Los médicos alicantinos comparten su electricidad con los vecinos

Cambiar su energía a un modelo sostenible y además colaborar con la sociedad, esa ha sido la premisa por la que el Colegio de Médicos de Alicante (COMA) ha puesto en marcha una comunidad energética en torno a las más de 200 placas solares instaladas en las cubiertas de su sede.

Y es que vecinos y empresas situadas hasta a dos kilómetros de este centro podrán unirse a la explotación de las 214 placas solares del Colegio. Hasta 175 hogares podrán beneficiarse de una iniciativa que notarán sus bolsillos, ya que supone un ahorro en el coste de la factura de la luz.

En total, una superficie de 236 metros cuadrados de la azotea de la sede colegial, que se estima producirá anualmente más de 150.371 kWh al año y que además supondrá una reducción superior al 26% en el consumo eléctrico del edificio.

«Llevamos con esta idea dos o tres años y se origina por la preocupación que teníamos por hacer las cosas de manera respetuosa con el medioambiente. Dentro de este cambio queríamos incluir parámetros basados en la lucha contra el cambio climático», explica el presidente del COMA, el Doctor Hermann Schwarz.

El COMA, se convierte así en el primer colegio español en cuanto a transición energética, el 100% de la iluminación del colegio es sostenible y además con la instalación de las placas podrán ahorrar más de 37.500 kg de CO2 al año, el equivalente a plantar más de 13.000 árboles.

Además, es uno de los centros que participa de la Alianza Médica Contra el Cambio Climático. Un documento que estudia la influencia de la emergencia climática en el sector sanitario y al revés. Además de incluir medidas para adaptar la profesión a la subida de temperaturas.

Pero esta no es la única iniciativa que ha desarrollado el Colegio, también han implantado una gestión de residuos más sostenible y establecido un sistema de riego con ahorro de agua en los jardines, entre otras medidas que no solo suponen un ahorro económico sino también un beneficio medioambiental.

«Esto es una planificación seria, que se ha hecho durante varios años y tenemos muchas actividades con esa vertiente de respeto medioambiental», explica Schwarz.

«Tenemos la intención de formar a los propios médicos porque a veces desconocemos la influencia que pueden tener decisiones en consulta con el medioambiente», así de contundente se muestra el presidente de los doctores alicantinos.

Una campaña de formación que pretende sustituir los medicamentos o prácticas más perjudiciales para la salud del planeta por otras al menos igual de eficientes pero más ecológicas.

Y es que, por ejemplo, un solo cartucho de los habituales inhaladores presurizados que se usan para el asma produce en emisiones lo mismo que un coche durante 300 km. Unos vertidos que podrían evitarse, ya que en el mercado hay alternativas que funcionan igual pero prescinden del gas.

«El sector sanitario mundial sería considerado como el quinto país más contaminante», explica el presidente del COMA. «La formación que vamos a introducir va a estar enfocada a que se vayan transformando las recetas de presurizados a otros tipos de dispositivos, siempre con la misma eficacia clínica y contando con el acuerdo del paciente», añade este doctor.

Un cambio que según los estudios está avalado por aproximadamente un 70% de los pacientes, que aceptan sin problemas cambiar de tipo de medicamento a uno menos dañino para el planeta.

Desde el COMA insisten en que «es un tema de cambiar ciertas costumbres» y añade «solo tiene facetas positivas». Para animar a ello el Colegio de Médicos ofrecerá formaciones para los facultativos.

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