España se retira por primera vez de Eurovisión tras el respaldo de la UER a Israel
La dirección del festival impidió la votación específica sobre la presencia del país hebreo en el certamen
España no estará por primera vez desde 1961 en Eurovisión. La presidencia de la UER denegó este jueves a RTVE y a otras siete países la celebración de una votación específica sobre la participación de Israel en el certamen durante la 95ª Asamblea General de la UER, por lo que directamente, tras la aprobación de la nueva normativa del certamen (738 votos a favor, 264 en contra y 120 abstenciones), se acreditó que Israel, pese a los hechos ocurridos en la Franja de Gaza, podrá estar en el festival. «Esta decisión acrecienta la desconfianza de RTVE en la organización del festival y confirma las presiones políticas en torno al mismo», denunció la corporación pública en el comunicado en el que anunció la decisión, donde acusó a la dirección de la UER y de Eurovisión de causar «una de las mayores tensiones internas en la historia de la organización».
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Pero para la UER, según un comunicado difundido, la votación sobre la participación no se ha celebrado puesto que han sido una «gran mayoría» de miembros los que se han mostrado a favor de no realizar una nueva votación sobre la participación de los países en Eurovisión. «El resultado de esta votación demuestra el compromiso compartido de nuestros miembros de proteger la transparencia y la confianza en el Festival de la Canción de Eurovisión», aseguran.
Sea como fuere, la Asamblea y votación puso fin a meses de tensiones por la presencia de Israel en un certamen que se autodefine «apolítico» y nexo de «unión» entre los países. Pero lo cierto es que tras la no votación de este jueves, el Eurovisión 2026, la 70 edición del festival, ya se puede afirmar que será inédito. «La situación en Gaza, a pesar del alto el fuego y la aprobación del proceso de paz, y la utilización del certamen para objetivos políticos por parte de Israel, hacen cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral», recalcó RTVE tras conocerse la decisión, que ya confirmó que tampoco emitirá el festival que se celebrará en Viena (Austria) entre el 12 y el 16 de mayo.
A España, único miembro del 'Big Five' que había pedido la expulsión de Israel, se sumó también Irlanda, el país que más veces ha ganado, Eslovenia y Países Bajos, que considera que «la participación en las circunstancias actuales es incompatible con los valores públicos que son esenciales para nosotros». Y de cumplir Islandia (RÚV) tampoco participará en una edición que verá reducida su economía y que deberá cambiar su narrativa sobre la unidad a tenor de las ausencias y los vetos.
Una decisión que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun calificó de «correcta» minutos después de conocer la noticia. «No se puede blanquear a Israel ante el geneocidio en Gaza. La cultura debe estar del lado de la paz y la justicia», aseguró el ministro en un mensaje en BlueSky en el que reconoció que estaba «orgulloso de una RTVE que antepone los derechos humanos a cualquier interés económico».
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Fue la guerra en la Franja de Gaza, calificada por la ONU como «genocidio», lo que motivó al Consejo de Administración de RTVE a acordar en septiembre que si la UER permitía la presencia de Israel, España se retiraría del festival. Una medida que levantó serías críticas en el seno de la UER e incluso de otros países como Alemania, que llegó a advertir que si finalmente se decidía la exclusión de Israel por estos motivos, serían ellos los que también se retirarían. Es decir, los vetos cruzados y la política dominaron un debate que, sin embargo, no se produjo cuando Rusia atacó Ucrania en 2022. En tan solo un día se expulsó a la delegación rusa.
Doble rasero
Pero a los graves hechos cometidos en Gaza, desde RTVE también habían mostrado la preocupación por la instrumentalización del voto en las pasadas ediciones y la ausencia de sanciones a este respecto. Ante ello, la UER intentó frenar la crisis con una batería de medidas, entre las que se incluía que el número de televotos por espectador se reduciría de 20 a 10 y que se restauraría el voto del jurado en las seminfinales. Pero para España son «insuficentes».
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«No deberíamos aceptar dobles raseros. La neutralidad y transparencia es un objetivo común para garantizar un resultado veraz que respete a la audiencia y a los ciudadanos», aseguró el secretario general de RTVE, Alfonso Morales, durante su participación en una Asamblea envuelta en la polémica, puesto que la votación sobre la presencia de Israel se debía haber celebrado de manera extraordinaria en noviembre. No obstante, tras el acuerdo de paz que se firmó en octubre entre Israel y Hamás, la UER consideró que ya no había motivo para ello, por lo que aplazó el debate.
Antes del inicio de la reunión, el presidente de RTVE, José Pablo López, ya criticó que la dirección de UER y Eurovisión sometiera a la organización «a la mayor tensión interna de su historia». «Nunca se debería haber llegado a este punto. Las sanciones a Israel por sus incumplimientos reiterados en Eurovisión se deberían haber adoptado en el ámbito ejecutivo y no trasladando el conflicto a la Asamblea», expresó el máximo directivo de RTVE, que denunció que el festival está «dominado por intereses geopolíticos y fracturado».
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Israel censura las retiradas
Por su parte, el Gobierno israelí reaccionó este jueves por la noche a la retirada de España y otros tres países del festival -Irlanda, Eslovenia y Países Bajos, mientras que Islandia lo decidirá la semana próxima-, tachándola de «vergüenza». El ministro de Exteriores, Gideon Saar, añadió que «la desgracia recaiga sobre ellos», mientras el presidente del Estado hebreo, Isaac Herzog, valoró que se haya aceptado que su país participe porque Eurovisión es «un ejemplo de cultura, música, amistad entre naciones y entendimiento cultural transfronterizo».
Participantes anteriores apoyan la decisión de RTVE
Representantes eurovisivos de España en anteriores ediciones de Eurovisión han mostrado su «orgullo» y «apoyo» a la decisión de RTVE de retirarse del próximo certamen, previsto para mayo de 2026, después de que la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival, haya apoyado la presencia de Israel tras una votación.
«Todo mi apoyo a la decisión histórica de RTVE frente a la participación de Israel en Eurovisión», ha expresado en X Blanca Paloma, la representante española en Eurovisión 2023, recoge Europa Press. En la misma red social se han manifestado otros representantes como Alfred García, que representó a España en Eurovisión en el año 2018 junto a Amaia mediante un dúo. «Orgullo», ha escrito el cantante en referencia al comunicado emitido hoy por la corporación.
Asimismo, el representante de España en 2021, Blas Cantó, ha retuiteado el mensaje del presidente de RTVE, José Pablo López, donde manifestaba que lo sucedido en la Asamblea de UER confirmaba que «Eurovisión no es un concurso de canciones sino un festival dominado por intereses geopolíticos y fracturado».
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