Archivan el caso del asesinato en La Vila de un piloto desertor del ejército ruso por falta de autor conocido
La víctima recibió varios disparos en un parking residencial el 13 de febrero de 2024, sin que se haya podido identificar a ningún sospechoso
La justicia ha decidido archivar la causa en la que se investigaba el asesinato de un piloto que desertó del ejército ruso. La víctima fue asesinada a sangre fría tras recibir varios disparos en un parking residencial en un complejo de La Vila el pasado 13 de febrero de 2024.
La titular de la plaza número 3 de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Villajoyosa ha decidido decretar el sobreseimiento provisional de la causa por falta de autor conocido, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat. La jueza ha tomado esta decisión mediante un auto que ya ha cobrado firmeza.
Dicho auto recoge que la medida se produce tras recibir el atestado de la Policía Judicial de la Guardia Civil en el que se informa que «no ha sido posible concretar la autoría material o intelectual de los disparos contra la víctima». La instructora asegura que «analizadas las circunstancias concurrentes y teniendo en cuenta los requisitos que deben concurrir para la comisión del ilícito penal se puede concluir que no existe prueba suficiente para atribuir la responsabilidad criminal».
Los hechos ocurrieron el pasado 13 de febero de 2024 en una zona residencial de la avenida Rosa dels Vents, en La Vila. Allí fue asesinado a tiros un joven de 33 años. La investigación reveló que la víctima era un piloto ruso que había desertado del ejército del kremlin.
Medios locales ucranianos aseguraron que Maksym Kuzminov había volado con su helicóptero hasta el frente bélico que entonces dominaba Ucrania para entregarse a las autoridades. Supuestamente, lo hizo tras aceptar un ofrecimiento para trabajar a favor del gobierno de Zelenski.
Tras hallar el cadáver la Guardia Civil de Alicante, comenzaron las investigaciones pertinentes, encontrando en El Campello un coche calcinado que habría sido usado por los asesinos para huir del lugar del homicidio.
El órgano judicial que estaba aquel día de guardia incoó diligencias previas para la investigación de los hechos, que se calificaron en un primer momento como un delito de asesinato y se decretó de esta manera el secreto de las actuaciones para proteger todas las pesquisas.
Sin embargo, las numerosas diligencias de investigación llevadas a cabo por el grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil no dieron sus frutos y no se ha podido determinar a la persona o las personas concretas que llevaron a cabo este asesinato a sangre fría.
Por ello la jueza ha decidido archivar el caso de acuerdo con «el artículo 641.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal» al no existir prueba suficiente «para atribuir la responsabilidad criminal a una persona determinada como autor, cómplice o encubridor de los hechos que han dado lugar a la formación de la presente causa», detallan fuentes del TSJ.