El fuego arrasó cerca de 150 hectáreas del parque natural de la Font Roja. Miriam Gil Albert

Expertos ven con optimismo la recuperación de la Font Roja: «Veremos los primeros brotes verdes tras el verano»

La alta capacidad de regeneración de especies afectadas como la carrasca, y el hecho de que el fuego quemara una zona poco frondosa, ofrece buenas perspectivas

Pau Sellés

Alicante

Domingo, 27 de julio 2025, 14:22

Aunque la pérdida de una simple hectárea del parque natural de la Font Roja ya supone una desgracia, la sensación es que pudo haber sido peor. «Si el fuego se llega a extender por la parte de Alcoi, nos hubiéramos puesto todos a llorar». La frase es de Segundo Ríos, uno de los mayores entendidos del paraje alicantino, y hace entender el alcance y la magnitud de la tragedia en caso de que las llamas hubieran devastado la vertiente de la ombría, con elevada densidad de carrascas de alto valor natural.

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Este investigador y docente experto en biodiversidad es el director de la Estación Biológica Torretes-Jardín Botánico, dependiente de la Universidad de Alicante, y que tiene algo más de 50 hectáreas de dominio en el parque para desarrollar sus investigaciones. Una pequeña zona de ese perímetro se ha visto afectada por las llamas, que han devorado 147 hectáreas dentro de la Font Roja.

Segundo es optimista respecto a la capacidad de regeneración de la zona, algo con lo que están acostumbrados a lidiar los bosques del arco mediterráneo. «Aunque ahora se vea completamente quemado y negro, en cuanto pase el verano y empiece el buen tiempo de lluvias se empezarán a ver los brotes verdes entre el esparto».

También hay buen pronóstico para una de las especies más presentes en el parque, como es la carrasca, que también tiene una alta capacidad de regeneración. «Es una especie capaz de rebrotar desde su cepa en caso de haber sido pasto de las llamas; y si solo se ha visto afectado su ramaje, este también puede llegar a rebrotar», explica el biólogo.

Entre los enclaves afectados se encuentra la Peña de la Hiedra, cuya flora es muy representativa del bosque caducifolio

El hecho de que el fuego se desplazara tan deprisa y a ras de suelo hizo que muchas plantas altas, árboles y arbustos se salvaran de la quema. «De hecho, algún pino ha quedado completamente intacto entre el esparto calcinado, lo cual es muy llamativo».

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Aunque el resultado podría haber sido mucho peor, hay zonas calcinadas de alto valor, como el conocido enclave de la Peña de la Hiedra. Según Ríos, este punto es muy representativo del típico bosque caducifolio de nuestra zona, «un rincón especialmente húmedo con rosales silvestres, espino blanco y otras muchas especies autóctonas».

El fuego afectó mayoritariamente a matorral bajo. Miriam Gil Albert

El responsable de la estación biológica reconoce que, a falta de realizar una evaluación exhaustiva del terreno, se puede concluir que sus efectos no han sido tan catastróficos como otros muchos incendios que estamos sufriendo esta temporada estival. Eso sí, «habrá que acostumbrarse al cambio del paisaje, porque va a tardar unos años en recuperarse completamente».

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Riesgo de erosión por lluvia

El resultado hubiera sido mucho peor si las intensas tormentas que han caído este pasado jueves en puntos del norte y el sur de la provincia lo hubieran hecho en l'Alcoià. «La lluvia torrencial hubiera erosionado la tierra y desplazado el limo que necesitamos que se incorpore al suelo».

Respecto a las tareas de regeneración, el investigador se muestra cauto respecto al alcance que debe tener la tarea de la Administración. «Lo primero que debemos hacer es ver si las especies dañadas son capaces de rebrotar, y si es el caso, dejarlas que se regeneren ellas mismas. La vegetación puede llegar a ser muy sensible a las alteraciones de la mano del ser humano, por ejemplo, al uso de maquinaria. En esos casos, mejor quedarse quieto».

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Otra de las incógnitas que deja por el momento el fuego es el efecto real que ha tenido en el hábitat de la diversa fauna que habita el parque. No solo las llamas son una amenaza, también lo es el humo, cuya inhalación es suficiente para tener efectos perjudiciales, especialmente para las crías de aves, roedores y otros muchos animales que moran estas tierras alicantinas.

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