Borrar
Ley del 'solo sí es sí': historia de un cisma
 

Ley del 'solo sí es sí': historia de un cisma

El año y medio que ha acabado convirtiendo la norma sobre la libertad sexual en una herida abierta en el Gobierno PSOE-Unidas Podemos

Viernes, 10 de febrero 2023, 00:01

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Consejo de Ministros aprobó la ley del 'solo sí es sí' el 6 de julio de 2021. No era una fecha baladí: se cumplía un lustro desde que los integrantes de La Manada agredieran sexualmente a su víctima en los Sanfermines, una violación tipificada así por el Supremo después de una doble sentencia inicial por abusos en Navarra y tras una indignación ciudadana sin precedentes. El Código Penal de entonces permitió tanto un primer veredicto con las penas a la baja de la Audiencia de Pamplona y el Tribunal Superior de Navarra, cuyos magistrados consideraron que no había mediado violencia en las penetraciones múltiples practicadas contra su voluntad a la denunciante de 18 años, como la imposición finalmente de 15 de condena para cada uno de los procesados. El Supremo endureció los dos primeros veredictos al interpretar que sí, que La Manada se prevalió de su fuerza grupal para violar a la joven.

La sucesión de manifestaciones en las calles y ante los juzgados, en una movilización inédita alentada por los colectivos feministas, se entremezcló con un intenso debate jurídico sobre si había que cambiar el marco legal o no para garantizar que los castigos a las agresiones sexuales no quedaran abiertos al criterio dispar de la Judicatura. La entrada de Unidas Podemos en el Gobierno de Sánchez, autoproclamado «feminista» desde su constitución, situó en el foco la reforma del Código Penal y la consagración del consentimiento como una misión política. El Ministerio de Igualdad de Irene Montero concibe la norma como una conquista legal que aúpa a España a la vanguardia del amparo a los derechos de las mujeres: las víctimas van a pasar de tener que responder a la pregunta de '¿Te resististe?' -un «calvario probatorio», para Unidas Podemos y distintos juristas- al '¿Consentiste?'; del 'no es no' al 'solo sí es sí'. Otros expertos, incluso favorables al cambio legislativo, oponen que el consentimiento siempre ha formado parte del Derecho democrático, porque únicamente las relaciones fruto de la libre decisión son lícitas.

Año y medio después de que la ley más icónica de Igualdad, incluso más que la 'trans' , saliera aprobada de manera colegiada por el Consejo de Ministros, la iniciativa ha derivado en otro calvario inesperado y sobrevenido: el vía crucis político y electoral para el Gobierno tras la rebaja de penas a centenares de abusadores y violadores ya condenados. En España hay 4.000 presos por estos delitos.

Visto bueno, con heridas, del Gobierno

6 de julio de 2021

La ley que buscaba blindar el libre consentimiento en las relaciones íntimas parte del Gobierno hacia las Cortes dejando ya heridas en su camino. El hoy exvicepresidente Pablo Iglesias, fundador de Podemos, había sugerido durante la complicada tramitación de la norma que el ministro Juan Carlos Campo, juez de carrera ahora sentado en el Tribunal Constitucional, era un «machista frustrado» por sus objeciones técnicas al proyecto propulsado desde el ministerio de Irene Montero. Esta ya se las había tenido tiesas con quien era en aquellas fechas la número dos del Gobierno, la socialista Carmen Calvo. Cuatro días después, tras apenas año y medio en el Consejo de Ministros del segundo mandato de Sánchez, Calvo salía de él. El presidente, que había entregado las políticas de igualdad a Podemos generando un malestar en sectores de las suyas que no se ha difuminado, tendía su paraguas sobre Montero para salvaguardar la cohesión interna de la coalición.

Aval de 205 escaños en el Congreso

25 de agosto de 2022

El Congreso ratifica la Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Libertad Sexual -la denominación oficial del 'solo sí es sí'- con una amplia mayoría de 205 votos, de la que se descuelgan el PP y Vox. La columna vertebral que sostiene la norma, que establece un amplio abanico de medidas legales y sociales para combatir estas vulneraciones de derechos, se construye sobre la formulación más explícita del consentimiento y la fusión en un único tipo delictivo del abuso y de la violación. Todo pasa a ser agresión sexual, lo que lleva a un ensanchamiento de las horquillas de castigo para los distintos ilícitos. El Consejo General del Poder Judicial había informado previamente, en un largo informe que cuestiona distintos aspectos del proyecto gubernamental, del riesgo de modificar las penas altas. El Ejecutivo no atenúa estas, pero sí las bajas (por ejemplo, la horquilla del tipo básico de violación pasa de entre 6 y 12 años a entre 4 y 12; la propuesta inicial era de 4 a 10).

Entrada en vigor en el BOE

7 de octubre de 2022

La norma comienza a operar ese día, pero es a principios de noviembre, coincidiendo con el revuelo por la supresión del delito de sedición en el Código Penal para satisfacer las exigencias de ERC a fin de aprobar los Presupuestos de Sánchez, cuando se inicia el goteo de rebajas de condena a delincuentes sexuales en virtud del principio básico de que el reo debe beneficiarse de la previsión legal que le resulte más beneficiosa. Con los 4.000 reos por delitos sexuales, quienes recurren sus penas y logran verlas suavizadas gracias a las nuevas horquillas de la ley se cuentan, vertiginosamente, por decenas.

Sánchez despeja el balón

14 de noviembre de 2022

María Jesús Montero, ministra y número dos del PSOE, abre la puerta por primera vez a reformar la ley. A las horas, y desde la cumbre del G-20 en Bali, el presidente Sánchez avala la norma e intenta evitar la fractura en el Gobierno por la vía de esperar a que se pronuncien la Fiscalía y el Supremo. Las atenuaciones penales y las excarcelaciones se extienden como una mancha de aceite sin que la instrucción dictada por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, frene la sangría. Voces socialistas urgen la reforma. Se van sumando desde el expresidente Felipe González a la ministra de Defensa, Margarita Robles, jueza de oficio, pasando por distintos barones territoriales más o menos próximos a Sánchez. La estrategia de Igualdad para responder a las críticas es defensiva: Montero y la también ministra y líder de Podemos Ione Belarra atribuyen las rebajas de penas y las excarcelaciones a que los jueces son machistas.

La bronca incendia el Congreso

23 de noviembre de 2022

La convivencia en el Congreso se emponzoña al límite. Al calor de la ya fortísima polémica por la aplicación del 'solo sí es sí', la diputada de Vox Carla Toscano arremete contra Irene Montero tildándola de «libertadora de violadores» y espetándole que su «único mérito» es «haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias», en alusión a la relación de la ministra con el fundador de su partido. La bronca genera una ola de solidaridad hacia la agraviada, en medio de denuncias de los suyos de «violencia política» que no solapan la catarata de atenuaciones penales y excarcelaciones por efecto de la ley. A los pocos días, la miel se vuelve hiel para Montero cuando carga contra el PP acusándole de fomentar «la cultura de la violación».

El preludio del ‘caso Arandina’

29 de noviembre de 2022

El Supremo marca el paso al bajar un año, por «obligado», la condena que podía haber impuesto a los agresores de la Arandina, los futbolistas del club burgalés que agredieron sexualmente a una joven. El Gobierno sigue aferrándose a que aún es pronto para evaluar la aplicación normativa y que hay que esperar a que el alto tribunal siente doctrina con otras resoluciones. La Sala de lo Penal va pronunciándose sobre los recursos de casación que se le presentan; es decir, sobre procedimientos aún abiertos porque no hay sentencia firme. Cosa distinta son las resoluciones sobre rebajas de pena ya fijadas desde la entrada en vigor de la nueva ley por las audiencias provinciales y los tribunales superiores. Estas también podrán ser impugnadas ante el Supremo, pero eso llevará aún meses.

El presidente abre la puerta a la reforma

6 de diciembre de 2022

Sánchez alienta por primera vez la posibilidad de reformar la ley en los corrillos informales con periodistas en el Congreso el Día de la Constitución. Justicia e Igualdad empiezan a negociar secretamente dos días después, sin que el Gobierno dé muestras en público de haber enderezado su posición. De hecho, y cuestionado al respecto en el cóctel que Moncloa comparte con la prensa en Navidad, el presidente insiste en que hay que aguardar a que el Supremo asiente el camino a seguir.

El ultimátum del PSOE a sus socios

27 de enero de 2023

La división soterrada en el Gobierno revienta. El ala socialista anuncia que la ley se va a reformar. Dos días después, el lunes tras la habitual reunión de la ejecutiva del PSOE, la ministra de Educación y portavoz del partido, Pilar Alegría, lanza que los suyos presentarán una proposición de ley de modificación de la norma con o sin el aval de Unidas Podemos. La orden de Sánchez, hasta entonces reservada, se convierte en ultimátum irrenunciable.

Los socialistas registran su proposición de ley

6 de febrero de 2023

El PSOE consuma su amenaza y oficializa unilateralmente su plan de reforma en la Cámara baja. Las negociaciones entre el Ministerio de Justicia de Pilar Llop, autor de la propuesta, e Igualdad no fructifican. Los socialistas mantienen en el artículo 178.1 el consentimiento tal y como estaba, pero recuperan la violencia y la intimidación para elevar las penas y devolverlas a donde se situaban con el Código Penal previo. Unidas Podemos interpreta que sus socios retornan al modelo que exige a la mujer justificar que se resistió para poder condenar las violaciones y se opone frontalmente al paso dado por el PSOE, que descoloca también a los aliados de la investidura. La ley tiene efectos indeseados «… y me quedo corto», sostiene Sánchez ante los diputados y senadores socialistas para justificar una reforma por «sentido común» aún de resultado incierto. Su tramitación parlamentaria aboca a que el debate se prolongue hasta un momento tan simbólico con la celebración del 8 de marzo, con el feminismo sin una posición unánime sobre la ley.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios