Allon sigue dando sorpresas dos mil años después
Nuevas excavaciones en la zona de Plans han sacado a la luz objetos de bronce de la época romana de La Vila Joiosa
Han pasado casi dos milenios desde que la ciudad romana de Allon comenzara a escribir la historia de lo que hoy en día es La Vila Joiosa, pero en pleno siglo XXI las excavaciones arqueológicas siguen sacando a la luz los secretos de aquella sociedad, algo que ha vuelto a ocurrir ahora después de que los trabajos realizados en la partida de Plans hayan permitido la extracción de una importante colección de bronces romanos.
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Entre ellos, destaca un lictor del Alto Imperio de doce centímetros de altura, que data de los siglos I y II d. C. El lictor es el guardaespaldas de un magistrado, que viste la misma toga que él, que es el traje de gala de los ciudadanos, y se podría considerar un policía de la época. Porta al hombro izquierdo un fasces, un cilindro formado por 30 varas atadas con una correa roja, considerado el emblema del poder.
Cuando el magistrado podía imponer pena de muerte, el fasces llevaba un hacha. La pieza hallada debió tenerla, porque se conserva su arranque. Los lictores de los magistrados locales de la ciudad de Allon no llevaban hacha en el fasces. Por tanto, esta pieza debe tener relación con un personaje de más alto rango, como podría ser del gobierno provincial o incluso el Emperador. La presencia de esta pieza en Allon tiene relación con su categoría de municipium, siendo Allon una de las diez que hubo en la Comunidad Valenciana.
Se conservan ejemplares similares de lictores en el Art Institute of Chicago, el British Museum y los Staatliche Museen de Berlín. La pieza está hueca por detrás y tiene un vástago para incrustarla en un relieve de bronce más grande, junto a otras figuras, representando una escena ceremonial con un magistrado y sus lictores.
Estas escenas eran frecuentes en los petos de los caballos de estatuas ecuestres. La pieza podría proceder de un relieve o estatua de un alto personaje del Imperio a caballo, quizá el emperador, que existió en el foro de Allon, o quizá la que hubo junto a la torre de Sant Josep. Su abandono en un vertedero del yacimiento de Plans indica el desmantelamiento y expolio de los espacios públicos imperiales en la época tardorromana.
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Además, en este mismo yacimiento han aparecido otras numerosas piezas de bronce de gran calidad como sondas médicas, apliques decorativos de cajas y de muebles de madera (uno con el rostro de la diosa Diana), agujas del pelo, colgantes de collares, anillos, pulseras, cadenitas, agujas de coser velas o sacos, broches, botones, anzuelos y elementos de vajilla ritual, entre otros.
La conservación de estas piezas depende del rápido tratamiento que se le dé en el museo. El bronce contiene cobre, muy sensible a los cambios de temperatura y humedad al extraerlos de la tierra. En poco tiempo, los cloruros y otros agentes destruirían las piezas. Por eso, se iniciado el tratamiento, lento y delicado, en baños químicos. Meses después, las piezas ya podrán ser conservadas y expuestas en Vilamuseu.
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