Borrar
Análisis

Todas las canciones de 'LUX': así suena la fe según Rosalía

Antes de su lanzamiento, el nuevo disco de Rosalía se filtra: lo escuchamos completo y analizamos su viaje a la luz a través de las 18 canciones

Jueves, 6 de noviembre 2025, 14:31

Comenta

No hay frontera posible cuando la intención es pura. Quizás 'LUX', el cuarto disco de Rosalía no sea para todos, pero es, sin duda, para los tiempos que vienen. Un álbum conceptual estructurado en cuatro movimientos donde se aparta del confort del mainstream. Se mueve en los márgenes del pop -y al mismo tiempo, en su centro-, en un espacio donde la modernidad no teme parecer erudita. Antes de su lanzamiento, el disco comenzó a circular tras una filtración dos días antes. Este medio ha podido escucharlo al completo para desgranar el recorrido luminoso que Rosalía propone con sus nuevas canciones.

Hay que detenerse en su voz, más suya que nunca, que alcanza aquí su punto más maduro y arriesgado. Vocalmente el más magistral. Canta en trece idiomas -español, catalán, portugués, inglés, japonés, latín, alemán, italiano, hebreo, chino mandarín, ucraniano, árabe y francés-, no como ornamento, y sí como declaración de principios.

El disco abre con un bloque orquestal y sección completa de cuerdas que envuelven como un abrazo divino que recuerda a un réquiem barroco, y la atmósfera se mantiene hasta el segundo movimiento, con 'Berghain', el sencillo-bandera del álbum que fractura la solemnidad. Las ediciones físicas del álbum incluyen tres temas inéditos: 'Focu 'ranni', 'Jeanne' y 'Novia Robot'. Con ellas, el total de canciones asciende a dieciocho.Analizamos 'LUX' canción a canción, y movimiento a movimiento. Los movimientos en música clásica hacen referencia a secciones autónomas por ser parte de una pieza más grande o a la velocidad de la música. Estos cuatro movimientos responden más a la lógica de una sinfonía que a la de un álbum pop.

Mov I

Aborda los excesos, la devoción y la fragilidad humana. Establece los cimientos espirituales del álbum. Rosalía abre el viaje en tono solemne y casi litúrgico, donde lo clásico y lo contemporáneo dialogan para situar al oyente frente a su gran dilema: ¿cómo alcanzar lo divino sin renunciar a la materia?

  1. Imagen principal - Sexo, Violencia y Llantas

    Sexo, Violencia y Llantas

«En el primero, sexo, violencia y llantas
Deportes de sangre, monedas en gargantas
En el segundo, destellos, palomas y santas
La gracia y el fruto, y el peso de la balanza»

La obertura de 'LUX' comienza con un piano romántico y limpio que da paso a un bloque orquestal sostenido por una sección completa de cuerdas. El sonido clásico irá escalando hacia terrenos más intensos, como símbolo de la violencia o del conflicto. Desde los primeros compases, el tema marca la dirección que seguirá el álbum: una búsqueda espiritual que, sin embargo, no renuncia a la materia. Es una apertura solemne, casi litúrgica, donde ya se intuye el pulso del conflicto que recorrerá todo el disco: la tensión entre la carne y la fe, entre el impulso y la redención. Lo terrenal se expresa en imágenes de asfalto y deseo; lo divino, en destellos que asoman entre las cuerdas.

  1. Imagen principal - Reliquia

    Reliquia

«Yo, que perdí mis manos en Jerez
Y mis ojos en Roma
Crecí, y el descaro, lo aprendí
Por ahí por Barcelona
Perdí mi lengua en París
Mi tiempo en L.A
Los heels en Milán
La sonrisa en U.K

Pero mi corazón nunca ha sido mío
Yo siempre lo doy, uh-uh
Coge un trozo de mí
Quédatelo pa' cuando no esté
Seré tu reliquia»

Rosalía comienza a relatar el origen de su viaje: la búsqueda de lo divino a través de la música. 'Reliquia' encarna esa apertura del camino espiritual y terrenal, con una producción que combina lo clásico y electrónico, lo celestial y lo humano. La canción se sostiene sobre dos planos: uno orquestal, con un arreglo de cuerdas de violines ágil y luminoso, y otro más sintético, donde irrumpen los sintetizadores y la voz se vuelve etérea. En ese tránsito entre ambos mundos, Rosalía cita Roma, Madrid, Japón, Marruecos, Los Ángeles o Reino Unido, anticipando un recorrido global que se desplegará también a través de distintos idiomas.

Vocalmente, se mueve con libertad entre registros altos y susurros, como si su voz acompañara el propio desplazamiento del tema: de la tierra al cielo, de lo íntimo a lo universal.

  1. Imagen principal - Divinize

    Divinize

«Fruta roja y redonda, ¿quién la adivina?
Obviamente, es la manzana, que está prohibida.
Y si sólo la miras, te salvarías. Pero sin morder.
Este fantasma todavía está vivo, todavía está vivo.
Está más viva que nunca, más viva que nunca»

Cantada en catalán e inglés, plantea una de las ideas centrales del álbum: el deseo de alcanzar lo sagrado sin renunciar al cuerpo. «Sé que fui creada para divinizar», declara Rosalía sobre una base de sintetizadores envolventes y percusión mínima, en una atmósfera casi litúrgica, como un rezo digital.

El tema revisita el mito de la manzana prohibida, y su voz se duplica, se distorsiona, se eleva sobre sí misma, confesando e invocando a la vez, como si la tentación -y el pecado original- fueran fuerzas que nunca terminan de desaparecer del todo.

  1. Imagen principal - Porcelana

    Porcelana

«Mi piel es fina
De porcelana
Rota en la esquina
Mi piel es fina
De porcelana
Y de ella emana
Luz que ilumina
O ruina divina»

El discurso de 'LUX' alcanza una dimensión casi sacra. Sobre una base de trap sinfónico y coral, la voz de Rosalía repite en latín «Ego sum lux mundi» (Yo soy la luz del mundo) como si se tratara de un mantra. La repetición no busca la afirmación narcisista, sino la toma de conciencia: decirlo hasta creerlo, creerlo hasta encarnarlo.

El tema transita entre la fragilidad y la revelación; su sonido alterna pasajes de cuerdas solemnes con un bajo que late como y desciende a lo terrenal como una oración. Es la proclamación de un yo que, más que divinizarse, se reconoce luminoso pese a la materia que lo compone.

  1. Imagen principal - Mio Cristo Piange Diamante

    Mio Cristo Piange Diamante

«Cuántos puños te han dado que deberían ser abrazos»

Cantada íntegramente en italiano, adopta la forma de una copla espiritual en la que Rosalía se dirige a su Dios -o, más bien, a su propósito- con la voz desnuda, un piano sutil y una intensidad contenida. Recupera la estética de la canción popular, cantando a pecho abierto, entre la súplica y la confesión. A medida que avanza, el piano la abandona para dejarla sola ante lo divino en el final de la obra: su voz se eleva hasta rozar lo operístico en una cumbre final que parece entrega total.

Mov II

Dualidad entre deseo y redención. La artista entra en el mundo del deseo, la caída, la contradicción: lo electrónico se mezcla con lo clásico, el club con la liturgia. Es donde lo humano tropieza pero también se define.

  1. Imagen principal - Berghain

    Berghain

«Su miedo es mi miedo.
Su ira es mi ira.
Su amor es mi amor.
Su sangre es mi sangre.
La llama me penetra el cerebro
como un osito de peluche de plomo.
Guardo muchas cosas en mi corazón,
por eso lo siento tan pesado.
Yo sé muy bien lo que soy
Ternura pa'l café
Solo soy un terrón de azúcar
Sé que me funde el calor
Sé desaparecer
Cuando tú vienes es cuando me voy»

En 'Berghain', Rosalía desciende al mundo de la carne. Tras el bloque inicial de solemnidad orquestal, el disco se abre a la confusión, al deseo y a la tentación. La artista se adentra en ese territorio donde lo terrenal y lo divino chocan de frente, y comprende que avanzar también implica perder. Es un tema de tránsito, de caída y aprendizaje. La voz de Björk -su madre simbólica- irrumpe como una guía o una intercesora que le recuerda su propósito, su fe original. Tres actos condensan el espíritu de 'LUX': tentación, caída y revelación.

La pieza fusiona ritmos electrónicos con texturas orquestales y corales, en un equilibrio casi imposible entre lo sacro y lo profano. Rosalía canta en alemán, en registro de soprano ligera, y alterna frases en español e inglés, creando un espacio sonoro que parece surgir desde dentro de su mente: una corriente de pensamiento hecha música. Es la banda sonora de un pensamiento intrusivo, de la batalla interna entre el deseo y la devoción.

  1. Imagen principal - La Perla

    La Perla

«No me das pena
Quien queda contigo se drena
Siempre se autoinvita
Si puede, vive en casa ajena

Red flag andante
Tremendo desastre
Dirá que no fue él
Que fue su doppelgänger»

Con Yahritza y su Esencia como colaboradores -la joven banda de música regional mexicana que se ha convertido en fenómeno internacional-, Rosalía firma un tema con ritmo de vals y aire fronterizo en el que se libera del peso del pasado. Entre guitarras suaves y un fraseo contenido, la artista se desprende del resentimiento que aún habita en su corazón. Lo hace con ironía y desgarro, dedicando versos a una expareja que se convierte en símbolo de la decepción amorosa: «estrella de la sinrazón», «un espejismo» y «medalla olímpica de oro al más cabrón». El retrato se completa con una estocada final: «Siempre mientes más que hablas. Te harán un monumento a la deshonestidad»

  1. Imagen principal - Mundo Nuevo

    Mundo Nuevo

«Quisiera yo renegar de este mundo por entero,
madre de mi corazón.
Volver de nuevo a habitar por ver si en un mundo nuevo
encontraba más verdad»

Balada breve en la que recurre al cante y a los aires flamencos, acompañada por la orquesta, para reinterpretar la petenera 'Quisiera yo renegar' de Pastora Pavón, La Niña de los Peines. En ella confiesa su deseo de renegar de este mundo y escapar del sufrimiento.

La voz, estremecida y doliente, se entrelaza con una instrumentación que, partiendo de lo íntimo, se expande hacia lo orquestal y alcanza agudos que evocan los lamentos, cornetas y saetas de las procesiones de Semana Santa, suspendida entre la devoción y el desgarro.

  1. Imagen principal - De Madrugá

    De Madrugá

«Le pesan la' cadena'
De madrugá, de madrugá, de madrugá, de madrugá
No hay un arma, una Glock o Beretta
Que dispare y te traiga de vuelta
De madrugá (¿qué?), de madrugá (¿qué?)
De madrugá (¿qué?), de madrugá (¿qué?)

Para desquitarme, yo tengo derecho»

Una canción que Rosalía había interpretado en directo en varias ocasiones desde la gira de 'El mal querer', pero que no había publicado hasta ahora. Surgió mientras ensayaba en el estudio, preparando aquella gira, y reaparece aquí transformada: una composición de pulso flamenco, pero con una sensibilidad más contemporánea, cercana al R&B y al minimalismo. Los coros, etéreos y cantados en ucraniano, acompañan un estribillo repetitivo que funciona como un mantra.

Mov III

El movimiento más experimental, más íntimo y arriesgado. Rosalía se desnuda y se expone. Se permite la duda, la ironía y la ternura. Experimenta con la identidad -femenina, digital, espiritual- y convierte lo íntimo en una forma de tecnología emocional. El relato empieza a girar hacia la redención, la introspección y el poder personal.

  1. Imagen principal - Dios Es Un Stalker

    Dios Es Un Stalker

«Detrás de ti, voy
Yo, que siempre espero que vengan a mí
No me gusta hacer intervención divina
Pero, a mi baby, yo lo voy a stalkear
Pa' poderlo enamorar»

El comienzo de esta nueva fase desemboca en una mezcla de géneros caribeños como la rumba y el flamenco, atravesados por elementos de ópera y pop. La producción alterna capas orquestales con percusión y palmas en clave latino que sostienen el pulso, y que pese al dramatismo, invitan al movimiento. El tema juega con el contraste entre lo sagrado y lo cotidiano, entre la fe y la obsesión. «Detrás de ti voy, yo que siempre espero que vengan a buscarme a mí», canta, en un tono que oscila entre la devoción y la persecución amorosa. Es, probablemente, el tema que más lanza al baile dentro del álbum, aunque lo haga desde un lugar distinto: no desde la euforia, sino desde el trance.

  1. Imagen principal - La Yugular

    La Yugular

«¿Cuántas peleas recuerdan
Las líneas de mis manos?
¿Cuántas historias caben
Metidas en 21 gramos?
Tú que estas lejos
Y a la vez más cerca
Tú que estas lejos
Y a la vez más cerca
Que mi propia vena yugular»

Parte de una idea sencilla y radical: la de que todos compartimos una misma alma. Inspirada en la mística islámica, la canción busca traducir en música esa noción de unidad. Rosalía se aproxima al árabe no solo como idioma, sino como forma de respirar: en esa lengua, el aire tiene un valor casi espiritual, y por eso el álbum comienza precisamente con una respiración, el primer sonido humano del disco. La grabación fue un desafío técnico en el que usó la garganta de otra manera, en un gesto de amor hacia la lengua y su sonoridad.

Destaca el outro de la canción donde resuena Patti Smith en un fragmento de sus lecturas performáticas de los años 70 y sus entrevistas posteriores, donde reflexiona sobre la necesidad de ir siempre más allá: de atravesar puertas, espejos y reflejos en una búsqueda incesante de trascendencia. Es una declaración sobre el impulso creativo y espiritual de romper los límites, de no conformarse con una sola revelación, sino seguir cruzando umbrales hacia lo desconocido.

  1. Imagen principal - Focu 'ranni
    Solo edición física

    Focu 'ranni

«Ahora seré mía y de mi libertad»

La expresión siciliana «focu 'ranni» significa literalmente «gran incendio». Esta vez en italiano, la canción gira en torno a algunos de los detalles más personales de su relación con quien fuera su prometido, al deseo de no casarse y al tránsito de la ilusión nupcial hacia una etapa más serena, donde la plenitud no pasa por el vínculo. «Quería ir de blanco y terminé vistiendo de violeta», canta.

El color no es casual: en la tradición cristiana, el violeta simboliza el recogimiento y la transformación, el tiempo de espera antes de la revelación. Es el color que los sacerdotes usan en Cuaresma y Adviento, o en contextos de duelo y reflexión espiritual. Es también el tono del duelo, pero sobre todo de la lucidez que llega después del fuego. En su voz, esa simbología se entrelaza con una lectura contemporánea: el violeta como emblema de la feminidad consciente, del empoderamiento que nace al volver a pertenecerse.

  1. Imagen principal - Sauvignon Blanc

    Sauvignon Blanc

«Yo beberé Sauvignon Blanc a tu lado
Mi futuro será dorado
Ya no tengo miedo del pasado
En el fondo se hundió
En mi Sauvignon Blanc, a tu lado
Mi futuro sé bien que será dorado»

Rosalía camina sobre un piano desnudo que la acompaña hasta el final, en una balada espiritual de naturaleza pop, sin «Jimmy Choos» ni su «porcelana», donde todo exceso se disuelve. La canción avanza con la calma de quien ya ha hecho las paces con el pasado y llega a la serenidad con las palmas a la espera del término del viaje. «Ya no tengo miedo del pasado, está en el fondo de mi Sauvignon Blanc», canta, brindando despidiéndose de su propia historia antes de dejarla ir.

La pieza funciona como epílogo en el disco -que no vinilo -: el cierre del viaje interior que 'LUX' propone, donde lo divino y lo terrenal terminan reconciliados en un mismo trago.

  1. Imagen principal - Jeanne
    Solo edición física

    Jeanne

«Tiembla sin nadie a su lao
Ternura de tiempo afilao
Coronada y espinada
Estando de pie parirás luz
Y las llamas destrozarán la cruz»

Inicio del cuarto movimiento y cantada en francés, 'Jeanne' se inspira en la figura de Juana de Arco para construir un retrato de la santidad y la resistencia femenina. La voz intenta sostenerse como quien carga con el peso del mito: contenida, pero que se quiebra ligeramente en los graves, la canción culmina en un bucle y mantra que repite entre cuerdas ascendentes y el eco de su voz retornando al tarareo de la melodía principal: «Entrégate, que no hay manera. Mejor amar que aniquilarse».

Más allá de la referencia histórica, la pieza dialoga con el presente. Juana de Arco ha sido leída como símbolo de la identidad disidente: una figura que desafió las normas de género y pagó con su vida el derecho a existir fuera de ellas. Aquí, la artista adopta esa piel y la actualiza. No habla desde la fe religiosa, sino desde una fe más íntima -la de ser quien se es, sin pedir permiso-. En esa voz que se declara «ni hombre ni mujer, sino un ser divino», resuena la idea de que la santidad puede ser también una forma de libertad.

Mov IV

La reconciliación. Después de la duda, la carne y la revelación, Rosalía alcanza una paz contenida, consciente. Ya no busca respuestas: las ha cantado. Es la fase más espiritual del álbum, donde el sonido se vuelve más depurado y la emoción más nítida. Cuerpo y fe, aquí ambos elementos se funden.

  1. Imagen principal - Novia Robot
    Solo edición física

    Novia Robot

«Soy RoRo, llevo tutú.
Guapa para Dios,
me pongo guapa para Dios,
nunca pa ti ni para nadie,
solo guapa pa mi Dios»

Recupera un pulso rítmico cercano al de sus trabajos anteriores. Cantada en mandarín, hebreo y español -y en un idioma inventado de raíz viral, el 'potaxie' o «electronic puchaina»-, términos virales de internet asociados a redes sociales, especialmente TikTok, la ironía alcanza su punto más afilado. La pieza satiriza y retrata un futuro en el que el deseo se fabrica en serie: un fabricante de juguetes sexuales lanza al mercado las «Robotikas con k», androides femeninas programadas para la obediencia. Las ventas se disparan y el relato se desenvuelve sobre sí mismo cuando la protagonista, «RoRo». En un guiño sutil, llega a rimar con la palabra Labubu, personaje de colección de vinilo, símbolo de la hiperfeminización pop, como eco de la infantilización y el fetiche. La canción funciona así como una sátira sobre la tecnocracia del deseo y la estetización digital de lo femenino.

  1. Imagen principal - La Rumba Del Perdón

    La Rumba Del Perdón

«Tú y tu compa're de corazón
Inseparables, pero algo pasó
Había un quilo sin corte en tu cajón
Y de pura envidia, alguien te lo robó
Tu mejor amigo, el que tocaba la guitarrav¿Qué será lo que pasó?»

La Trinidad que conforma junto a Silvia Pérez Cruz y Estrella Morente, tres mujeres de diferentes generaciones, recala en una rumba catalana con todos sus elementos, y que podría beber de sus trabajos más flamencos, con ecos urbanos en las voces una vez va avanzando y deja pasar a la sección de cuerdas. Ahora es ella la que perdona.

  1. Imagen principal - Memória

    Memória

«Siempre que me acuerdo de algo
Siempre lo recuerdo un poco diferente
Y sea como sea ese recuerdo
Siempre es verdad en mi mente
Y si mi alma se derrama
Y la falta de pasado es el olvido
Cuando muera solo pido
No olvidar lo que he vivido»

'LUX' se adentra también en el terreno del fado portugués, es una elegía sostenida por piano y arpa, donde la voz de Rosalía se entrelaza con la de Carminho. Suena a despedida de la vida terrenal, a aceptación serena del fin. «Cuando muera solo pido no olvidar lo que he vivido», canta, como si el recuerdo fuese la última forma de existencia.

  1. Imagen principal - Magnolias

    Magnolias

«Dicen que si vieras pasar a tu la'o la muerte
En la Mercedes, la que se ha largao, te da buena suerte
Todos habéis venido, hasta mis enemigos
Tírame magnolias
Tírame magnolias
Tírame magnolias
Tírame magnolias
Mmm, mmm
Sobre mi ataúd KTMs quemando rueda
Lágrimas y gomas, se derrite la madera
Gasolina y vino tinto, puros y chocolates
Bailando con amor encima de mi cadáver
Hoy se derrocha por la mala suerte
Y lo que no hice en vida, lo hacéis en mi muerte»

Cierra el álbum como un réquiem íntimo, directo y explícito. Rosalía contempla su propia muerte y funeral sobre el sonido solemne del órgano, pero sin dramatismo y en una entrega serena con un cierre del ciclo vital que 'LUX' ha ido recorriendo canción a canción. Los pétalos, la goma fundida de las ruedas y las lágrimas que se evaporan simbolizan la disolución de lo material. Su alma asciende mientras Dios desciende: el ciclo se cierra y el deseo inicial -no tener que elegir entre la tierra y el cielo- se cumple.

Con Rosalía como productora ejecutiva y el apoyo de figuras tan dispares como Björk, Yves Tumor y Sílvia Pérez Cruz, además de la fadista portuguesa Carminho, la cantaora Estrella Morente, la artista mexicana Yahritza y los coros infantiles de la Escolanía de Montserrat y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, el cuarto álbum de estudio de la catalana se publica bajo Columbia Records con el sello Parental Advisory. Un detalle que ya sugiere que aquí conviven lo sagrado y lo carnal.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

todoalicante Todas las canciones de 'LUX': así suena la fe según Rosalía