Altea licita la redacción del proyecto de su futuro Centro de Día

El futuro Centro de Día de Altea, proyectado para dar servicio a personas mayores dependientes de la Villa Blanca y del resto de localidades de la comarca de la Marina Baixa, está un poco más cerca de convertirse en una realidad después de que el consistorio alteano haya adjudicado la redacción del proyecto, tal y como ha anunciado el concejal de Urbanismo, José Orozco, «por un importe de algo más de 82.000 euros».

En ese sentido, el edil alteano ha explicado que se abre ahora un plazo de redacción que «será de cinco meses y dará pie a la ejecución de la obra posterior valorada, más o menos, en 2,4 millones de euros».

José Orozco ha hecho memoria sobre los inicios de un proyecto que nació en 2021 cuando «tuvimos la fortuna de que el Botànic eligiera Altea para albergar este Centro de Día para que las personas mayores dependientes se puedan valer por sí mismas pudiendo permanecer en su entorno y en su casa fomentando un envejecimiento activo y saludable».

En cuanto al futuro Centro de Día, el responsable de Urbanismo de la Villa Blanca ha especificado que «lo que se pretende es que nuestros mayores no tengan que ir obligados a residencias y, sobre todo, apoyar a las personas cuidadoras, que muchas veces son los familiares y que, de esta manera, puedan tener una vida con cierta normalidad teniendo a nuestros mayores en casa y, a la vez, disfrutando de ese tiempo de conciliación para los cuidadores».

En cuanto al proceso de licitación del proyecto, ahora ya aprobado, Orozco ha recordado que «tuvo un recurso por parte del Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana que fue desestimado, algo que ha retrasado en más de dos meses esa licitación».

Llegados a este punto y mirando ya al futuro, el edil alteano ha avanzado que «el anteproyecto ganador destaca por ser un edificio que permitirá una atención integral de la persona y que recoge tanto los usos sociales como sanitarios. Por eso, el edificio se resuelve en una sola planta asegurando la accesibilidad gracias a la ausencia de barreras arquitectónicas».

Así mismo, y siguiendo con la apuesta por la sostenibilidad que ha venido caracterizando buena parte de los proyectos públicos desarrollados en Altea en los últimos años, Orozco ha enfatizado que «en el edificio no habrá ningún tipo de energía fósil. Cuando se realice el proyecto comprobaremos, incluso, si da energía positiva, es decir, si es capaz de dar más energía de la que consuma».

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