Hidrógeno verde y reciclaje de baterías: Alicante apuesta por la industria del futuro

Ya fue a finales del año pasado cuando la Generalitat dotó de suculenta financiación a dos empresas de la provincia: Tera Batteries y la Spin-off de Greene. Dos compañías centradas en el reciclaje de baterías de coches eléctricos y la generación de hidrógeno verde mediante el tratamiento de biomasa, respectivamente.

La apuesta de la Administración por estas desarrollar ambas industrias abre un abanico de posibilidades en dos sectores que serán referentes en los próximos años. El cambio de tendencia de los combustibles fósiles en virtud de otros más sostenibles y la electrificación de los vehículos abren una ventana de oportunidades a Alicante, que ya tiene empresas que apuestan por estas industrias emergentes.

La apuesta de la Comunitat por la electrificación de los automóviles es latente. La gigafactoría de Sagunto o los continuos rumores de la llegada de Tesla al teritorio dejan clara la posición de la Generalitat frente a la descarbonización del vehículo personal.

Es en esta posición donde aparece una nueva ventana de oportunidades. Así lo cuenta el empresario y fundador de Tera Batteries, David Santiago. El también fundador de PCEX Automotive relata que «había muchos planes de fabricación de baterías, pero no encontramos trabajos orientados a la recuperación de estas tecnologías».

El empresario explica que se plantearon «que pasaría con todas estas baterías que se planteaban fabricar». Fue en este contexto cuando nació, en febrero de 2022 la empresa alicantina, que mira a la próxima década como momento en el que la apuesta se materializará en realidad.

«La legislación marca el 2035 como el año en el que se dejarán de vender coches de combustión en la UE», recuerda Santiago, quien explica que actualmente «el nivel nacional no nos permite llegar al volumen de tratamiento de nuestra planta piloto», cifrada en unas 150 baterías diarias, un número al que esperan poder llegar en el próximo lustro.

«Aspiramos llegar al 100% de la capacidad de la planta piloto en cinco años vista», asegura el empresario, quien también remarca que desde TERA «estamos apostando por la electrificación, pero no dejamos de mirar a la evolución de las propias baterías, de su mejora y de su eficiencia».

En este sentido, Santiago recuerda que el futuro de la provincia «está ligado a estas tecnologías de la electrificación» y explica que las inversiones de los grandes grupos «van orientadas hacia este sitio». «Hay una voluntad de adaptación y las inversiones nos indican que el futuro marcha hacia ahí», indica Santiago.

La idea de Tera Batteries va orientada a un sector que está creciendo cada año. «Nuestra previsión es que de aquí a cinco años las ventas de eléctricos supondrán una de cada tres del sector», avanza Santiago, quien reconoce que en España «vamos por detrás de estas previsiones».

Los datos que manejan desde la compañía alicantina es que de cara a 2030 habrá 147.000 baterías que necesiten repararse o reciclarse. De hecho, en el viejo continente en 2027 estos acumuladores, necesitados de una revalorización, sumarán 500.000 toneladas, lo que muestra «un futuro prometedor para una actividad que se considerará necesaria», insiste el empresario de la tecnológica alicantina.

«El hidrógeno verde es el sustito del gas natural». Así de rotundo es el presidente de la Asociación Valle de Hidrógeno de Alicante (VAHIA) 2030, Antonio Pérez. El también CEO de la consultora CHao quien resalta el H2 como motor de cambio de la sociedad.

Es por ello por lo que nace la iniciativa, impulsada por la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), para hacer de Alicante uno de los principales valles de hidrógeno del país. «Debemos hacer algo, ya que por Alicante pasaría la red troncal de hidroductos para España y Europa.», explica Pérez, quien recuerda la firma del H2Med de los jefes de estado de España, Portugal y Francia en la ciudad.

Para Pérez el potencial de la provincia reside en sus conexiones y localización: «tenemos mar, aeropuerto, trenes...» recuerda el empresario, quien remarca que «no puedes poner extensiones grandes de parques para producir hidrógeno en cualquier parte de Europa, no hay lugar ni espacio, pero aquí si que tenemos lugares para tener extensiones importantes, en Alicante y la península».

Con todo ello, Pérez llama a aprovechar las oportundiades que surgen en España y Alicante, ya que el del hidrógeno «es un cambio absolutamente beneficioso que va a aydar en muchas otras cosas que no estamos viendo, como reducir impactos de CO2».

Distintas empresas ya están asociadas con la asociación, como Greene, una de las 'premiadas' por la Generalitat con la subvención, para hacer de su proyecto de generación de H2 verde mediante biomasa una realidad. Este proyecto consta de la obtención de este combustible mediante biorresiduos, como puede ser restos de poda o biomasa forestal o agrícola.

Con Pérez concuerda el director de desarrollo de negocio de la ilicitana Greene, Juan Manuel Martínez, quien vuelve a incidir que el objetivo del proyecto «es que sirva como sustituto del gas natural». La iniciativa pretende llevar este combustible a la industria para así generar energía.

«Los problemas que ha generado el precio del gas natural en su producción como consecuencia de la guerra de Ucrania están afectando al sector», explica el directivo de la compañía ilicitana, quien remarca que el proyecto «está en una situación idónea respecto al H2Med, el gasoducto de hidrógeno que vertebra la Comunitat».

En cuanto al recorrido que tiene el proyecto, Greene apuesta por una realidad. Los datos de la Conselleria de Agricultura estiman que este tipo de residuos superan el millón de toneladas cada año en la Comunitat. Unas previsiones que permitirían convertir hasta 1.000 toneladas de en 1.500 MW de hidrógeno al año.