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Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 12 de mayo 2023, 17:56
El amplio dispositivo policial impidió ayer que los antiokupas y los partidarios de este colectivo se enfrentaran en la plaza Bonanova de Barcelona, en las dos manifestaciones convocadas frente a dos locales okupados, la Ruina y el Kubo. Los Mossos evitaron el choque entre las dos protestas y consiguieron que los cientos de personas que acudieron a la llamada de la empresa Desokupa no llegaran a las puertas de las dos casas okupas, pues su intención era intentar desalojar los locales y cargar contra los jóvenes que permanecen dentro.
No hubo enfrentamiento y las cargas de la Policía fueron muy menores. Solo hubo un herido leve, el de un antifascista, en el enfrentamiento que se registró con los antidisturbios, que se emplearon con porras. Los partidarios de los okupas sí llegaron a las puertas de los dos inmuebles, mientras los antiokupas estaban al otro lado de la plaza, a unos cien metros. El dispositivo policial se mantuvo durante toda la noche. Los vecinos de la zona, uno de los barrios acomodados de la ciudad, apenas podían circular por sus calles. A las cinco de la mañana, los Mossos denunciaron a 12 jóvenes contrarios a la okupación, por desobediencia. Los antiokupas trataron de acercarse a la Ruina y al Kubo, desoyendo las órdenes de los agentes. Han sido denunciados en virtud de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Al día siguiente de lo que se había anunciado como una gran batalla campal, que al final no lo fue por el amplio dispositivo policial, la normalidad ha regresado a la plaza de la Bonanova, a la espera de que la justicia fije la fecha del desalojo, en el que podrían repetirse los incidentes.
El responsable de Desokupa, empresa con conexiones con la ultraderecha que actúa como un cuerpo parapolicial, ha sacado pecho este viernes de la manifestación de ayer. A pesar de que no desalojó a los okupas, como prometió, y ni siquiera pudo acercarse a las dos casa okupas, Dani Esteve cree que ha hecho historia. A su juicio, entre 15.000 y 18.000 personas secundaron ayer la marcha convocada por su empresa, en la que se profirieron gritos contra Colau (a la que llamaron «puta») y contra los okupas. «Fue una puta locura», ha afirmado en las redes sociales. Según su versión, la Policía les felicitó porque no hubo incidentes. «La gente salió a decir basta ya de okupas, basta ya de delincuentes y basta ya de Colau», ha expresado. «Esto se recordará, habrá un antes y un después», ha señalado. Fuentes policiales, en cambio, hablan de que no había más de 500 personas en cada una de las protestas. Casi había un policía por cada dos manifestantes, de uno y otro signo.
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