Una herencia perdida en Francia busca a su dueño legítimo en Alicante

Una herencia perdida en Francia y sus dueños legítimos a más de 1.100 kilómetros de distancia. Puede parecer un pretexto bajo el que se podrían completar varios capítulos de ficción en Netflix. Sin embargo, esto les ha ocurrido a unos vecinos de Alicante, quienes han descubierto, por sorpresa, que son los herederos de un familiar que falleció en el país galo.

Se trata de un matrimonio de octogenarios de la ciudad de Alicante, quienes prefieren permanecer en el anonimato. La mujer descubrió hace unos años que su prima, quien vivía en Lyon, falleció, y fue hace unos meses cuando supo que era la dueña de su herencia. De todo ello se enteró por teléfono, cuando un reconocido bufete de abogados de 'cazadores de herederos' les contactó.

«Nos contactaron por teléfono hace más de un año, y nos dijeron que teníamos una herencia de mi prima, que había fallecido», cuenta esta vecina a TodoAlicante. La mujer asegura que el abogado que se comunicó con ellos afirmó que su pariente «había dejado una herencia a todos los primos». En cuanto descolgó el teléfono se puso manos a la obra y llamó a sus primas de Valencia y Villafranqueza. Ninguna quería saber nada del tema.

El asunto murió ahí. Sin embargo, hace tan solo unas semanas una abogada se personó en su casa para darle los papeles para tramitar la herencia. «Vino personalmente una experta en genealogía y nos dio unos papeles que tenemos que mandar a su oficina de Madrid firmados», explica la alicantina, quien asegura que esta le dijo que «estábamos en la lista de todos los primos para heredar».

Sin embargo, la desconfianza aumentó cuando «nos dijo que no nos podía decir la herencia que había dejado mi prima, aunque nos aseguraron, como pone en el contrato, que corrían con todos los gastos», cuenta el matrimonio, quien asegura que «al principio pensábamos que era una estafa».

Y es que hacía tiempo que «no hablábamos con mi prima, tan solo en Navidad para felicitarnos». De hecho, ellos no supieron que su prima falleció hasta «que me lo dijo una prima mía de Valencia», explica la alicantina, quien afirma que de esto hace ya varios años.

Al igual que sus otros primos, el matrimonio rechaza reclamar esta herencia. «Nos dijeron que podía tardar más de tres años, y que en caso de que no estuviésemos pasaría a nuestros hijos, y no tenemos ganas de dejarles follones», resaltan ambos.

Eso sí, ambos se preguntan qué podría haber sido esta herencia. «Mi prima no tenía mucho, no nadaba en la abundancia», recuerda la vecina alicantina, quien explica que tenía «un pisito en Lyon y una casa de campo a las afueras de un pueblo cercano que era de los padres de su marido, pero no sabemos nada de si su marido tenía hermanos, primos o sobrinos», comentan ambos.

«Mi prima se fue de pequeña a Francia desde Argel, en la posguerra», recuerda esta vecina de Alicante, quien relata que sus tíos «no tenían nada cuando llegaron allí y vivían en una situación muy precaria, les tuvo que ayudar el Gobierno francés».

En Lyon empezaron una nueva vida y allí su prima se casó. «Yo ya acabé perdiendo el contacto con ella, tan solo hablábamos en Navidad para felicitarnos, pero luego ya no me contestaba», recuerda, al mismo tiempo que dice que supo de cómo le iba la vida y de su deceso por sus primas de Valencia, quienes sí mantuvieron el contacto.

Fue hace varios años cuando esta mujer falleció y la sorpresa del matrimonio no solo llegó cuando se enteraron, sino cuando tiempo más tarde le contactaron para asegurarle que tenía derecho a una herencia, la cual no se sabrá nunca de qué se trataba.