Carlos Mazón: dos años, dos legislaturas
El presidente de la Generalitat Valenciana cumple hoy, 13 de julio, dos años desde que fue investido para el cargo | Todo cambió para todos desde aquel fatídico 29 de octubre de 2024
Este domingo se cumplen dos años exactamente desde que Les Corts Valencianes invistieran a Carlos Mazón Guixot como presidente de la Generalitat Valenciana, con lo que formalmente se cumple la mitad de la legislatura. Aunque eso es lo de menos, porque todo el mundo es consciente de que la historia cambió el martes 29 de octubre de 2024, cuando una riada histórica inundó la provincia de Valencia, llevándose 228 vidas y dejando asolados casi un centenar de municipios. La peor tragedia por causas naturales en la historia de la Comunitat Valenciana.
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Ya nada fue igual para nadie. Por supuesto, ni para las familias de las víctimas ni para miles de personas que perdieron casa, coche o trabajo. Siempre deben ser ellos a quienes primero se les tenga en cuenta.
Pero tampoco para Carlos Mazón, ni sus consellers, ni el Partido Popular de la Comunitat Valenciana. Días antes de la catástrofe se hablaban entre bambalinas de otras cosas. El jefe del Consell reinaba con mando en plaza. Las bajadas de impuestos que había prometido se habían cumplido, la estrategia iba viento en popa y, sobre todo, el proyecto de educación infantil público de 0 a 3 años le había ganar muchos enteros. Eran tiempo de alabanza. Por tanto, las preguntas eran otras: ¿Era posible una mayoria absoluta del Partido Popular en la Comunitat Valenciana? ¿Miraba Mazón más allá de las Torres de Serrano? Hoy en día parecen elucubraciones de mentes descentradas.
Lo más malidicentes han hecho creer desde hace tiempo que este día, dos años después de la investidura, lo tenía señalado en rojo el alicantino en el calendario. Según el Estatuto de los Expresidentes de la Generalitat Valenciana, Mazón ya es miembro nato del Consell Jurídic Consiltiu los próximos dos años y se asegura un sueldo público de 75.000 euros en este periodo. La ley le asegura en todo caso dos asesores, un local, un coche oficial y chófer vitalicios.
La teoría de la izquierda es que Mazón iba a aguantar como sea hasta llegar a esta fecha. Ya está aquí. Pero, o mucho nos equivocamos, o el presidente de la Generalitat Valenciana no presentará su dimisión el lunes. Tampoco el martes.
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Al contrario. Si ha llegado hasta aquí, estará convencido de que, al menos, también podrá hacerlo hasta 2027. Y entonces ya se verá. Es el envés del 'Manual de Resistencia' de Pedro Sánchez.
Motivos tiene para pensarlo. Los focos que casi le ciegan los últimos meses se han apartado en dirección a la Moncloa. Ha perdido margen de maniobra en la Comunitat sí, donde cada salida a la calle es muy complicada en cualquier provincia. También en Alicante. Y para un tipo como Mazón, cuyo fuerte es la calle y el contacto personal, ha sido muy duro. Estoy convencido de que su ausencia en la Santa Faz fue un puñal en el corazón. Pero la asfixia mediática ya no le llega al cuello.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, le dio tiempo y vuelo hace poco más de un mes en Alicante, tierra de Mazón y donde se montó un acto a lo grande con más de un millar de personas. Fue el día antes que se conociera el informe de la UCO sobre Santos Cerdán. Cierre de filas del gallego, como buen torero, templando y midiendo los tiempos.
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Ahora Mazón se ve respaldado por Génova. No solo por su gran apoyo, amiga y madrina política Macarena Montesinos, fiel e inquebrantable. La alicantina ha sido la mano derecha de Miguel Tellado en el Congreso de los Diputados y, tras el ascenso del gallego, se mantiene como secretaria general del Grupo Popular en la Cámara Baja.
A través de ella, o con ella mejor dicho, ha tejido alianzas con el nuevo secretario general del Partido Popular. Dan a entender que Tellado respaldará a Mazón si se dan las circunstancias en su momento, pero también es verdad que será una decisión única y personal de Alberto Núñez Feijóo. Y para cuando haya que tomarla, el líder popular espera ser ya presidente del Gobierno.
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Esta circunstancia no es la única, puesto que la causa judicial sigue viva, pero quizás sí la más importante en los dos años que ahora restan de legislatura. Y no otra. El propio Mazón se comprometió a no repetir si no lograba la reconstrucción de Valencia. Todavía no ha pasado un año de aquello. Ahí fue cuando empezó la segunda parte de la legislatura del jefe del Consell y no hoy.
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