Carlos Alarcia
FUNDESEM BUSINESS SCHOOL

Carlos Alarcia: «Todos los actos de la vida tienen un componente tributario, por eso hay que conocer los impuestos»

El director del Máster de Formación Permanente en Asesoría Fiscal de Empresas habla de todo lo que puede aportar este programa a quien lo cursa

Martes, 22 de octubre 2024, 10:21

Cualquiera ha necesitado en algún momento de su vida a un profesional de la asesoría fiscal. Un mundo tan cambiante como el actual en el plano tributario exige de los contribuyentes que estén alerta ante la gestión de su patrimonio. Por esa razón, la figura del fiscalista es indispensable.

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En Fundesem Business School son muy conscientes de esta realidad, y por eso ofrecen entre su oferta de estudios el Máster de Formación Permanente en Asesoría Fiscal de Empresas (MAFE), que brinda una visión integral de la realidad tributaria, jurídica y empresarial.

Hablamos con su director, Carlos Alarcia, quien explica que las dos grandes claves para ser un buen fiscalista son la experiencia y el conocimiento. Como dice, «la experiencia te la dan los años y el conocimiento te lo otorga cursar el Máster de Formación Permanente en Asesoría Fiscal de Empresas en Fundesem».

-En primer lugar, cuéntame a grandes rasgos qué se llevará consigo la persona que curse este máster.

-Lo primero, conocimientos, muchos conocimientos fundamentalmente prácticos. Pero no saldrán sabiéndolo todo al 100%, ya que el alumno tendrá que seguir aprendiendo fuera del máster, y más en un mundo tributario tan cambiante. Además, quiero que los profesores trasladen al alumno la fiscalidad de los problemas cotidianos y la manera de resolverlos. La teoría la dejamos en el ámbito educativo previo. Practicidad es la palabra clave de este máster. Y en segundo lugar, por la experiencia de muchos años dando clase en el Máster de Fiscalidad de Fundesem, se creará a lo largo del curso una relación personal-profesional entre los propios alumnos y entre alumnos y profesores. Para los alumnos, el máster es una forma de exponerse ante profesores de grandes despachos donde pueden acabar trabajando.

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-Entre las empresas colaboradoras del máster están Cuatrecasas, Garrigues, PwC y Deloitte, despachos y empresas de primer nivel. ¿Qué aportan al máster?

-Todos sin excepción son grandes despachos con grandísimos profesionales en su haber que tienen una dilatada experiencia en los problemas tributarios del día a día y en la resolución de los mismos. Van a transmitir a los alumnos, desde un punto eminentemente práctico, casos reales y su previsible solución, y digo previsible porque hoy en día el mundo tributario es un deporte de riesgo.

-En muchas ocasiones la gente desconoce completamente la lógica de todos los impuestos que paga. ¿Por qué es tan importante conocer a fondo la fiscalidad de nuestro país?

-Los impuestos unas veces son lógicos y otras veces no tanto. Lo ideal sería que fuesen justos, pero de justicia o injusticia, como decía un gran amigo mío, podemos estar toda la vida hablando. El caso es que forman parte de nuestra vida diaria, duermen con nosotros. Hoy en día, todos o casi todos los actos de la vida misma tienen un componente tributario. Pensemos en casarnos, arrejuntarnos, separarnos, divorciarnos, en comprar o vender un inmueble o un vehículo, en crear una sociedad, en pedir un préstamo, en tener hijos… Podemos describir mil actos del día a día y siempre habrá un componente fiscal en el que la parte tributaria será necesaria para tomar una decisión, ya sea para tirar hacia adelante o para frenar. Es un factor, el tributario, a tener en cuenta, y en muchas ocasiones decisivo. Por eso hay que conocerlo.

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-¿Qué tipo de perfil es el indicado para cursar este máster?

-Hay tres tipos de alumnos. Los recién graduados universitarios a quienes les gusta este mundillo fiscal y quieren dedicarse al asesoramiento tributario; los profesionales de este ámbito que, tras unos años trabajando en el mismo, quieren reciclarse, dado el continuo vaivén de cambios de normativa, consultas, resoluciones y sentencias; y, por último, los profesionales o trabajadores de empresas cuyo área de influencia en la misma es la fiscal y financiera, y que buscan mejorar y reciclarse, pero específicamente en el sector económico de su empresa.

-Háblame del claustro de profesores, que, si no me equivoco, está formado por profesionales de primer nivel.

-Todos son grandes profesionales del ámbito tributario, y con las dos características más importantes que debe tener un profesor: experiencia y conocimiento. La experiencia la dan los años, y hasta algún profesor fue hace tiempo alumno del MAFE. Por otro lado, el conocimiento lo han ido logrando con el paso del tiempo. Además, tienen experiencia formando alumnos, ya que muchos son reincidentes en el MAFE de Fundesem-Universidad Europea.

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-El máster sirve para aprender a generar estrategias de planificación fiscal. ¿Cuáles son las principales claves de esa creación de una planificación fiscal óptima?

-Siempre he dicho que los abogados litigadores se llevan las palmaditas en la espalda si ganan los pleitos, que también hay que ganarlos; pero lo ideal es siempre hacer una labor previsora y planificadora para evitar que llegue el pleito. Los planificadores nunca nos llevamos las palmadas. Para planificar fiscalmente una operación hay que conocer al dedillo la normativa aplicable a todos los impuestos que puedan entrar en juego en dicha operación, pero no solo eso, también hay que conocer la doctrina y jurisprudencia aplicable, y si tienes experiencia en el trato con la Administración Tributaria, saber cómo actúan y piensan. En definitiva, fijar el objetivo final y poner en marcha la experiencia y conocimientos tributarios para llegar a buen puerto. Ah, se me olvidaba: y un poquito de suerte también hace falta. Como he dicho al principio, el tributario es un deporte de riesgo. Lo que hoy, según la Ley, es blanco, mañana la Agencia Tributaria interpreta que es rojo, y es la misma Ley; y por último llega el Alto Tribunal y dice que no es ni blanco ni rojo, y es la misma Ley. Misma Ley, tres interpretaciones. Si el cambio de criterio se produce a mitad del camino, mala suerte. Por eso también es necesaria la suerte.

-¿Qué salidas puede tener una persona que curse este máster? ¿Dónde puede acabar trabajando?

-Las salidas claras son los despachos profesionales (asesorías y gestorías, despachos de abogados y/o economistas) especializados en el ámbito tributario; y, por supuesto, el mundo de la empresa. Y dentro de la empresa la disciplina tributaria y financiera.

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-Dedicáis un bloque del máster a cómo la inteligencia artificial afectará a la fiscalidad. ¿De qué forma lo hará?

-Hemos incluido esta asignatura porque es el futuro o, mejor dicho, el presente cercano. Creo que la IA va a provocar enormes cambios en la fiscalidad, y sobre todo en el control de la fiscalidad. Todavía me acuerdo de cuando hacíamos los IRPF en borrador de papel, por si nos equivocábamos, y luego trasladábamos al modelo; y ahora el propio programa del IRPF, o del IVA, o del Impuesto sobre Sociedades ya te va diciendo cómo proceder. No sé cómo será cuando la IA esté implantada al 100%, pero estoy seguro de que el cambio será enorme.

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