Carlos Mazón, en su comparecencia en el Palau. Efe

Mazón formaliza su renuncia a la presidencia de la Generalitat

El presidente abandona el cargo, aunque se mantiene como diputado, sin convocar elecciones | Los populares intentarán que su síndic y secretario general, Juanfran Pérez, le suceda aunque necesita el apoyo de Vox

Lunes, 3 de noviembre 2025, 09:30

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha dejado su cargo al frente del Consell después de un año de la catrastrófica dana que causó 229 muertos en la provincia de Valencia, después de muchas presiones sociales y políticas, también desde su propio partido. Mazón ha registrado a las 15.24 horas de este lunes en Les Corts su renuncia al cargo de jefe del Consell, seis horas después de haberlo anunciado en una comparecencia pública.

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«De acuerdo con lo establecido en el artículo 27 del Estatuto de Autonomía y en el artículo 8.d) de la Ley 5/83, de 30 de diciembre, del Gobierno Valenciano, renuncio al cargo de President de la Generalitat, para que quede constancia ante estas Corts», reza el escrito presentado por registro de entrada.

Mazón continuará todavía como presidente hasta que el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) publique la renuncia. De hecho, este martes presidirá el pleno del Consell que se celebra en Alicante. A partir de la publicación, comenzará a contar los plazos para elegir nuevo presidente o ir a elecciones.

La tardanza en presentar la renuncia ha provocado cierto nerviosismo y críticas de la oposición. También un poco de desconcierto después de un fin de semana de intensas negociaciones directamente entre Mazón y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Mazón se va de presidente, pero continúa como diputado y no convoca elecciones. Deja la Generalitat Valenciana en manos de Vox, que tendrá que validar a su sucesor.

El secretario general del PPCV y síndic popular en Les Corts, Juanfran Pérez, será quien se postule como sucesor. Pero deberá obtener el voto afirmativo de los 13 diputados de Vox (no cuenta la abstención), lo que obliga a un nuevo acuerdo. Unas nuevas negociaciones que dependen solo de la estrategia nacional de Santiago Abascal, por mucho que Juanfran Pérez haya sido el valedor de todas las negociaciones por ahora con los voxistas.

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Vox ya ha dejado caer el gobierno popular de Extremadura, lo que ha llevado a su presidenta, María Guardiola, a convocar elecciones el 21 de diciembre. La incógnita es si Abascal quiere ir también a las urnas en la Comunitat Valenciana, sabiendo que las encuestas le dan un enorme avance.

Por eso, Mazón ha llamado a la «mayoría» política en Les Corts a que continúen el programa de gobierno que hasta ahora había mantenido el alicantino. «Apelo a esa mayoría para elegir nuevo presidente de la Generalitat», ha insistido.

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«Ya no puedo más»

«Por voluntad personal, hubiera dimitido hace tiempo», ha reconocido Mazón, pero se ha tomado la reconstrucción como un objetivo. «Pero ya no puedo más», ha sentenciado.

El proceso de relevo

Una vez que se publique en el DOGV la dimisión del presidente de la Generalitat, se abre un período de 12 días para que los grupos políticos presenten candidatos, que deberán ser diputados autonómicos, al contrario que en el Congreso de los Diputados. A partir de entonces, la presidenta de la Cámara, Llanos Massó, tendrá que hacer una ronda con los partidos para presentar ella un candidato, que se someterá a un pleno de investidura.

Aquí es necesaria la mayoría absoluta de la Cámara, que la forman 99 diputados. De no obtener el respaldo absoluto, pasaría a una segunda votación con mayoría simple (más síes que noes, por lo que es necesario los votos afirmativos de Vox). De no salir en esta ocasión, se disolverían Les Corts y se iría a elecciones autonómicas. Todo este proceso podría durar meses, en los que Mazón aún seguiría como presidente interino de la Generalitat Valenciana. Por tanto, aforado. Condición que mantendría en caso de que Pérez Llorca continúe como presidente de la Generalitat, al no disolverse la Cámara y seguir Mazón con su escaño.

«Hoy es el primer día, como excepción, que haré referencia a mi persona», ha reconocido Mazón en su comparecencia en el Palau de la Generalitat. Asegura que lleva reflexionando un año, desde la riada, y solo ahora ha decidido «reconocer errores» propios como «dejar que se infundan bulos por no dar las explicaciones correctas»; «no declarar la emergencia nacional, porque el Gobierno nos dijo que no supondrían más medios» . Pero, sobre todo, «mantener la agenda ese día», su comida con la periodista Maribel Vilaplana y su tardanza en llegar al Cecopi. Le faltó «visión política», ha admitido.

Insiste, sin embargo, en que «nunca supimos» el desbordamiento del «barranco mortal» del Poyo y que había fallecidos «hasta la madrugada del día 30» y la «magnitud de la tragedia». Continúa con su argumento contra la falta de información el 29 de octubre y la falta de ayuda gubernamental las siguientes jornadas.

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«El ruido alrededor de mi persona es la excusa perfecta para no hablar de la actitud del Gobierno», ha sido una de las razones de Mazón para abandonar el cargo. También se ha referido a la falta de «ánimo» personal y familiar, que han aguantado «hasta hoy».

Espera que, con el tiempo, se distinga «a un hombre que se ha equivocado de una mala persona».

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