Ian Anderson y su flauta mágica conquistan al público de Alicante
La leyenda del rock progresivo más folclórico repasa con su actuación una trayectoria que abarca siete décadas al frente de Jethro Tull
La palabra 'leyenda' para referirse a un artista se usa con tanta ligereza que prácticamente ha quedado vaciada de todo su significado. Atribuir ese epíteto debería estar reservado a creadores que ayudaron a redefinir su corriente artística, que cultivaron un estilo propio e inconfundible, que se granjearon el favor del público y que fueron un referente e influyeron en numerosos sucesores. Que una persona reúna todos esos requisitos, y que actúe en una ciudad alejada de las paradas de las grandes bandas internacionales, es algo excepcional.
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Privilegiados, así se pueden considerar los asistentes del pasado domingo al concierto de Jethro Tull en Alicante, celebrado en el marco del Festival Alma Occident. Referirse a esta banda, referente absoluto del rock progresivo y única en su hibridación con la música folk, es referirse a su líder, frontman y fundador: Ian Anderson. Setenta y siete años contemplan a esta verdadera 'leyenda' (calificativo totalmente justificado en este caso) de la música.
Su gesticulación y teatralidad no son las mismas que hace décadas, cuando saltaba al escenario con el pelo alborotado, pose trovadoresca y actitud de pícaro. Ahora aparece con unas gafas de montura ligera, un chaleco de dominguero y un tono de voz más sosegado. Aun así, sigue rindiendo tributo a su icónica pose de antaño, alzando un pie a la altura de la rodilla a la vez que interpreta limpias melodías con su flauta. El efecto de esas notas hilvanadas con la brisa nocturna alicantina fue algo realmente mágico, transportando a los asistentes a la atmósfera bucólica que transmiten las canciones de Jethro Tull.
Un repertorio que abarca siete décadas
El setlist desplegado por Anderson y los suyos en Alicante fue un repaso por las 'siete décadas' (nombre de la gira) en que ha estado activa la banda. Arrancaron con tres canciones de su disco debut This Was, con un sonido puramente blusero, y que abandonarían años más tarde en favor del folk. Estas fueron Some Day the Sun Won't Shine for You, Beggar's Farm y A Song for Jeffrey.
Luego llegó el momento para la monumental Thick as a Brick, el gran disco conceptual de la banda, dividido en el disco original en dos movimientos, y que fue interpretado a base de retazos para darle cabida en el concierto. El siguiente bloque de tres canciones fue una muestra del estilo más folkie que dio a la banda su sello de identidad: Mother Goose, Weathercock y Songs From the Wood.
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Antes de la pausa que hizo la banda a mitad del concierto sonaron The Navigators y Curious Ruminant, testimonio de la más reciente etapa creativa de la banda, que arrancó en 2022 tras cerca de veinte años de parón compositivo. Bourrée in E Minor, tema basado en la obra de Bach, puso fin a la primera mitad de la actuación, que se retomó con My God, The Zealot Gene y la instrumental The Donkey and the Drum.
Over Jerusalem y Budapest fueron la antesala del clímax, que llegó con los dos temas más icónicos de la formación. El medley Aquadiddley fue la introducción al celebérrimo tema Aqualung, y para cerrar el concierto sonó Locomotive Breath.
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