¿Por qué bajaba el agua con tanta fuerza en los barrancos durante la DANA?

La histórica inundación que ha sufrido la comarca de l'Horta Sud ha roto todos los registros históricos. A falta de que la Confederación Hidrográfica del Júcar presente los datos definitivos del día 29 de octubre, Félix Francés García, catedrático de ingeniería hidráulica de la Universitat Politècnica de València, presidente de la Plataforma Tecnológica Española del Agua y especialista en el riesgo de inundación, calcula que el aforo en la Pista de Silla pudo llegar a los 3.500 metros cúbicos y una velocidad de entre 2 y 4 metros por segundo.

La fuerza de este avance se produce fundamentalmente por dos razones. Por un lado, la cuenca del Poyo es un caso paradigmático de avenidas relámpago, según Francés. Son las que se forman en cauces secos, con una fuerte pendiente y relativamente pequeños. Esta combinación de factores tiene una gran capacidad de destrucción al combinar un alto caudal repentino, velocidad y arrastre de sedimentos.

Por otro lado, el cauce es una zona muy poblada con gran número de construcciones de todo tipo que modifican de forma artificial el recorrido del agua. La mayor parte de los puentes destruidos están próximos a estrechamientos. Al reducirse el espacio, la velocidad aumenta y, con ello, mayor capacidad de arrastre y erosión. Esta capacidad de destrucción puede mover los pilares de los puentes o arrasar bases y zapatas, hasta derribar un puente de hormigón. Además del aumento de velocidad, aguas arriba se produce un efecto de retención, provocando mayores inundaciones.