
La cantera de pilotos de las grandes aerolíneas europeas está en Alicante
La academia European Flyers, con sede en el aeródromo de Mutxamel y en Madrid, forma profesionales en las diferentes modalidades de la aeronáutica | El sector tiene una gran demanda y se necesitan 600.000 pilotos hasta 2042
Piloto de aviones, helicópteros y hasta drones. Estos son los principales cursos que oferta la academia alicantina European Flyers, una de las más importantes de Europa, desde su emplazamiento en el aeródromo de Mutxamel. Con sedes también en Madrid y Toledo, además de su nueva base en Sevilla tras la fusión con Aerotec, cuenta con más de 140 alumnos bajo sus alas.
Nacida hace 30 años de la mano de la familia Miñano, la academia ha ido creciendo hasta ser una de las más importantes a nivel nacional e incluso europeo. Cuenta con más de 45 aeronaves, sumando aviones y helicópteros, así como distintos simuladores de vuelo. Entre su avión más usado destaca el monomotor, aunque también disponen de robustos bimotores y otros más avanzados.



Una academia en la que 'se rifan' a los alumnos por la alta demanda que hay en el sector. Se calcula que hasta 2042 la demanda de pilotos es de 600.000 y, tan solo en España, se necesitan 1.200 profesionales al año, mientras que la realidad es bien distinta, pues solo se están emitiendo entre 700 y 800 profesionales. Así lo explica el director y fundador de la escuela, Luis Miñano, a TodoAlicante. El también piloto insiste en que, en ocasiones, hay empresas que preguntan por los alumnos incluso antes de graduarse.
Y es que la sede de Alicante cuenta con lo último para formar estos profesionales tan demandados. Desde un simulador de vuelo en el que los alumnos practican situaciones de emergencia que podrían darse hasta prácticas de vuelo desde el aeródromo de Mutxamel.

Según explica Miñano, el curso cuenta con 1.000 horas de teoría presencial, 180 horas de vuelo y unas 80 horas de simulador, lo que se extendería alrededor de dos años. El curso de puede homologar como grados tras pasar los exámenes oficiales. De hecho, la propia escuela de Alicante es sede oficial para ello.
La experiencia en el cielo
Cuando uno entra a la escuela se traslada inmediatamente al mundillo. Con varios hangares al más puro estilo 'Top Gun', los alumnos van uniformados como piloto, aunque queda un tiempo para que se ganen sus hombreras con dos líneas, las que demuestran que es piloto comercial. En el caso de querer conseguir hasta una cuarta costará más años para así autodenominarse comandante, según explica el director de la escuela.
Nada más entrar hay una pantalla con la información de vuelo, como si de una aerolínea se tratase, con las salidas programadas, códigos y tipo de avión que se utilizará. Y es que en la parte de abajo del hangar se encuentra tanto el simulador como una nave monomotor y varios helicópteros. Fuera de este hay más aviones que esperan para partir a la pista y despegar.



«Los aviones se encuentran totalmente adaptados», detalla Miñano. Como si de un coche de autoescuela se tratase, tienen dos mandos, controles replicados e idénticos y las mismas pantallas de la información de vuelo. Un instructor se monta con los alumnos y, antes de subir al cielo, les enseña todo lo que deben saber en la cabina.
Y es que la experiencia es lo más importante. Tras salir formados aún necesitarán 1.500 horas de vuelo, que las harán supervisados en la compañía, para poder ejercer como piloto comercial. Eso sí, desde la escuela programan todo lo necesario para poder volar estos grandes aviones comerciales.

Recuerdos del pasado
Durante el recorrido por las instalaciones, en el propio hangar de European Flyers se encuentra un helicóptero peculiar. Luis Miñano explica que es el helicóptero que usaba su padre hace varias décadas. Con miles de horas de vuelo se encuentra expuesto en el hangar de la escuela «para recordar de dónde venimos».
Justo en el hangar de al lado hay cuatro aviones comerciales y privados. Desde pequeños modelos bimotor hasta otros más grandes. Miñano explica que estos se pueden emplear en vuelos sanitarios e incluso transporte de órganos. De hecho, el empresario alicantino pilotó modelos similares cuando se encargaba de transportar órganos.
Según el director de European Flyers, en la escuela se completan unas 70 horas de vuelo al día con diferentes salidas. Dependiendo de la meteorología, se pueden superar las 25.000 horas al año. Se hacen con sus aviones monomotor y bimotor, los más nuevos del mercado, caracterizados por ser «ligeros, poco contaminantes y con la última tecnología», explica Miñano.
Una escuela referente
Si por algo destaca la escuela es por la cantidad de referencias y certificaciones que tiene. Se trata de una escuela ATO (Organización de Entrenamiento Aprobada), certificada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Además, cuenta con los certificados emitidos por Aenor ISO 9001, referente a la calidad, e ISO 14001, de gestión ambiental, subrayan sus responsables.
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