Imagen de archivo de la presa del pantano del Amadorio TA

La lluvia no ayuda a paliar la sed de la Marina Baixa

Las precipitaciones apenas se dejan notar en los dos embalses que abastencen a la comarca

Jueves, 16 de octubre 2025, 09:46

La comarca de la Marina Baixa vive, casi de manera constante, en situación de emergencia por sequía. Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante ha situado a la región en más de una ocasión como la zona cero del cambio climático y eso se traduce, como se ha venido comprobando desde hace ya tiempo, en episodios cada vez más extremos tanto de 'buen' tiempo, con olas de calor que baten récords como de 'mal' tiempo, con temporales y lluvias torrenciales.

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La dana 'Alice' pintó la pasada semana de color rojo el mapa de avisos de buena parte de la Comunitat Valenciana y, entre las zonas afectadas, toda la comarca de la Marina Baixa aunque, por fortuna, las lluvias que descargaron en la región no fueron tan devastadoras como sí lo fueron en otras zonas de la provincia.

Se podría decir, tirando del tópico, que en la comarca más turística de la Costa Blanca llovió 'amb trellat', algo que sirvió para aliviar en cierta medida la sed del campo, pero que no se tradujo en un aumento significativo del agua embalsada en los dos pantanos que abastecen a las poblaciones de la zona.

De hecho, el pantano de Guadalest, el más importante de la zona, no sólo no ha visto aumentadas sus reservas sino que una semana después del inicio de ese primer gran episodio de lluvias del otoño embalsa menos agua que entonces.

El día 9 de octubre, justo antes de que cayeran las primeras gotas sobre la Marina Baixa, el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) cifraba en 3,34 hectómetros cúbicos el agua embalsada en Guadalest y justo una semana después, en la mañana de este jueves, esa cantidad es de 3,33 hectómetros cúbicos.

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Durante estos últimos días, en todo caso, las lluvias permitieron llegar a un pico (el 11 de octubre) de 3,37 hectómetros cúbicos. Dicho de otra manera, las precipitaciones apenas permitieron la llegada de 0,03 hectómetros cúbicos a esa reserva de la que bebe, entre otros municipios, la ciudad de Benidorm. Con todo ello, el pantano de Guadalest se sitúa ahora al 25,6% de su capacidad.

Distinto es el caso del pantano del Amadorio. Como siempre sucede con este embalse, que al contrario que el de Guadalest recibe muchos aportes desde acuíferos subterráneos, pasada una semana de las lluvias su volumen sigue aumentando. Poco, es cierto, pero sigue creciendo.

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Así, según la información del SAIH, el pantano situado cerca de La Vila Joiosa llegaba al 9 de octubre con apenas 1,60 hectómetros cúbicos de agua embalsada mientras que este jueves esa cantidad se sitúa en los dos hectómetros cúbicos, es decir, 0,40 más en siete días.

Se trata, en todo caso, de un aumento prácticamente testimonial y que parece tener las horas contadas ya que las gráficas de caudales de entrada y salida se asemejan cada vez más y, por lo tanto, en breve ese pantano, como le sucede al de Guadalest, comenzará a desaguar más cantidad de la que recibe. Con esta situación, el pantano del Amadorio alcanza una cota de sólo el 12,6% de su capacidad.

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