Vicente Martínez Mus y Concha Pastor en un momento de la entrevista. Christian Oriola
Foro Medioambiente y Agua

Vicente Martínez Mus: «Si queremos cuidar lo nuestro, hay que gestionarlo bien, y sobre todo, sentirlo propio»

El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio hace balance de su primer año de gestión en el Foro de Medio Ambiente y Agua organizado por TODO ALICANTE en colaboración con Aguas de Alicante e Hidraqua

Sandra Paniagua

Sábado, 19 de julio 2025, 07:14

En el corazón del Museo del Agua de Alicante, donde antaño se idearon las soluciones para vencer la sequía con ingenio hidráulico, el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, repasó su primer año de gestión en el Foro de organizado por TODO ALICANTE en colaboración con Aguas de Alicante e Hidraqua. Este repaso, lo hizo con cierta humildad, con cifras en la mano y con una convicción clara: «la Comunitat Valenciana necesitaba recuperar su pulso y lo está logrando, también desde Alicante».

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El conseller habló de los parques naturales y, en pocas semanas, dijo, se sumará uno más a la lista existente: Sierra Escalona. Este será el número 23 de la Comunitat. Pero además, están en marcha nuevas regulaciones para Cap Negret, la Serra del Maigmó y el Fondo. No se trata solo de sumar nombres al mapa verde, sino de abrir los espacios, «que la gente los pise, los conozca, y así se implique también en su conservación». Porque, tal y como recalcó el conseller, «lo que no se conoce, no se protege». Y en Alicante tenemos mucho que proteger.

El otro gran frente del que se habló en el Museo Aguas de Alicante fue el modelo energético. Martínez Mus fue claro: «hay que avanzar hacia las renovables, pero sin perder el norte». La Generalitat ha multiplicado por cuatro la potencia fotovoltaica autorizada, pero no se puede prescindir todavía de la energía nuclear, explicó el conseller, al tiempo que señaló que el apagón vivido este año dejó al descubierto las debilidades del sistema y reforzó la idea de mantener alternativas firmes como la planta de Cofrentes. «Hay que seguir alternando las energías tradicionales con las renovables, mientras no tengamos un suministro firme que nos dé tranquilidad». Lo que sí dejó claro es que la instalación de placas y parques solares debe hacerse con criterio, sin barra libre, y contando con la gente del territorio.

Esa visión de desarrollo con cabeza la llevó también al turismo. Puso como ejemplo la Marina Alta, donde el éxito turístico ha derivado en problemas de convivencia, de limpieza, de agua. Por eso defendió la necesidad de regular, de adaptar la administración a cada playa, a cada pueblo, porque «no es lo mismo Benidorm que Villajoyosa». Y sobre todo, hizo hincapié en que proteger no es prohibir, sino «entender que el territorio también se conserva cuando se vive con respeto». Además, el conseller explicó en su intervención el motivo por el que la Generalitat solicitó al Gobierno central el traspaso de competencias de la gestión del litoral valenciano tras la entrada en vigor de la ley autonómica de Protección y Ordenación de la Costa Valenciana.

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Desde esa lógica, habló de residuos. Y lo hizo con contundencia: la dana del pasado octubre fue, sin duda, el reto más «bestia» que han afrontado. «En una sola noche se generaron el equivalente a cinco millones de residuos de toda la Comunitat». Fue necesario activar una red de 150 empresas, abrir puntos de acopio, reconvertirlos, recuperar materiales. Y se logró. Tanto, que Bruselas ya estudia replicar ese modelo de gestión ante posibles catástrofes. Pero también, apuntó, se han aprendido lecciones: se construirán vertederos de emergencia en cada provincia para estar preparados.

A esa estrategia se suman las nuevas plantas de tratamiento previstas para El Campello y Agost. La primera dará servicio a 52 municipios, con capacidad triplicada y con un enfoque social: emplear a personas en riesgo de exclusión para recuperar voluminosos que tendrán una segunda vida. La segunda atenderá a más de 250.000 vecinos del consorcio Terra. Dos instalaciones clave para avanzar hacia una gestión más circular y menos contaminante.

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El balance de gestión se completa con un dato demoledor: en solo ocho meses, tras la DANA, se reabrieron las 18 carreteras autonómicas afectadas, se repararon 123 depuradoras, se activaron 54 obras locales y se recuperó toda la red de Metrovalencia. Todo, con recursos propios y sin ayuda del Gobierno central. Una operación de reconstrucción que, en palabras del conseller, fue «titánica» y de la que se siente especialmente orgulloso.

Y si hay un lugar donde esa recuperación se está notando es Alicante. La estación intermodal, con más de 100 millones de inversión, será el gran nodo que conecte todos los modos de transporte. Se suma la renovación de la depuradora de Elche-Algorós, la ronda sur, el desdoblamiento de la CV-95, las inversiones en puertos como el de Santa Pola o Dénia y el impulso a conexiones como la Gandía-Dénia o el acceso norte al puerto de Benidorm. «Alicante es prioritaria», dijo.

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Y para cerrar su intervención en el foro, el conseller realizó una reivindicación: Benidorm. Frente a los tópicos de hormigón y desorden, el conseller reivindicó a la ciudad como un modelo de sostenibilidad. Desde el uso de agua regenerada para riego, hasta la protección activa de la posidonia. Benidorm, sostuvo, «es ejemplo de que se puede crecer cuidando el entorno». Y si los coreanos ya han creado un parque temático inspirado en la ciudad, quizá nosotros deberíamos mirarla con otros ojos.

Porque ese, en el fondo, fue el mensaje que dejó Vicente Martínez Mus: que «si queremos cuidar lo nuestro, hay que conocerlo, gestionarlo bien, y sobre todo, sentirlo propio». Y eso, en Alicante, lo entendemos muy bien.

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