Los alicantinos tiran de la marca blanca para combatir el precio de la cesta de la compra
Son cada vez más los hogares que optan por este tipo de artículos para poder paliar el encarecimiento de los alimentos | Uno de cada dos productos en el carrito son de enseña propia
Con el precio de los alimentos y, por ende, de la cesta de la compra disparado, son muchos los alicantinos que intentan recortar de aquí y allá cuando van al supermercado para intentar que la factura final duela lo menos posible.
Según el último dato del INE, correspondiente a agosto, la subida de los precios de los alimentos se sitúa en un 10,5%, comparado con el mismo mes de 2022. Un incremento que sigue por encima de los diez puntos porcentuales un año y medio después, a pesar de la rebaja del IVA impulsada por el Gobierno el pasado mes de enero.
Las pronunciadas subidas de precios de los productos del supermercado han provocado otro incremento, pero este de protagonismo, entre las marcas blancas. Según el estudio sobre 'La marca propia en España 2023', uno de cada dos productos de la cesta de la compra corresponden a esta tipología.
Y es que los altos precios han obligado a muchas familias a buscar opciones más baratas. El mismo informe esclarece que el 66% de las personas que optan por este tipo de marcas lo hacen por su precio más barato. Vicente, un padre de una familia de tres integrantes, asegura que busca este tipo de etiquetas en la sección de limpieza. «Sobre todo en detergentes y demás, porque la diferencia es a veces incluso el doble con marcas de renombre», explica.
53% de los productos
de la cesta de la compra son de marca blanca
10,5% de subida
del precio de los alimentos en agosto
1.123 euros
de gasto medio anual de los hogares en productos de marca blanca
Al igual que Vicente, Merche ha comenzado a usar marcas blancas, «especialmente en aquellos productos que no tienen una marca concreta que nos gusta o con la que tengo afinidad», explica esta madre de una familia de cinco integrantes, quien asegura que, aunque no siempre opte por productos de marca propia, «sí que comparo precios para comprar el más barato».
El precio es una de las principales razones por las que los alicantinos se deciden por este tipo de productos, que han pasado de obviados, o casi, a auténticos reductores del coste de la cesta de la compra. Sin embargo, no es el único. Según el estudio, el 44% de las personas piensan en la relación calidad-precio como motivo de compra. Es el caso de Fátima que asegura que en su familia se compran este tipo «aparte de que son más baratos, porque nos gustan, como yogures o lácteos».
Sin cambio de hábitos
No todas las personas han cambiado sus hábitos, hay otros que priman las antiguas costumbres pese a las constantes subidas de precios. Es el caso de Carmen, que «a pesar del encarecimiento, no he cambiado mis hábitos de compra».
Carmen asegura que sigue optando en las marcas blancas por productos de papel y limpieza, pero en el resto compra los artículos de siempre.
Razones que han hecho que la participación de este tipo de artículos aumente en tres puntos porcentuales, comparado con el pasado año. Un incremento que el experto en Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya, Carlos Gázquez, achaca a la inflación, lo que ha provocado que «muchos consumidores se hayan visto obligados a probar otras opciones más económicas frente a las marcas nacionales recurrentes«.
Gázquez explica que el rol de las marcas blancas ha cambiado en los últimos años. «Ya no es solo la opción 'barata', se ha convertido en una marca más que normalmente cuesta menos que los líderes». Una transformación que se nota en el gasto de la cesta de la compra. Según el estudio descrito anteriormente, los hogares del país invierten de promedio 1.123 euros anuales en productos de marca propia, una subida de 141 euros más que la cifra de 2022.
La cesta de los jóvenes
Entre los productos más populares y recurrentes de la marca blanca se encuentran la fruta y verdura congelada, con un 85,3% de la cuota de compra, los huevos con un 80% y las bebidas refrigeradas, con otro tanto por ciento.
Productos que, aunque son comprados por todo tipo de alicantinos, destacan entre un grupo. Tan solo hace falta pasearse por un supermercado cercano a la universidad para observar los carritos de los jóvenes, llenos de marcas más baratas.
Y es que el estudio de marca propia refleja que casi el 60% de la cesta de los menores de 35 años está compuesto por productos de marca propia, 7,5 puntos por encima de los mayores de 65 años. Una diferencia que se debe, principalmente, al menor poder adquisitivo y a la necesidad de ahorro.