El modelo de Suma se abre paso más allá de Alicante

Suma Gestión Tributaria, el organismo dependiente de la Diputación de Alicante encargado de gestionar y recaudar tributos municipales, sigue adelante con su estrategia de colaboración institucional que va más allá de los límites de la provincia. A través de convenios administrativos con otras administraciones locales y provinciales, Suma está exportando su modelo de gestión eficiente, basado en la innovación tecnológica y el aprovechamiento compartido de recursos públicos.

«Suma tiene un ecosistema colaborativo basado en convenios administrativos con otros organismos», resume su CEO, José Antonio Belso. La lógica que subyace a este enfoque es clara: sumar capacidades entre entidades públicas para ser más eficaces y sostenibles, sin necesidad de depender exclusivamente de acuerdos con el sector privado.

Entre los convenios ya firmados, destacan los establecidos con el organismo de gestión tributaria de la Diputación de Albacete (Gestalba), con el Cabildo de Gran Canaria a través del organismo autónomo de recaudación Valora, así como con los ayuntamientos de Roquetas de Mar, en Almería, y Majadahonda, en Madrid. «Estos convenios nos permiten compartir con ellos nuestro sistema de información, de manera que ellos salen beneficiados en términos operativos y, además, compartimos experiencias y buenas prácticas para mejorar nuestros servicios, explica Belso.

Además, acaba de oficializarse un nuevo convenio suscrito por Suma, esta vez con el Ayuntamiento de Valdemoro, por un montante económico de 1,5 millones de euros, en los mismos términos que los anteriormente mencionados.

El modelo de Suma se apoya en una plataforma tecnológica propia y una metodología de gestión que permite adaptarse a realidades institucionales muy distintas. De ahí su creciente interés para otras entidades. «Creemos que existen una serie de recursos públicos que están desarrollados por las administraciones públicas y que son ellas las que, juntas, deben tratar de optimizar las posibilidades que les ofrecen», apunta su responsable.

En este sentido, Suma defiende que la colaboración público-pública debe ocupar un lugar central en la transformación de la administración local. «Desde Suma pensamos que la colaboración público-pública no debe ser nunca postergada y debe ser puesta en primera fila a la hora de tomar decisiones dentro de las administraciones», señala Belso. Esta filosofía contrasta con la tendencia habitual de recurrir a soluciones externas privadas para modernizar los servicios públicos.

La apertura de nuevos acuerdos no se detiene ahí. «Recientemente hemos retomado esfuerzos para establecer nuevos convenios que permitan compartir más, que más organismos salgan beneficiados y Suma pueda también obtener beneficio de ellos», señala Belso.

La expansión se lleva a cabo con prudencia, «de una forma moderada, mesurada, porque tampoco tenemos unas capacidades extraordinarias para crecer en este ámbito en estos momentos», reconoce el CEO. Aun así, Suma mantiene conversaciones con «dos ayuntamientos más y una diputación para ver qué oportunidades de colaboración puedan surgir». Aunque todavía no se han hecho públicos, Belso admite que «en alguno de los casos ya están bastante avanzadas».

En cuanto a la replicabilidad del modelo, el directivo de Suma lo tiene claro: «El modelo es totalmente exportable a cualquier organismo de recaudación de carácter provincial y, por supuesto, a cualquier ayuntamiento». Según detalla, «en tanto en cuanto se realicen las pequeñas adaptaciones que pueda necesitar la particularidad de cada una de las organizaciones», la estructura de Suma puede ajustarse a distintos marcos institucionales.

Frente a la idea extendida de que este tipo de modelo está pensado únicamente para pequeños municipios con escasos recursos técnicos, Belso aporta un dato relevante: «Nosotros en cartera tenemos desde las diputaciones bastante grandes, hasta municipios que tienen un tamaño superior a 100.000 habitantes. Uno de los ejemplos más ilustrativos se encuentra dentro de la misma provincia, Elche, con más de 230.000 habitantes». Este municipio alicantino gestiona sus tributos locales en colaboración con Suma, lo que demuestra que el sistema puede aplicarse a grandes municipios con estructuras administrativas complejas.

El modelo colaborativo de Suma consiste en compartir tecnología o herramientas de gestión. Pero también implica un flujo constante de conocimiento, experiencias y mejoras conjuntas. En palabras de su CEO, los convenios permiten «innovar y dar nuevas soluciones», gracias a una red de trabajo cooperativa entre administraciones.

Esta visión encaja con los objetivos a medio y largo plazo de la entidad, que ya ha iniciado la preparación de su Plan Estratégico 2026-2030. En este marco, la consolidación del ecosistema público-público de Suma aparece como uno de los vectores clave de desarrollo, complementario al refuerzo de la lucha contra el fraude fiscal y la modernización de sus servicios.

A lo largo de más de tres décadas, Suma ha demostrado que una gestión pública eficaz, centrada en la colaboración, puede ser viable y ventajosa para el conjunto de las administraciones locales. Su apertura a nuevas alianzas dentro y fuera de la Comunitat Valenciana refuerza esta trayectoria y apunta hacia un modelo de cooperación que privilegia el interés público y el aprovechamiento compartido de lo ya desarrollado.

La expansión del modelo Suma se basa en una lógica de corresponsabilidad institucional. Tal como expresa José Antonio Belso, el objetivo es que «más organismos salgan beneficiados al compartir sistemas, soluciones y conocimiento, construyendo entre todos una administración pública más eficiente, más conectada y al servicio real de la ciudadanía».

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