La temperatura interna de Compromís en Polop se acerca al punto de ebullición

Lo vivido el pasado sábado en el pleno de constitución del ayuntamiento de Polop fue sólo el aperitivo del que parece que será uno de los veranos más calientes que se recuerdan en la política de esta pequeña localidad de la Marina Baixa.

Después de que la única edil electa de Compromís decidiera darle la alcaldía al Partido Popular (mismo número de concejales, pero menos votos que el PSPV-PSOE), no fueron pocos los vecinos que se agolparon en el salón de plenos para abroncar a Ángela Fuster que, pese a todo, se mantuvo firme en hacer alcalde a José Luis Susmozas.

El pacto, claramente contranatura entre dos formaciones que no han ahorrado descalificaciones para referirse los unos a los otros, provocó la rápida intervención de la Ejecutiva Comarcal de Compromís, que ha anunciado que analizará lo sucedido en Polop y no descarta pedir a València la apertura de un expediente disciplinario que podría acarrear, incluso, la expulsión de Fuster y los suyos de la formación valencianista.

Desde Polop saben del cabreo monumental que existe entre muchos de sus afiliados, de sus compañeros de la comarca y, por supuesto, de la Ejecutiva Nacional. Y lo que es peor: se saben condicionados por las cuestiones de imagen que se derivan de la próxima cita electoral del 23J. Por ello, y ante la amenaza de ser expulsados, han sido claros: antes de eso, dimisión en bloque.

Mientras tanto, los días han ido pasando y el alcalde 'popular' de Polop, José Luis Susmozas, ya ha realizado el reparto de delegaciones en su municipio y Ángela Fuster ha visto premiado su apoyo con la primera tenencia de alcaldía así como con las áreas de Cultura, Turismo y Deportes.

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