Comunican el pase a retiro a Jacobo, el agente en silla de ruedas que lucha por volver a la Guardia Civil
La resolución es un mazazo para el guardia civil y su familia | «Mi marido tan solo quiere sentirse útil y seguir ejerciendo su trabajo como cualquier otra persona», denuncia su mujer
Jacobo Barchin, el guardia civil en silla de ruedas que había conseguido una plaza en la unidad de Seguridad Ciudadana de El Campello y que trabaja sin descanso en su recuperación para volver al Instituto Armado ha sufrido un mazazo brutal -al igual que su familia- al recibir la peor de las noticias: su pase a retiro.
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Pero Jacobo, su familia y la Asociación de Guardias Unificados (AUGC), que le acompaña en este duro proceso, no tiran la toalla y acudirán a la vía judicial para conseguir que pueda volver a vestir el uniforme que tanto esfuerzo le ha costado.
Su mujer, Raquel, señala que «una vez más se vuelve a vulnerar los derechos de las personas con discapacidad». El mayor apoyo de Jacobo, aquel agente que hace nueve años se fotografiaba con la ilusión de un niño tras haber conseguido el sueño de su vida se ha visto golpeado por la resolución -que todavía no ha salido en el BOE-.
«Hoy, tanto el Ministerio de Defensa como el anterior director general de la Guardia Civil, Leonardos Marcos, el cual estaba impulsando cambios normativos para permitir la continuidad en el servicio de sus miembros con discapacidad sobrevenida como Jacobo (que por otro lado ya hay legislación que le ampara), han comunicado el pase a retiro de mi marido por, literalmente, inutilidad para el servicio, siguiendo en su empeño de discriminarlo por su discapacidad, sin tener en cuenta las alegaciones presentadas precisamente por eso mismo», reza en el comunicado.
Raquel se cuestiona por qué «en este gobierno tan progresista que apuesta por la igualdad y la inclusión de la sociedad no tiene hueco para Jacobo. Solo quiere sentirse útil y seguir ejerciendo su trabajo como cualquier otra persona. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI en vez de avanzar en derechos y en igualdad, cada vez vayamos para atrás».
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La ilusión por volver a ser readmitido en el Cuerpo estaba argumentada, puesto que existen precedentes de personas con discapacidad sobrevenida trabajando para el Ministerio de Defensa, concretamente una soldado en el ejército de Tierra en silla de ruedas, o para el Ministerio del Interior, un policía nacional con una pierna biónica.
Por ello, su esposa no entiende el motivo por el cuál Jacobo «es menos que ellos». Además, señala que en su última valoración, en el hospital Gómez Ulla de Madrid en enero de este año, a su marido le subieron el grado de discapacidad, cuando él ya tiene un grado reconocido por la consejería de bienestar social de Castilla-La Mancha para justificar su pase a retiro.
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Raquel indica que «este mismo tribunal de palabra le dijo a Jacobo que le iban a proponer para un apto con limitaciones porque está completamente capacitado para seguir trabajando en un puesto adaptado a sus nuevas necesidades».
Según cuenta el mayor apoyo de Jacobo, en esta última resolución que acaba de llegar, la Guardia Civil «no tiene en cuenta las últimas alegaciones presentadas de discriminacion por discapacidad, las cuáles incluyen el informe del perito que valoró al agente donde queda reflejado que sí puede trabajar haciendo tareas administrativas, puesto que su lesión solo es de cintura para abajo».
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Asimismo, el escrito refleja, tal y como asegura Raquel, que existe legislación estatal y la propia interna de la Benemérita donde ampara a Jacobo para concederle el apto con limitaciones en la guardia civil. Como también lo hace la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
«Me siento orgullosa de la gran persona que tengo a mi lado, que a pesar de todas las trabas que le están poniendo, él no deja que nadie le ponga límites y sigue peleando por sus sueños y por sus derechos, por continuar en la Guardi Civil, esa que se supone que tiene que velar por los derechos de todos pero que deja de lado a los suyos. Hoy hemos recibido una noticia triste, pero no nos vamos a rendir», sentencia Raquel.
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Además, agredece a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y a sus servicios jurídicos, y a todos los medios y páginas que han dado difusión para que se conozca la historia de su marido, un hombre trabajador y luchador que tan solo quiere volver a ejercer su sueño por el que tanto había luchado: ser guardia civil.
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