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Imagen de uno de los campos de Cambayas Cooperativa. MIRIAM GIL ALBERT
TRASVASE TAJO-SEGURA: Unas Hogueras de Alicante sin brevas y un verano sin sandías
Las consecuencias del recorte del Trasvase

Unas Hogueras de Alicante sin brevas y un verano sin sandías

La incertidumbre por la falta de recursos hídricos provocará el abandono de productos tan típicos como las brevas de la Nit de la Plantà. La misma suerte espera a las sandías que refrescan los calurosos días de agosto, entre otras frutas y hortalizas que el campo alicantino dejará de producir

Domingo, 29 de enero 2023

El hachazo definitivo del Trasvase Tajo-Segura aprobado este martes por el Consejo de Ministros va a traernos consecuencias a todos, algunas de ellas insospechadas. Tradiciones y costumbres que tenemos tan arraigadas van a desaparecer en un futuro que, de tan pronto que es, casi ya es el presente. Porque damos por hechas cosas que ya no existirán o, de hacerlo, nunca serán iguales. Nuestra generación va a ser aquella de «todo esto antes era campo».

Ya lo advertía también esta misma semana la organización agraria Asaja-Alicante en la presentación de la campaña de hortalizas en el Camp d'Elx. Los productores van a dejar de plantar dos millones de kilos de verduras ante la incertidumbre de no disponer de recursos hídricos suficientes para alimentar los cultivos.

Cultivos tan tradicionales como los higos y brevas, que tanto se consumen en las fiestas de Hogueras de Alicante, dejarán de producirse. Y todo por la falta de agua. Lo confirman desde la cooperativa Cambayas de Elche, la mayor productora de España de esta fruta y proveedora de las grandes cadenas de alimentación. «Si no hay trasvase, nos quedamos en seco», resume en una sola frase el técnico de la cooperativa José Manuel Blasco.

La situación no es ya dramática, es desesperada. Esta cooperativa engloba a 300 agricultores, más otro centenar de empleados en envasado y recolección. En suma, 400 familias que se ven abocadas al paro. «No podemos seguir cultivando si no sabemos que hay agua», afirma seguro de lo que dice, pero temeroso en lo que afirma. «Dejaremos de existir, iremos todos al paro», vaticina.

Las cooperativas siguen funcionando porque todavía tienen almacenados los productos de la temporada que van a exportar a todo el mundo. La huerta de Alicante llega a todo el planeta. Solo esta cooperativa sirve desde Canadá a Malasia, por no hablar de todo el centro de Europa.

En los campos se terminan de recoger los últimos brócolis y coliflores, mientras en las naves se enfrían para meterlos en camiones y transportarlos a Europa. Mientras el centro del continente permanece helado, en Alicante se encargan de alimentarlo.

Vídeo. Consecuencias del recorte del Trasvase Tajo-Segura en una cooperativa del Camp d'Elx. MIRIAM GIL-ALBERT

Pueden ser las últimas cosechas que pasen por los lineales, también pueden ser los últimos cultivos que las mujeres y hombres que los envasan lo hagan. El año especialmente lluvioso ha dejado los pantanos a rebosar en la cabecera del Tajo. Por ley, se tienen que desembalsar 27 hectómetros cúbicos el primer trimestre de este año que permitirán mantener los árboles. «Ahora los cítricos los regamos solo una vez a la semana para mantener el árbol», explica el cooperativista, «pero no vamos a plantar nada más para el verano».

¿Y qué va a pasar con otras frutas típicas del verano como el melón de Carrizales, tan típico de Elche, o la sandía? «Cero», responde sin titubeos José Manuel Blasco. Las frutas que lleguen a las estanterías de los supermercados no serán alicantinas, no estarán producidas en casa. El 'kilómetro cero', que ahora tanto se dice ahora, se perderá.

Habrá, pero de otro lugares. «No podemos plantar si no sabemos si tendremos agua suficiente y en qué condiciones», afirma.

El coste del agua desalada, aun con toda la subvención del mundo, sigue siendo más cara. De los 0,20 euros por metro cúbico que se paga por la del trasvase a 0,24

Como responsable técnico de la cooperativa tiene bien echados los números. El agua del trasvase tiene un coste de 0,20 euros por metro cúbico frente al 1,30 euros que se paga por el agua desalada. Aun con el precio regulado por el Gobierno y la subvención anunciada por la Generalitat, quedaría a 0,24 euros. Pero nadie asegura que vuelva al precio inicial porque la Unión Europea tiene prohibido dar ayudas a un medio de producción, como es el agua.

«Si ya no nos compran al precio actual, con los márgenes tan escasos que tenemos, imagínate al doble», reniega José Manuel. No solo es dinero, también es tiempo y esfuerzo mal invertido porque no es rentable plantar, recoger, transportar, envasar y distribuir. El precio del cultivo se iría por las nubes.

Y si ahora los consumidores de ciudad critican el precio de los alimentos en los 'supers', a partir de ahora pueden convertirse en objetos de lujos productos absolutamente cotidianos. O traerlos de fuera, pero siempre quedará esto de «el melón ya no sabe como antes».

Esto no es ningún futuro apocalíptico típico de las películas de zombies. Son las consecuencias que, según quienes se ganan la vida con ello, va a traer el recorte del Trasvase Tajo-Segura. Algo que nadie quiere creer. «La gente todavía no es consciente de lo que supone», asegura José Manuel. Es la primera vez que se le ve abatido: «No estamos pidiendo que nos den subvenciones, estamos peleando por trabajar, que es lo que queremos». Y se reafirma: «Yo soy hijo de agricultores y no veo un futuro para mi hijo aquí, nadie quiere ir al campo con esta incertidumbre de no tener agua de calidad y a buen precio». Un campo que se ha quedado sin personas y que pronto se quedará sin árboles.

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