Ep. 4 · T6
El encierro de un Coloso
Cómo salvar un equipo, un estadio y una ciudad viniendo de fuera. El mejor partido de fútbol de Juanjo, el Coloso
Transcripción
FUERA DEL RADAR | EL ENCIERRO DEL COLOSO
SONIDO DE ESTADIO
JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Es 1992. Una fecha histórica para España con los Juegos Olímpicos y la Expo. Un año de fiesta en todo el país. O mejor dicho, en casi todo el país. Esa euforia apenas llega a la Región de Murcia.
SONIDO DE ESTADIO VA TRANSFORMÁNDOSE EN DISTURBIOS
JAES: Mientras se preparan esos grandes acontecimientos, la crisis industrial desata la lucha obrera en Cartagena. El año del descubrimiento fue, para muchos, el año del desconcierto. Las protestas terminan con cócteles molotov que incendian la sede del Parlamento Regional.
SONIDO RADIO/TELEVISIÓN CONTANDO LOS DISTURBIOS
JAES: Meses después, España sigue de resaca deportiva por Barcelona 92, pero en la Región de Murcia estalla otra crisis. Una crisis deportiva y bien distinta que atrae la atención de los medios nacionales. Esta vez, el epicentro es Murcia. En concreto, el campo de fútbol situado en el centro de la ciudad: el estadio de La Condomina.
JUAN JOSÉ DÍAZ DE GUEREÑO: Al ver que la situación era bastante complicada antes de la Nochebuena, cuando hubo el parón.
JAES: Mientras los españoles terminan las compras de Navidad, el 21 de diciembre, los pasillos de La Condomina empiezan a llenarse de colchones y sacos de dormir.
JJDG: Dentro de cuatro días es Nochebuena o cinco. Cuatro días antes nos encerramos en el club. Estuvimos dos noches.
JAES: Juanjo es el capitán de la plantilla del Real Murcia. Un equipo que ha decidido plantarse. El club les debe más de 8 millones de pesetas en sueldos. Y no saldrán hasta que tengan una solución.
JJDG: La cosa estaba muy complicada, estaba muy complicada, hasta tal punto que todo el patrimonio del Real Murcia lo compró el Ayuntamiento. Más claro agua. Fíjate cómo estaba la situación.
JAES: Pasan las horas a base de cafés, tortillas de patatas y bolsas de comida enviadas por el restaurante El Churra, hay que decirlo. Poco a poco, la tensión y también la reflexión aumentan y el encierro supera lo deportivo y salta a la política.
JJDG: No nos recibían. Habíamos hecho el protocolo de recibimiento en el Ayuntamiento, estaba de alcalde el señor Méndez.
JAES: Pero también llega el cansancio que hace mella lentamente. Con las horas apenas queda esperanza entre los jugadores. Reina el desánimo, hasta que llega una llamada. Una llamada a altas horas de la noche. Una llamada que iba a cambiarlo todo.
JJDG: Entonces en el Club La Condomina había un teléfono de esas cabinas que metías una moneda y llamabas y tal.
JAES: Al otro lado el alcalde de Murcia… y en medio el legendario presentador de radio Super García…
SONIDO SUPER GARCÍA
JAES: Aquel programa era entonces un universo entero. Y escuchando… atentos… millones y millones de españoles pegados a sus transistores.
JJDG: En esa cabina, pues a las 12 entraba en directo…
JAES: Juanjo, el capitán, es quien tiene que dar la cara. Es a él a quien le toca negociar, convertirse en protagonista de algo mucho más grande y cambiar el guión escrito.
JAES: Eran otros tiempos… Juanjo venía de otro mundo, de otra tierra, de otra memoria, de otra afición. Pero estaba en el sitio oportuno en el momento adecuado. Así que esta es la historia de un futbolista que abandonó su casa a más de 700 kilómetros para hacer de Murcia su hogar. Y del Real Murcia, su vida.
JJDG: ¿Cómo voy a procurar que desaparezca algo que quiero con locura?
JAES: La historia de una época en la que, por supuesto, el fútbol movía pasiones pero los jugadores no eran estrellas alejadas de la gente.
JJDG: No te puedo decir más que cosas buenas de la ciudad, de la gente, de la afición y tengo muy buen trato con ellos…
JAES: Cuando todavía sentían los colores como propios y no pensaban en cambiar de club para ganar más dinero.
JJDG: Y el día que me muera pues no sé si me dejarán por aquí por una esquina o dónde, pero esto es mi vida, es mi casa.
JAES: Un hombre dispuesto a pelear hasta el final por salvar lo que más amaba. Y dejar en el camino lo que fuera necesario.
JJDG: Nadie sabe lo que yo he hecho por el Real Murcia para que no desapareciera.
JAES: Un héroe a su pensar. El fútbol, como la vida, tiene dos caras, la victoria y la derrota, y él ha vivido las dos dentro y fuera del campo.
JJDG: Nadie.
CABECERA. FUERA DEL RADAR | EN ESTE EPISODIO: EL ENCIERRO DEL COLOSO
JAES: Juanjo, Juan José Díaz de Guereñu… es un hombre robusto, alto, con una memoria prodigiosa y que sigue en forma a sus 63 años. A pesar de ello, sus movimientos delatan las secuelas que le provocó el fútbol… heridas de guerra.
JJDG: Yo soy de Escoriaza, de Gipuzkoa, un pueblo de apenas 4.000 habitantes, muy cercano a Mondragón. A 25 kilómetros que tengo Vitoria y a 85 que está de la capital, de San Sebastián
JAES: Juanjo, así vamos a nombrarlo, porque así sería su nombre en la camiseta, se crió en una familia guipuzcoana muy humilde como el mayor de cuatro hermanos. Desde pequeño demostró su vena deportiva.
JJDG: Practicaba dentro de lo que eran las actividades del colegio el pelota-mano. Y luego también hacía fondo, hacía los 5.000, 3.000 metros ahí siempre en el atletismo. Y luego practicaba el fútbol.
JAES: Sus enormes manos demuestran que Juanjo ha nacido para ser pelotari, aunque su pasión y su profesión es y será el fútbol. Otra historia.
JAES: Sigue contando la historia María García Clemente. Sobra instinto. A ese efecto.
MARÍA GARCÍA CLEMENTE: Escoriaza es un pueblo tan pequeño que no tenía ni campo de fútbol, así que Juanjo dio sus primeros pasos en Arechavaleta. Allí se formó junto a futuras leyendas vascas como López Rekarte y Zubizarreta. Desde ahí se marchó a Vitoria, al Deportivo Alavés.
JJDG: Estaba en el servicio militar, entonces la opción que tenía yo de entrenar por las mañanas era imposible, no podía salir del cuartel, no tenía permiso, y entrenaba por las tardes con el equipo filial de tercera división
MGC: Con apenas 20 años, Juanjo se hizo un hueco como defensa central en el duro fútbol profesional de inicios de los 80.
JJDG: Los marcajes eran todo al hombre. Hoy en día se marca ya por zona.
MGC: Aunque fuera del campo su bondad conquista a compañeros y aficionados, en el terreno de juego se transforma.
JJDG: Si yo estoy jugando y tengo de rival a mi padre, lo siento muchísimo, no tengo a nadie. Con mi padre, cuando termine el partido nos vamos a tomar 20 cervezas, lo que quieras, 20 abrazos…
MGC: Juanjo se hizo un hombre en Vitoria, a apenas media hora de su casa, junto a su gente. Hasta cuatro años después. Una tarde cualquiera, la vida de Juanjo cambió para siempre.
JJDG: En casa de mis padres recibo una llamada del Real Murcia. Entonces, quedo con ellos para venir a Murcia. Me mandan un billete de vuelo que era Vitoria-Madrid-Alicante.
MGC: El fichaje se cerró durante una comida. Era un paso adelante en la carrera de Juanjo, pero un cambio difícil de explicar en una familia humilde y trabajadora.
JJDG: Si veo la imagen de mi madre ahora mismo con las manos en la cabeza diciendo, ¿cómo?, ¿para Murcia?, ¿pero dónde está eso?
MGC: Una oportunidad que se presenta una sola vez en la vida... y sin embargo... una decisión nada fácil de tomar. Marcharse solo en busca de su sueño y dejar su tierra y su familia. Más aún en los años 80, cuando 700 kilómetros eran un mundo.
JJDG: Mi madre, la verdad que lo pasó fatal, fatal, fatal, que estuvo hasta incluso enferma porque conmigo tenía adoración.
MGC: Juanjo, un hombre fornido y de rasgos marcados, se emociona al recordar a su madre. Si no hubiera sido por ella, después de estudiar habría seguido el camino natural, el que marcaba el padre.
JJDG: Al igual que mi padre metió a mi hermano y a mi hermana a la misma empresa, pues yo creo que gracias a mi madre, que insistió a que mi padre me dejara hacer aquello que más me gustaba, pues le estoy eternamente agradecido.
MGC: El 14 de julio de 1985, Juanjo arranca su Renault 11 Turbo para recorrer toda España en busca de una nueva vida. Casi un día de viaje desde el País Vasco a Murcia. Del norte verde y montañoso, al sur árido… donde brilla el sol prácticamente todos los días.
JJDG: Paré el coche, me bajé, ahí estuve sentado hasta las seis de la tarde desde las dos y media, con un calor que hacía, que eso era increíble.
MGC: Juanjo se encuentra una ciudad pequeña, que todavía no ha vivido su gran expansión.
JJDG: Alrededor era todo huerta y ahora todo es construcción, centros comerciales. Ha crecido muchísimo, mucho, mucho, mucho. No había autovía de aquí a Alicante.
MGC: Y ocurre lo que jamás habría esperado... Juanjo descubre un lugar perfecto para él.
JJDG: Era un ambiente muy familiar, muy familiar. O sea, aparte de que nosotros vivíamos en Murcia.
MGC: Es una persona cercana, que hace vida como una persona cualquiera más.
JJDG: Comíamos nosotros en Centrofama y luego salíamos por la parte de las tascas, estaba el Chaplin, el Portobello, Estudio 27…
MGC: En los 80, este futbolista profesional está muy lejos de ser un influencer que vive en un chalet a las afueras y desconectado de la ciudad, como ocurre ahora.
JJDG: Todo ese ambiente que había en Murcia era prácticamente... o sea, era como un pueblo.
MGC: Juanjo, un hombre llano, encaja como si estuviera en casa y pronto se convierte en uno de los favoritos de la grada. Y ni siquiera un menisco y un ligamento de la rodillas rotos son capaces de evitar que ese primer año sea de ensueño... el Murcia asciende a Primera en Elche.
JJDG: Y el míster como era de Santomera, pues imagínate cuando el autobús paró en Santomera, el recibimiento de la gente, al míster, al equipo… La verdad que momentos inolvidables.
MGC: Es el inicio de los años dorados para el Real Murcia, cuando se codea con los más grandes de España. Los murcianos esperan con ansia el domingo para disfrutar de los mejores futbolistas que han pasado por la ciudad. Llegan estrellas internacionales y otros se van para fichar por grandes como el Atleti o el Real Madrid. Pero Juanjo siempre se queda. Año tras año.
JJDG: Cuando en la grada del estadio de La Condomina, allá el fondo sur, se ponían allá: «¡SÚPER SÚPER JUANJO!», eso era bufff, madre mía.
MGC: Es el auge del fútbol como entretenimiento de las clases populares. Los estadios no están a las afueras, como ocurre ahora, y son parte fundamental de su vida social. Así lo recuerda Antonio Barceló, historiador del Murcia.
ANTONIO BARCELÓ: La ubicación del estadio en el centro de la ciudad, el estado de tensión que se producía antes de un encuentro era sumamente inolvidable. Aquella magia del aficionado de entonces era distinta a la de ahora.
MGC: A Juanjo todavía se le encoge el corazón cada vez que recuerda aquel ambiente.
JJDG: Y como prácticamente la grada estaba muy cerca del terreno de juego, se oían a los espectadores. Ellos también nos oían a nosotros cuando hablábamos.
MGC: La comunión entre aficionados y equipo es total. Especialmente con Juanjo entre sus filas… siempre cerca de la gente a pie.
JJDG: Salíamos por la ciudad, vivíamos en el bando de la huerta, todo, Entierro de la Sardina, la Romería, todas las fiestas de Murcia, la feria.
MGC: Poco a poco, el Juanjo pelotari va dejando paso al Juanjo más huertano.
JJDG: El primer año que me regaló la vestimenta del bando de la huerta. Yo estaba de Huertano. ¿Ya ves? La gente cómo podría pensar, un vasco vestido aquí de Huertano, con las esparteñas, con todo.
MGC: No solo se va enamorando de la ciudad. También de las tradiciones más murcianas.
JJDG: Dentro de la capilla que había dentro del club, semanalmente yo llevaba los claveles rojos y blancos a la Virgen de la Fuensanta. Y lo hacía entre semana y el mismo día del partido también me acercaba.
MGC: Una figura que se fusione así con la ciudad en la que trabaja es impensable en el fútbol actual. Es otra época, en la que no hay sueldos astronómicos, y mucho menos fuera de equipos como Madrid y Barcelona.
JJDG: El fútbol no era para retirarte y poder vivir. Imposible, totalmente imposible. O sea, terminamos el fútbol y te tenías que empezar a trabajar.
MGC: Los futbolistas no llevan tatuajes ni tienen vida de ricos. En lugar de aviones, viajan en trenes rudimentarios durante largas horas.
JJDG: El regreso era en coche cama. Así llamábamos a los trenes porque los vagones son coches de compartimentos y la cena era dentro del tren. Imagínate como en las películas del oeste.
MGC: Miles de experiencias, de recuerdos, de momentos... como aquel con su compañero Pepe Vidaña, otro mito del murcianismo. Una idea de cómo eran aquellos medios...
JJDG: Vidaña que se iba a caer, que se iba, se enganchó hacia atrás y tiró de la anilla de emergencia, lo tiró y ¡pum! Paró el tren. Me cago en diez la que se pudo allá liar.
MGC: Y siempre que va al norte a jugar, su familia aprovecha para ir al partido. Son los únicos momentos que tienen para verse.
JJDG: Y la primera era mi madre y luego nos llevaba siempre mi madre, siempre cuando iba al fútbol, pues después del partido, siempre llevaba la tortilla de patatas.
MGC: Todo es brillante, como aquel sol del primer día. El Real Murcia pasa tres años seguidos en Primera, lo nunca visto. Pero detrás de las luces, un futuro de sombras va ganando fuerza.
ANTONIO BARCELÓ: Evidentemente la parte que no se ve es la económica. Y el Murcia se metió en un, llamémoslo, en bancarrota.
MGC: El fútbol sufre cambios profundos a finales de los 90. Muchos clubes que han vivido por encima de sus posibilidades acaban condenados.
AB: Evidentemente, el fútbol es dinero y, si no entran recursos económicos con los carnés de los socios, poco se puede generar.
MGC: Esos años se llevan por delante a equipos de capitales como el Logroñés, el Compostela y el Mérida, y obligan a refundar otros como el Málaga. Pero antes que todos ellos, es el Murcia el que empieza a rozar el abismo.
JJDG: La época que me tocó deportivamente fue espléndida, acojonante o como quieras llamar… y me pilló la época complicada.
MGC: En el preciso momento en el que lo deportivo se empieza a torcer es cuando llegan las consecuencias de las mejores temporadas. En 1992, la nueva Ley del Fútbol obliga a los clubes a convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva, pero el Murcia no puede cumplir con los requisitos económicos. La consecuencia es terrible: se convierte en el primer equipo de España que sufre un descenso administrativo. Juanjo no puede creérselo. En tres años pasa de la cima del fútbol español a un club que ni siquiera puede pagarle su sueldo.
JJDG: Yo he vivido quizás de las mejores épocas de la historia del Real Murcia, pero también he vivido de las peores épocas de la historia del Real Murcia.
MGC: Los jugadores se meten en un conflicto con la directiva del equipo, que a su vez está enfrentada con el Ayuntamiento por la venta del estadio.
JJDG: Entonces, lo más típico en aquella época era pues ya sabes, el encierro, ¿no?
MGC: Todos los jugadores se llevan almohadas y mantas hasta La Condomina. El encierro de 1992 dura hasta aquella llamada de madrugada.
SONIDO RADIO SUPERGARCIA
MGC: Es la época dorada de la noche radiofónica. Cuando José María García, 'Supergarcía', es uno de los hombres más poderosos del país. Y esta noche, su principal interés es el Murcia.
JJDG: Dice: «Vamos a ver, señor alcalde, para terminar el diálogo de una manera, ¿usted mañana reciba a los jugadores?». Y dice: «Por supuesto. Sin problema ninguno».
MGC: En plena madrugada, Juanjo entra en directo. Al mando está García, que media entre el capitán del Murcia y el alcalde de la ciudad, Pepe Méndez.
JJDG: Entonces me dice a mí: «Juanjo, ¿has oído lo que ha dicho el señor alcalde?» Digo: «Claro que lo he oído. Mañana a qué hora, señor Alcalde?».
MGC: El alcalde mueve hilos con empresarios para recaudar el dinero y Juanjo y sus compañeros levantan el campamento. El equipo se sobrepone a todo y asciende esa temporada.
JJDG: Estás en un equipo, en una ciudad, que es toda una institución, el Real Murcia y la gente y la afición que tiene…
MGC: Pero más allá del césped, la solución económica es un simple parche. Juanjo empieza a asimilar que el final de su carrera va a ser una lucha por la supervivencia del Murcia. Todo pende de un hilo.
JJDG: Ni cuando estás ahí arriba en primera tiras cohetes, ni cuando estás abajo vas a pensar que estás hundido. Todo lo contrario, hay que levantar la cabeza, hay que seguir.
JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Este impago es solo el principio de una situación que cada vez va a peor. Dos años después, las deudas alcanzan los 20 millones de pesetas. Mucho, mucho dinero entonces. Juanjo tiene que volver a reunir a los jugadores para decidir si vuelven a encerrarse.
JJDG: En la votación que se produjo, al margen de que yo les dijera que el mero hecho de encerrarnos no garantizaba el cobro, se iba votando uno por uno en una pizarra donde ponía 'Sí al encierro', 'no al encierro'.
JAES: Su labor como capitán es reunirlos, pero el encierro se acordaba por mayoría. Es una decisión que se toma entre todos, sin que nadie los dirija.
JJDG: La decisión fue 17 a favor del encierro o 18 y 7 en contra, de los cuales en contra estaba yo, porque yo sabía cuál era la situación.
JAES: Este nuevo encierro de 1994 dura 9 días. Los jugadores tienen que subsistir con alimentos donados por aficionados y familiares. Y la dureza de horas y horas encerrados… en esta ocasión no sirve de nada. Solo hay una manera de salvar al club: que el Ayuntamiento de Murcia comprara el estadio y que así entre finalmente el dinero.
JJDG: Pienso que hay muchísima gente que no sabe que cuando el estadio del Real Murcia, el patrimonio del Real Murcia lo compró el Ayuntamiento, nosotros los jugadores de esa plantilla de ese año, el 25% del contrato lo teníamos que perdonar.
JAES: La venta de La Condomina es la única forma de que cobren ese año. Sin embargo, la medida de presión al club, el encierro, se cobra una víctima.
JJDG: El único negativo fui yo, perjudicado, porque a raíz de ese encierro, ya no me lleva el mister convocado.
JAES: Juanjo, el capitán del equipo, el gran ídolo del murcianismo, es apartado del equipo.
JAES: Enseguida volvemos
PAUSA
JAES: A sus 35 años, Juanjo solo quería terminar su carrera en Murcia. Apenas le faltaban 5 partidos más para renovar su contrato automáticamente, pero le dejan fuera del equipo. Juanjo pasa de ser titular indiscutible a quedarse en la grada. Un apestado. La prensa empieza a hablar de purga.
JAES: El entrenador que le deja sin jugar no es un cualquiera. Es alguien con el que ha compartido jugadas, goles, entrenamientos y comidas. Es su ex compañero Pepe Vidaña, el amigo con el que compartió partidos y eternos viajes en tren.
JUAN JOSÉ DÍAZ GUEREÑO: Y no le guardo rencor. Ninguno. Ni se lo guardé antes. Absolutamente ninguno.
JAES: No hay rencor, pero hay mucho más. Sigue narrando esta historia María García Clemente
MARÍA GARCÍA CLEMENTE: La directiva del Real Murcia le condena como responsable de un encierro que ni siquiera había apoyado con su voto.
JJDG: Tenía orden de fulanito de tal, de la del Real Murcia, como que yo era el artífice de… mentira, mentira y mentira. Absolutamente mentira.
MGC: Su compañero Vidaña se marcha, pero el nuevo entrenador tampoco cuenta con él. Las explicaciones que le da para no jugar no convencen a Juanjo.
JJDG: Usted ha sido futbolista. Parece mentira que me venga sabiendo que si yo ahora mismo cumplo X partidos y llevo aquí en esta ciudad, en este club diez años y quiero terminar mi vida deportiva aquí…
MGC: El ídolo del murcianismo ve que va a tener que despedirse sin pisar el césped. No puede agradecer a todos los aficionados que coreaban su nombre cada domingo en la grada. Hasta que un día el entrenador tiene que recurrir a él. El equipo no tiene más jugadores disponibles y el entrenador le pregunta si está preparado para jugar.
JJDG: Y ya cuando terminó de hablar le dije: «Miste usted, no me reviente más, no me reviente más, que bastante he sufrido yo».
MGC: Pese a todo, Juanjo nunca piensa en abandonar Murcia, la ciudad que le ha acogido como a uno más. No quiere buscar otro equipo.
JJDG: Pero sí le prometo que si yo mañana juego de titular voy a hacer lo mismo, lo mismo, lo mismo que he hecho los años anteriores y lo que he hecho siempre que salgo al terreno de juego. Es dar todo lo que tengo, con mis aciertos y mis errores.
MGC: Finalmente, consigue el objetivo de jugar los partidos necesarios que le dan la renovación automática.
JJDG: Jugué ese partido, empatamos a uno, pero el equipo descendió a Tercera División.
MGC: Ese es el final de la carrera de Juanjo.
JJDG: El siguiente año de contrato que no jugué ni un solo partido. Pues ahí fue donde caí lesionado. Y estuve todo el año en blanco.
MGC: Juanjo se rompe la rodilla. Es la enésima lesión grave que sufre durante su carrera.
JJDG: Cuando terminas con las cejas partidas, con lesiones de ligamentos, con intervenciones quirúrgicas, pero nos daba igual, porque nosotros al fin y al cabo, cuando sales al terreno de juego llevas aquí el escudo… eso es sagrado y lo defiendes por encima de todo, absolutamente de todo.
MGC: Es el precio a pagar por darlo todo en el campo…
JJDG: O sea, prefiero morir en el terreno de juego antes que tener que salir totalmente limpio, como que bueno, por no meter la pierna. No, no podíamos.
MGC: La retirada es el único final para un hombre que se ha dejado la piel por su escudo.
JJDG: Pasé inspecciones médicas, pasé un tribunal médico y me dieron la invalidez permanente total para la práctica del deporte.
MGC: Así empieza otra vida para Juanjo. Sin el fútbol, ya nada le ata a Murcia. Puede volver al norte, al frío, a los montes y con su familia. Pero Juanjo no duda en en ningún momento cuál es ya su hogar.
JJDG: Lamentablemente ya no volví a mi tierra. Cuando mi madre falleció en el 2004, yo llevaba en Murcia 19 años. Pues hasta que ella no falleció, yo estaba empadronado en mi pueblo.
MGC: Desde su retirada se ha dedicado a devolver a la ciudad todo lo que le dio.
JJDG: Ir a ver los partidos de los críos o ver alguno, o llevar la ropa de los de la categoría infantil y cadete, tanto femenino como masculino, alevines, benjamines y colaborar con todos ellos, ¿no?.
MGC: Tres décadas después, Juanjo va tirando con la pensión de invalidez que tiene por las lesiones, y todo lo hace de forma voluntaria. También apoya a la Liga Súper de fútbol 8, que disputan personas con discapacidad intelectual.
JJDG: Eso es de las cosas más bonitas que le puede pasar a uno en la vida. Ese cariño como te tratan, no hay maldad entre ellos… Es que no se puede narrar, no se puede narrar.
MGC: Actualmente colabora en la Federación Murciana de Fútbol. Y siempre estará relacionado con el Real Murcia, pese a que aún le quedaba por vivir otro triste capítulo tras su retirada.
JJDG: Lo podía haber hecho, lo pude haber hecho, pero desgraciadamente el club lo iba a pagar, lo iba a pagar. Tanto como que me dijo mi abogado que podía hacer que desapareciera.
MGC: Se refiere a que rechazó denunciar al Murcia por el dinero que le debían cuando se retiró. Aceptó cobrarlo en más tiempo, el club le dejó de pagar y acabó reclamando en el juzgado y enfrentado al gerente, Antonio Sánchez Carrillo.
JJDG: Ni tú ni nadie se va a reír de mí. Y yo, habiendo estado diez años en el club, más uno inactivo para que de alguna manera se me pague así.
MGC: El juez le da la razón, pero Juanjo queda señalado de nuevo por el club. Ya como exjugador, un día se pasa por un entrenamiento a saludar a sus antiguos compañeros. Al llegar ve acercarse a Arturo Rubio, amigo y masajista, que no sabe cómo comunicarle una decisión.
JJDG: De parte del señor Antonio Sánchez Carrillo que no puedes estar aquí porque eres nombrado por el Real Murcia como persona 'non grata'.
MGC: Juanjo, que sabe que no es cosa de Arturo, le dice que no se preocupe. Aunque eso no significa que no le duela.
JJDG: En una casa donde tu has defendido tantos años en el terreno de juego y en todo lo que has podido defender a un club pues que te quieran echar de esa manera como un perro…
TRANSICIÓN Y SONIDO DE PRENSA Y GENTE EN ESTADIO
ARTURO RUBIO: Y tengo constancia y sé lo puedo confirmar que es una persona que por donde va y la gente que se cruza por la calle con él… es una persona agradable, sencilla, simpática.
JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Este es Arturo Rubio, el masajista que aquel día tuvo la triste misión de echar a Juanjo de su casa. Ahora es él, Arturo, el que deja el Real Murcia tras 40 años en el club. Por fin se jubila. Y es precisamente él uno de los encargados de poner a Juanjo en el sitio que se merece tres décadas después.
PONENTE HOMENAJE: Para el Real Murcia es muy importante que la gente joven, que cada vez, gracias a Dios, son más aficionados y tenemos más abonados de ellos, conozcan a aquellas grandes estrellas.
JAES: Estamos en el Estado Enrique Roca. En la casa del Real Murcia. Aquí, donde un día despreciaron a Juanjo, ahora los directivos se emocionan recordando a un hombre que se dejó el alma por el escudo.
ANTONIO BARCELÓ: Es un placer estar aquí con todos vosotros y ver el ambiente que hay para recibir a Juanjo y darle este homenaje. Lo más importante, lo más importante es que como persona se deja querer. Yo creo que es más murciano ya que vasco.
JAES: Antonio Barceló ha escrito 'Juanjo, el coloso inolvidable'. Es su quinto libro sobre leyendas del Murcia, pero la presentación del histórico capitán es la que tiene más asistencia de aficionados y excompañeros de equipo.
ANTONIO BARCELÓ: Yo creo que es una persona maravillosa, una persona que nos ha acogido cuando llegamos aquí de una manera fantástica. Yo creo que es un ejemplo para todos, es un ejemplo para esta sociedad.
JAES: Juan José Díaz de Guereñu Esquivel, Juanjo, sigue siendo uno de los últimos grandes ídolos. De esos ídolos del fútbol cercanos. Pequeños pero grandes. El capitán que, desde aquellos encierros, dio todo lo que tenía por su equipo.
VICENTE CARLOS CAMPILLO: Es una persona que quiere a Real Murcia y que lo defiende siempre.
JAES: Vicente Carlos Campillo, histórico entrenador, aún recuerda aquellos años con la misma nostalgia que los aficionados.
VICENTE CARLOS CAMPILLO: Siempre ha sido un elemento positivo para la convivencia y para el desarrollo de las jornadas y de los días de entrenamiento y de los viajes y de todo.
JAES: Son los inolvidables años en los que un vasco se ganó el amor de toda una ciudad. Los inolvidables años de Juanjo Díaz.
JJDG: Es que no sería capaz, no sería capaz de volver allá. Me muero, me muero. ¿Como se suele decir?, que no es donde nace, sino donde paces, ¿no?
JAES: Eso, por supuesto. Terminamos aquí. Muchas gracias a Juanjo, el coloso, por contar su historia, a Antonio Gil Ballesta por escribirla y a María García Clemente por narrarla. También a Iván Rosique por el montaje en Murcia, al Archivo Municipal de Cartagena y a TeleCartagena por el material de archivo, y al Real Murcia club de fútbol por las facilidades. Soy José Ángel Esteban, gracias por escuchar.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.