cuestión a cambio», dijo el exconseller de Educación para intentar quitarse la etiqueta.
Mazón les pidió su abstención en la sesión de investidura, aunque no se esperaba que Compromís entrara por ahí, por supuesto. Ese «cambio» del que hablaba Marzà quedará por ver, si es que lo hay. Lo único cierto es que PP y Compromís han abierto una línea de diálogo bilateral en Les Corts. «Ha habido conversaciones y las seguirá habiendo», ha reconocido el presidente del PPCV.
Porque el nuevo presidente del Consell 'in pectore' es muy pragmático. No cree en los «cordones sanitarios» y no tiene ambages en pactar con Compromís. Que se lo pregunten al nuevo diputado autonómico Gerard Fullana, con quien ha cerrado todos los presupuestos de la Diputación de Alicante la última legislatura.
El único cambio que quiere, por ahora, Mazón es mantener abierta esta línea de diálogo. Algo a lo que Compromís ya ha entrado, quieran o no. Una posición muy diferente a la que mantiene el PSPV, quien se hace el fuerte. Los socialistas pretenden liderar la oposición a los populares, mientras que parece que los nacionalistas se centrarán más en Vox.
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El PSPV muestra una línea dura. De ahí las reticencias a adelantar la investidura de Carlos Mazón por mucho que la pida el candidato del Partido Popular. Si fuera por la línea oficial, el debate caería justo en elecciones, mientras que otros miembros del partido apuestan por pasar página cuanto antes, centrarse en las elecciones y en el relevo de Ximo Puig al frente de la organización.
Mientras tanto, los socialistas ya han comenzado a distanciarse de Compromís. El acuerdo entre los nacionalistas y los populares les ha permitido marcar diferencias y acusar al grupo de Baldoví de llegar a acuerdos con «los aliados de la ultraderecha».
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La convivencia en el Consell no ha sido fácil, especialmente los últimos cuatro años. Temas como las instalaciones fotovoltaicas han provocado choques en el gobierno valenciano por el confuso mestizaje propio del Botànic, donde se intercambiaban los mandos de uno u otro partido según los escalones.
Ahora, lo que está en juego ya no es la estabilidad del Consell, cosa que le tocará a Mazón, sino presentarse como la fuerza de la izquierda. Algo que a nivel nacional es lo que intenta el PSOE con Sumar, una vez eliminado Podemos. Un escenario que se traslada a la Comunitat Valenciana y que supone, ya, el siguiente triunfo de Mazón.
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