Lucas Boyé colecciona novias y el Elche se prepara para hacer caja

El Elche llevará a cabo este verano una más que interesante transición de Primera a Segunda División en la que tratará de no debilitar su plantilla porque el objetivo del curso venidero está muy claro: regresar a la élite de la mano de Sebastián Beccacece.

De todos los jugadores susceptibles a hacer las maletas porque tienen buen cartel (como Edgar Badía, Omar Mascarell, Gerard Gumbau o Pere Milla) destaca por encima de todos el caso de Lucas Boyé. El punta de 26 años sólo ha anotado tres goles este curso, pero su cotización sigue siendo alta en el mercado y estuvo a punto de salir el pasado verano.

Boyé pidió al Elche que le dejara marchar al Sevilla, club que había presentado una oferta de 10 millones por él, pero el dueño franjiverde, Cristian Bragarnik, consideró que esa cifra estaba muy lejos de los 25 millones de la cláusula del delantero y le comunicó que no saldría.

Bragarnik apostó fuerte por la continuidad de Boyé en el Elche y el tiempo ha demostrado que no fue una decisión, porque la temporada ha sido aciaga, el descenso ya es una realidad y se dejó pasar una oportunidad casi inmejorable de hacer caja.

El delantero de San Gregorio, que llegó a ser internacional con Argentina, acaba contrato en 2024 pero es altamente improbable que se quede en la plantilla de Segunda División porque sigue coleccionando novias. El ariete está convencido de que tiene nivel para jugar en un equipo de competición europea y son varios los que le tienen en agenda.

Delantero muy fuerte, habilidoso y que genera muchos espacios a sus compañeros, tampoco está reñido con el gol y se encuentra en una edad ideal para buscar nuevos retos y que su carrera crezca. Bragarnik le cerró una vez la puerta y probablemente se sienta en deuda con él.

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