Pasodobles con alma de hoguera
Lo que para Miguel Ángel Mas Mataix comenzó como una inquietud juvenil en una banda de pueblo se ha convertido en un legado con más de cien composiciones en apenas un cuarto de siglo
Desde bien pequeño, la música fue su refugio y su impulso. El compositor Miguel Ángel Mas Mataix nació en el municipio alicantino Cañada -al lado de Villena, como matiza-, donde comenzó su andadura musical en la banda del pueblo, tocando el saxofón. Con el tiempo, completó sus estudios y la curiosidad incansable por crear lo llevó a dar el siguiente paso, componer.
«Empecé a escribir mis primeras piezas en el año 2000. Tenía esa inquietud», relata un cuarto de siglo después cuando -alternando su destreza con la profesión docente- suma más de cien composiciones, muchas de ellas ligadas a dos universos festeros que marcan la vida de la provincia de Alicante: los Moros y Cristianos y las Hogueras de San Juan.
El vínculo de Mas Mataix con la ciudad de Alicante fue inmediato, emocional y duradero. De pequeño, recuerda cómo su banda viajaba a la capital para tocar en Fogueres, con la comisión Calvo Sotelo. «Pasar de tocar en un pueblecito a hacerlo en grandes avenidas era algo chulísimo y emocionante». Aquellas experiencias, que incluían alojarse varios días en pensiones y desfilar incluso con una pierna escayolada tras un accidente, dejaron una huella profunda.

Ese recuerdo permanece en el presente gracias a su amistad con Andrés Colomina 'Colo', tuba y director de la Unión Musical de Torrellano. «Nos conocemos desde hace más de 30 años». Fue durante un partido del Hércules CF en el Rico Pérez cuando «me propuso componer una pieza especial para el 75 aniversario de la foguera Sèneca-Autobusos. Queríamos algo distinto, con dolçaina, algo que no fuera un pasodoble más. Así nació 'De Quiroga a Sèneca-Autobusos'», comisión de la que es foguerer de honor por su incansable trabajo para con esta tradición.
Desde entonces, su colaboración con la fiesta no ha dejado de crecer. Ha compuesto piezas dedicadas a belleas, aniversarios, festeros… Incluso ha llegado a componer tres generaciones de pasodobles, en el caso de la familia Tresáncoras: uno para Arturo, otro para Amparo -una idea gestada por su marido, Salva Gómez- y, también, para Aitana.

Y no solo eso, sino que Mas Mataix también ha dedicado un pasodoble a las propias Hogueras de Alicante. Fue en el 90 aniversario cuando, de forma altruista e impulsado por Josep Amand Tomàs, compuso una pieza dedicada a la efeméride. «Fue mediante Sèneca-Autobusos, pero dedicada a la Fiesta», matiza. Asimismo, también se ha basado en canciones populares para crear nuevas partituras, como 'Arreando xim pam pum', ampliando el repertorio de la Fiesta.

Cómo nace un pasodoble
«Todo empieza con un motivo musical, una pequeña melodía que me da el punto de partida», explica Miguel Ángel Mas Mataix sobre cómo nace un pasodoble. «A partir de ahí, se construye toda la pieza. Lo más difícil es siempre el inicio. Tiene que ser pegadizo, reconocible, pero también diferente». Aunque muchos pasodobles de Hogueras pueden evocar fragmentos de 'A la llum de les Fogueres' -el Himno oficial-, el compositor defiende que no es obligatorio incluirlos. «Puedes hacer algo que suene a Alicante y a Fogueres sin repetir siempre los mismos motivos. A veces recurro a canciones populares que escuchaba de pequeño, otras veces, simplemente, compongo desde el sentimiento que me inspira la persona o el momento». Sus obras suenan cada año en desfiles, ofrendas, conciertos, actos oficiales y hasta en la mismísima entrada de bandas de los Moros y Cristianos de Alcoi, de Elda y de Villena. «Para mí, lo más bonito es que una pieza creada para una foguera pueda trascender y sonar en otras Fiestas».
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