El Hércules sabrá mañana si le cierran el Rico Pérez por la invasión de los encapuchados
El club confía en que la sanción sólo sea económica para no tener que buscar otra instalación para el partido de este domingo ante el Saguntino
La invasión del césped del Rico Pérez por parte de aficionados encapuchados al término del partido ante el Alzira le puede costar al Hércules el cierre de su estadio. El Comité de Competición de la Federación Española decidirá mañana miércoles sobre el asunto y, si no hay cierre, sí que está garantizada la multa económica por unos hechos gravísimos que dieron la vuelta a España.
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En la redacción del acta, el colegiado Pérez Guimera explicó con todo detalle lo sucedido: «Al término del partido, unos aficionados de un sector de la grada que portaban emblemas propios del Hércules, entraron al terreno de juego con capuchas y pasamontañas, con clara intención de ir hacia donde nos encontrábamos jugadores y árbitros, nos fuimos a vestuarios rápidamente para evitar que llegarán hasta nosotros, teniendo que intervenir las fuerzas de orden público para controlar la situación como así fue, sin mayores incidentes».
El Hércules confía en que este último matiz, en el que el árbitro deja constancia de que los incidentes finalmente no pasaron a mayores porque no resultó nadie agredido, resulte determinante para no cerrar el Rico Pérez y que la sanción sea únicamente económica.
Pero si el Comité de Competición estima que los hechos son lo suficientemente graves como para impedir al Hércules hacer uso de su estadio, el club debería de gestionar a toda prisa otra instalación teniendo en cuenta que el domingo a las 12:00 horas debe recibir, de nuevo en Alicante, al Atlético Saguntino.
Con su derrota ante el Alzira (0-1), el equipo de Lolo Escobar se despidió definitivamente de sus posibilidades por jugar la promoción de ascenso y ahora no debe dejarse llevar en los dos partidos que quedan (ante el Saguntino y el Ibiza Islas Pitiusas) ya que la amenaza de caer a la plaza de eliminatoria de descenso es real.
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El batacazo del domingo provocó la reacción airada de al menos medio millar de seguidores, que esperaron a los futbolistas, técnicos y dirigentes a la salida del Rico Pérez para increparles. La presencia de la Policía Nacional fue necesaria para que estos altercados no pasaran a mayores. Antes del partido, la plataforma «Podemos Recuperarlo» encabezó una marcha multitudinaria hacia el estadio en la que se pedía, una vez más, la salida de Enrique Ortiz, dueño del Hércules desde hace más de 20 años.
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