La Policía Nacional detiene a un menor por realizar gestos racistas en el Hércules-Atlético B

La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un menor de 17 años de edad por su presunta implicación en un incidente racista ocurrido durante el partido de fútbol del pasado 26 de octubre, entre el Hércules C.F. y el Atlético de Madrid B en el estadio José Rico Pérez.

La intervención policial se inició al detectar un posible comportamiento ofensivo por parte del menor hacia un jugador del equipo visitante. Según las investigaciones, el joven habría realizado gestos desde la grada que podrían interpretarse como ofensivos en relación con el origen racial del jugador del Atlético de Madrid B, señala la Policía.

A este incidente se le sumó la conducta de otras dos personas que también podrían estar involucradas con reprobables comportamientos dentro del estadio, en particular uno por invadir el terreno de juego y otro por el lanzamiento de un objeto pequeño que impactó en uno de los jugadores.

El menor, identificado gracias a la colaboración del propio Hércules C.F, fue detenido por la Policía Nacional y puesto en libertad bajo condición de investigado, quedando bajo la custodia de un familiar. Los otros dos involucrados también fueron identificados con la ayuda del club blanquiazul, siendo propuestos para sanción por la Ley del Deporte ante la autoridad gubernativa.

Las actuaciones policiales realizadas con el joven de 17 años han sido remitidas a la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Alicante y a la Fiscalía Provincial especializada en delitos de odio.

La Policía Nacional recuerda que las conductas ofensivas o discriminatorias basadas en la raza, religión, orientación sexual o cualquier otro motivo que atente contra la dignidad de las personas están tipificadas en el Código Penal y pueden constituir delitos de odio. Estos delitos no solo afectan a la víctima directa, sino que también repercuten en el bienestar de la sociedad, creando un clima de hostilidad y división.

El Cuerpo insta a la ciudadanía a rechazar y denunciar cualquier acto de odio o discriminación y a promover el respeto y la convivencia en todos los ámbitos. Cualquier incidente de esta naturaleza puede ser denunciado a través de los canales oficiales de la Policía Nacional, donde será tratado con confidencialidad y un alto grado de profesionalidad.

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