Colapso administrativo en siete pueblos tras el incendio de Benasau
Los ayuntamientos denuncian que no tienen servicio de Internet para hacer gestiones, y piden a la Diputación que paralice plazos para no quedar fuera de la convocatoria de subvenciones
Se cumple casi una semana desde que se declarara el incendio de Benasau, y sus efectos aún se dejan notar en las comarcas de l'Alcoià y El Comtat. La normalidad ha ido abriéndose paso poco a poco en los municipios afectados, especialmente en Penáguila, el único de todos ellos que fue evacuado en su totalidad, pero todavía hay obstáculos que impiden a sus vecinos retomar plenamente su vida.
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Uno de estos hándicaps que están afrontando los municipios es la ausencia de servicio de Internet. Hablamos concretamente de Millena, Gorga, Quatretondeta, Benasau, Benilloba, Alcoleja y Penàguila, una situación que han denunciado los propios alcaldes socialistas de la zona, y que ha abocado a sus consistorios a una suerte de colapso administrativo.
Según apunta el PSPV-PSOE La Muntanya -formación que aglutina a los municipios de la zona-, el problema está afectando a cajeros automáticos, ayuntamientos, comercios, servicios y también la teleasistencia domiciliaria. «No pueden operar, no pueden prestar ningún servicio en estos municipios, con todo el que esto supone para el normal funcionamiento habitual», reza el comunicado.
Los ediles ponen el foco en el servicio de teleasistencia, cuya falta de normal funcionamiento hace que sus usuarios no tengan «ningún tipo de cobertura ni ninguna seguridad. Directamente, el servicio no existe a día de hoy».
Ante esta situación, los socialistas exigen a la Diputación de Alicante que paralice los plazos administrativos abiertos en la convocatoria de subvenciones, ya que la ausencia de Internet estaría impidiendo a los consistorios poderlas tramitar. A su vez, también piden a la Generalitat que reponga, «con máxima urgencia», las comunicaciones en todos estos pueblos para poder continuar trabajando con normalidad.
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A su vez, también denuncian «la pasividad» del Consell de la Generalitat, «el abandono de estos pueblos y, por lo tanto, del mundo rural», ya que a su juicio, «no se está trabajando para luchar contra el despoblamiento».
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