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Marchas en Madrid por el 8-M, Día Internacional de la Mujer. EP
«Nos hemos confundido de mani, tía»

«Nos hemos confundido de mani, tía»

La convocatoria de marchas diferenciadas en Madrid y otras ciudades desconcierta a miles de asistentes pero no desdibuja las reivindicaciones comunes

Alberto Gómez | Ander Azpiroz

Madrid

Miércoles, 8 de marzo 2023, 19:31

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No era un 8 de marzo más. Todas las miradas estaban puestas en las cabeceras de las manifestaciones y en su poder de convocatoria, en los posibles enfrentamientos entre las diferentes sensibilidades del movimiento feminista y en el lugar ocupado por las principales líderes políticas. Tocaba calibrar qué impacto tiene en la calle la fractura del Gobierno, puesta en escena con especial dureza este martes, apenas unas horas antes del gran día del feminismo. Nunca la izquierda había acudido tan incendiada al 8-M. Y la división fue evidente en Madrid, donde como en otras ciudades se convocaron manifestaciones diferenciadas.

El recorrido más multitudinario, convocado por la Comisión 8M, salió de la madrileña Glorieta de Atocha pasadas las 19.00 horas. Su lema, «Somos el grito necesario», precedía una legión de pancartas y banderas que reforzaban el espíritu «transinclusivo» adelantado por las organizadoras, es decir, su defensa de la ley trans. Media hora antes, con menos éxito de congregación y también desde Atocha, partió la marcha del Movimiento Feminista de Madrid, contraria a esa misma ley y que reclamó la dimisión de Montero y la reprobación de Pedro Sánchez. La cercanía de ambas manifestaciones desconcertó a miles de asistentes. «Nos hemos confundido de 'mani', tía», comentaba una asistente a su amiga mientras cambiaban de dirección.

La división, tan obvia en las cabeceras de las diferentes marchas, se desdibujó conforme se avanzó por ambos recorridos. Allí, lejos de los espacios ocupados por los partidos políticos, las reivindicaciones fueron idénticas. «Aquí estamos las feministas», «Tranquila, hermana, aquí está tu manada» o «La lucha está en las calles, no en el Parlamento» fueron los cánticos más repetidos. Grupos de amigas, parejas, madres e hijas, abuelas y nietas entonaron lemas contra la violencia machista, la brecha salarial, los techos de cristal, la vulnerabilidad de pensionistas y migrantes y el riesgo de colapso de la sanidad pública, entre otras cuestiones que por momentos hicieron parecer posible un punto de encuentro.

Contra Irene Montero

En la manifestación organizada por la Comisión del 8-M coincidieron las principales fuerzas políticas, incluidas PSOE y Unidas Podemos, socias de gobierno. Juntas pero no revueltas, cada cual por su lado y con su lema, pancarta y mensajes personalizados. Las ministras de la coalición, con la herida abierta tras la votación del 'solo sí es sí', caminaron distanciadas, por mucho que las pueda unir la lucha feminista.

Marcha alternativa feminista en Madrid, en la que se pidió la dimisón de Irene Montero. EP

Irene Montero marchó acompañada de Lilith Verstrynge, secretaria de Estado para la Agenda 2030, y Ángela Rodríguez 'Pam', secretaria de Estado de Igualdad. Para contrarrestar las peticiones de dimisión escuchadas desde la otra marcha, sus defensores lanzaron proclamas como «Irene, valiente, aquí está tu gente» o «Con Carmen Calvo no estamos a salvo», en referencia a la exvicepresidenta del Gobierno, histórica feminista y una de las voces más críticas contra Montero y su gestión al frente de Igualdad. La ministra ya vio como por la mañana como un grupo de mujeres interrumpía un acto que se celebraba en su ministerio para recriminarle la aprobación de la ley trans. La segunda vez que le ocurre a Montero en apenas un mes.

La dirigente de Podemos felicitó, ya antes del comienzo de la manifestación, que las mujeres «dentro de su diversidad», desbordasen las plazas del país otro 8-M. «Celebramos las conquistas de derechos que estamos haciendo en los últimos años y diciendo con mucha claridad que somos más y que no vamos a dar un paso atrás», dijo en unas declaraciones que evocaron al 'solo sí es sí' y la polémica con el ala socialistas del Gobierno.

Manifestaciones en Madrid por el 8-M. Agencias
Imagen principal - Manifestaciones en Madrid por el 8-M.
Imagen secundaria 1 - Manifestaciones en Madrid por el 8-M.
Imagen secundaria 2 - Manifestaciones en Madrid por el 8-M.

Por parte del PSOE tomó la palabra María Jesús Montero y, frente a las evidentes discrepancias de su partido con Unidas Podemos, trató de lanzar un mensaje de unidad.«La mayoría estamos presentes en la convocatoria oficial, en la misma manifestación, y vamos cada uno con nuestra pancarta como siempre: eso es muy importante porque damos una imagen unitaria del movimiento feminista», aseguró la número dos socialista y ministra de Hacienda. En la manifestación participaron también la vicepresidenta primera Nadia Calviño y las ministras Carolina Darias, Reyes Maroto, Isabel Rodríguez, Raquel Sánchez o Pilar Llop. Junto a ellas estuvo Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez.

La Policía Nacional, desplegada por todo el recorrido, tuvo que intervenir para retirar a un grupo de manifestantes que intentó boicotear la marcha del grupo socialista bajo gritos de «¡Fuera machistas de nuestras 'manis'!».

El recorrido de una marcha y otra en Madrid fue prácticamente idéntico. Los objetivos también, pero la brecha dentro del movimiento feminista se evidenció más ancha que nunca. Y la de los socios de Gobierno también.

Manifestación en Barcelona. EFE / EP

40.000 manifestantes en Barcelona

Miles de personas se manifestaron en Barcelona con motivo del 8-M. El texto de convocatoria abogó por la lucha feminista contra el «sistema cishetero, patriarcal, racista y capitalista», así como contra las guerras, las violencias machistas, y a favor del derecho al propio cuerpo. Según la guardia urbana, la concentración habría reunido a 40.000 manifestantes en la Ciudad Condal. Las concentraciones se extendieron por todas las ciudades del país.

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