La empresa alicantina que da a los coches eléctricos una segunda vida

Ante este problema y la emergente industria de los vehículos eléctricos, una empresa alicantina se encarga de dar una segunda vida a estas baterías de ion litio para evitar así que contaminen al perder su poder. La compañía Tera Batteries se dedica al reciclaje y reparación de estos acumuladores energéticos.

Con sus instalaciones en el Pla de la Vallonga, en Alicante, la compañía recibirá 4,1 millones de euros en los próximos tres años de la Generalitat, que ha calificado este proyecto como «estratégico» para la industria de la Comunitat.

El sector emergente y la apuesta del territorio por el sector automovilístico eléctrico ha decantado la balanza a favor de la empresa alicantina, que ya prepara su planta piloto para poder comenzar a reparar y reciclar hasta 150 baterías eléctricas diarias.

«Trabajamos en un sector disruptivo que está liderando la transición del sector automovilístico», explica el CEO y fundador de Tera Batteries, David Santiago, quien remarca que la empresa se centra en «la reparación de la batería y en darle una segunda vida y reciclaje». El directivo espera que en los próximos meses su planta incorpore la división de reparación de estos acumuladores, mientras que en los próximos tres años la empresa seguirá dando pasos agigantados en el sector.

«Con el desensamblado automático y en serie la planta puede asumir el gran volumen de trabajo que habrá en los próximos años», subraya Santiago, quien indica que esta nave puede ser «dimensionada» según el crecimiento del mercado, aunque asegura que «vamos a tener capacidad para resolver una gran cantidad de estas baterías de litio».

Santiago se muestra muy satisfecho del apoyo recibido por parte de la Generalitat. El empresario alicantino ha remarcado que «contar en el proyecto con el respaldo institucional nos ayuda a fortalecer nuestra actividad y reconoce nuestro trabajo».

El CEO de Tera Batteries explica que la calificación del Consell como «proyecto estratégico» para la industria de la Comunitat hace de la empresa «líder en esta actividad y nos posiciona en el mercado como cabeza y punta de lanza de una actividad clave en el cambio del sector automovilístico».

Y es que en 2030 se espera que haya alrededor de 147.000 baterías que necesiten repararse o reciclarse. En Europa para 2027 habrá unas 50.000 toneladas de estos acumuladores de vehículos eléctricos e híbridos que se tendrán que reciclar, lo que muestra un futuro prometedor para una actividad que consideran necesaria.

La ayuda concedida irá de 2023 a 2025 y favorecerá que la empresa siga impulsando su planta piloto. Por el momento Santiago admite que «tenemos que seguir conformando y poniendo en marcha el centro tecnológico de reparación de baterías de coches eléctricos», una división que «nos acerca a la realidad del mercado actual».

Eso sí, el CEO asegura que una vez que el parque de vehículos eléctricos e híbridos crezca, el mercado de ocasión se llenará de estos automóviles, que necesitarán de reparaciones en su batería. Un futuro no tan lejano para el que ya se preparan en Alicante.

Una segunda vida a los motores de los coches del presente y futuro. Una actividad industrial clave que sitúa a la provincia como uno de los territorios que liderarán el cambio de paradigma automovilístico, o, por lo menos, ayudará a una movilidad mucho más verde y menos contaminante.