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Complejas estructuras criminales, con ramificaciones en ambas orillas del Mediterráneo, utilizan embarcaciones rápidas para introducir migrantes irregulares y cargamentos de droga desde las costas de Argelia hasta distintos puntos del litoral alicantino. Numerosas operaciones policiales revelan el uso de esta ruta clandestina y consolidan a la región alicantina como uno de los principales puntos de entrada para las redes criminales que operan entre África y Europa.
Pero estas organizaciones afrontan varios dolores de cabeza: la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, un cuerpo especializado dependiente de la Agencia Tributaria. Tres 'sabuesos' que unen sus fuerzas para evitar, a pesar de contar con menos medios que las redes del narco, la acción criminal por tierra, mar y aire.
La Policía Nacional y la Guardia Civil lideran las investigaciones complejas sobre redes de crimen organizado, tráfico de personas y estupefacientes en la provincia. Mientras, Vigilancia Aduanera actúa sobre todo en el ámbito marítimo y fiscal, centrado en la detección e interceptación de embarcaciones sospechosas, así como en la investigación de los flujos financieros que sustentan estas organizaciones.
Estos cuerpos policiales trabajan en coordinación con Europol y otras agencias internacionales, desplegando tecnología de vigilancia costera, drones, interceptaciones de comunicaciones y análisis financiero para seguir el rastro del dinero y desmantelar las estructuras logísticas que operan entre Argelia y España.
El tráfico de personas se ha convertido en una nueva vía de ingresos para las organizaciones dedicadas al narcotráfico en la provincia de Alicante. Estos trayectos ilícitos de ida y vuelta llevan cerca de dos años en expansión y representa un cambio estratégico en la actividad de estas mafias, según explican a TodoAlicante desde el grupo III de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental de la Comisaría Provincial de Alicante (Ucrif).
Los grupos criminales han incorporado el negocio de la inmigración irregular a su 'cartera' delictiva como una forma de diversificar riesgos y aumentar beneficios. Para ello ofrecen travesías clandestinas desde el norte de África hacia la costa española a bordo de narcolanchas, embarcaciones rápidas y mejor equipadas que las tradicionales pateras, lo que incrementa el atractivo de este servicio ilegal.embarcaciones semirrígidas de unos ocho metros de eslora que cuentan con motores de 300 caballos, que llegan a alcanzar los 130 km/h y que cuestan alrededor de 80.000 euros. A bordo suelen ir dos patrones, con teléfono satelital, lo que garantiza no salirse de la ruta establecida.
Unos ocho metros de eslora
Motores de 300 caballos
Alcanzan 130 km/h
Precio: alrededor de 80.000 euros
A bordo suelen ir dos patrones que navegan con teléfono satelital
Aunque en los últimos tiempos, los especialistas que luchan contra estas mafias han detectado un cambio en el 'modus operandi' de las organizaciones. La presión policial ha provocado que algunos criminales pasen de usar narcolanchas de gran cilindrada a robar embarcaciones menos potentes en puertos deportivos de la provincia. Con esta acción, pretenden dificultar la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por ejemplo, el puerto deportivo de El Campello ha sido escenario de varios intentos de robos de embarcaciones frustrados por los agentes locales en los últimos meses. Según la ley, en España las lanchas de más de 8 metros de eslora y 200 caballos de potencia están obligadas a disponer de permisos especiales de Aduanas y Hacienda, al ser consideradas objetos para transporte de personas y drogas. Por ello, las redes del narco optan por sustraerlas en los mismos puertos, y no transportarlas por carretera, ya que la Guardia Civil les requeriría una documentación de la que no disponen.
Efectivos que luchan a diario contra estas mafias cuentan a TodoAlicante que las redes del narco han detectado que el tráfico de personas es más rentable que el de la droga, puesto que no necesita estructura. Cargan y descargan a los inmigrantes, donde sea, sin importar que lleguen a la costa, o incluso que mueran.
En un taxi-patera caben alrededor de 25 migrantes, que pagan de media 10.000 euros por ocupante. Un beneficio de un cuarto de millón de euros en apenas cuatro horas y media, lo que dura la travesía desde Argelia a la costa alicantina en lanchas rápidas.
Las migrantes pagan todo el montante antes del viaje, en la misma playa o incluso semanas antes, no como la droga, que una parte se cobra cuando se recibe. Por eso, inciden en que «son más rentables los migrantes que los alijos de estupefacientes».
Para mover la cantidad ingente del dinero muchas de las mafias cuentan con un sistema financiero informal que no deja rastro: la 'hawala'.
Este sistema informal de transferencia de dinero, originario de Asia y Oriente Medio, permite mover fondos a través de una red de intermediarios de confianza -conocidos como 'hawaladars'- sin necesidad de transacciones bancarias ni registros oficiales, lo que dificulta el seguimiento por parte de las autoridades.
Las organizaciones criminales aprovechan 'la hawala' para transferir grandes sumas de dinero desde España a países como Argelia, sin dejar rastro en el sistema financiero convencional. Este método facilita la financiación de nuevas operaciones delictivas y la expansión de sus actividades, al tiempo que complica las labores de investigación y persecución del delito por parte de las fuerzas de seguridad.
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