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Alicante ya no es «el poble vell», es «altre Alacant». Al menos eso dejan muy claro las imágenes de la ciudad que tomó el Vuelo General de España -o Vuelo Americano- que fotografió toda la península a vista de pájaro entre los años 1956 y 1957. Tambien este pequeño rincón del Mediterráneo que es prácticamente irreconocible 67 años después.
El Castillo de Santa Bárbara sigue ahí, imperturbable. Pero durante estos años la Cara del Moro ha visto crecer la ciudad de punta a punta, abrirse nuevas avenidas, barrios a las afueras que acaban convertidos en centro y ampliar una y otra vez los cinturones que rodean la ciudad.
¿Cómo era la playa de San Juan en los 50? ¿Y el puerto de Alicante? ¿Qué hay de San Blas y el estadio Rico Pérez? ¿Y el Pla? Alicante contaba en 1957 con 110.747 habitantes. En 2024 la ciudad alcanza ya las 338.577 almas censadas y se espera que la cifra siga subiendo hasta sumar el medio millón en 2050.
El trazado consolidado de la ciudad ha cambiado poco. En 1957 el centro era muy parecido al actual con grandes hitos como la plaza de Toros o la plaza de los Luceros fácilmente identificables. Sin embargo, lo más interesante está en los bordes. San Blas apenas es un esbozo entre el monte Tossal y las vías de la Estación de Renfe. El Pla del Bon Repós también empieza a adivinarse, en una ciudad en plena expansión.
El trazado consolidado de la ciudad ha cambiado poco. En 1957 el centro era muy parecido al actual con grandes hitos como la plaza de Toros o como la plaza de los Luceros facilmente identificables. Sin embargo, lo más interesante está en los bordes, San Blas apenas es un esbozo entre el monte Tossal y las vías de la Estación de Renfe. El Pla del Bon Repós también empieza a adivinarse, en una ciudad en plena expansión.
El puerto ha cambiado radicalmente desde el año 1957, al mismo ritmo que la ciudad se ha expandido hacia el sur con barrios como Babel y San Gabriel también lo hacía esta infraestructura que ha ganado terreno al mar hasta casi convertirse en irreconocible.
Quizás el mayor cambio se aprecia en las zonas de playas. Si hoy en día el cabo de la Huerta y la playa de San Juan son algunas de las áreas más apreciadas para tener una vivienda, en 1957 prácticamente no había nada. Poco más que un par de calles con los primeros edificios y urbanizaciones.
Algunos barrios como el Pla del Bon Repós y Carolinas han cambiado mucho en estos 67 años. Durante esos años la ciudad comenzó a crecer a un ritmo muy rápido. Uno de los barrios en los que más se aprecia ese crecimiento es justamente esta zona del Pla y Carolinas Altas.
En las imágenes la plaza Manila se comienza a contemplar con los primeros edificios que la rodean. El trazado de Padre Esplá se puede adivinar pero nada tiene que ver con el actual boulevard. Entre las grandes ausencias está el edificio de la Pirámide, que no comenzaría a construirse hasta 1968.
También ha cambiado drásticamente Urbanova y sus salinas. Lo que hoy en día son urbanizaciones y casas con piscina, cuando los americanos volaron sobre la provincia solo era terreno y arenal.
Si hay un símbolo que une a los alicantinos es el Hércules CF. En los años 50 el equipo jugaba en el estadio de la Viña en la zona de La Florida. Lo que en el futuro sería la zona deportiva del Tossal, con el Centro de Tecnificación, el estadio de atletismo o las piscinas municipales, es poco más que un proyecto con el hipódromo como única instalación de la zona.
¿Cuánto queda de ese «vell Alacant»? Mucho. Aunque también hay grandes novedades desde que los estadounidenses lo fotografiaron desde el aire en 1957. Un reflejo de la ciudad moderna y dinámica en la que se ha convertido Alicante.
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José A. González y Álex Sánchez
José A. González y Leticia Aróstegui
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