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Bajan muy revueltas las aguas en el Hércules y Ángel Rodríguez puede pagar los platos rotos si su equipo no da un golpe de timón y endereza el rumbo de inmediato. Fue el propio técnico leonés quien aseguró, a los pocos días de estar en Alicante, que no luchar por el liderato «sería de mediocres» y ahora la competición le está dejando a los pies de los caballos. Situado a mitad de tabla, a ocho puntos del líder y a cuatro de los puestos de descenso, el Hércules no da la talla en la cuarta categoría del fútbol español y la paciencia comienza a agotarse en los despachos.
El director deportivo Paco Peña mantiene su confianza en Ángel Rodríguez, pero la sangría de puntos debe parar de inmediato y la victoria en Terrassa es innegociable. El entrenador esta semana al menos tiene la coartada arbitral, ya que el Hércules acabó con nueve ante el Manresa por decisiones más que discutibles, pero también es cierto que el equipo pecó de conformismo tras marcar el 1-0.
Como los males nunca vienen solos en el Hércules, ante el Manresa volvió a caer lesionado el canterano Nico Espinosa, que reaparecía en la banda derecha y fue protagonista en la acción del gol. Los problemas físicos son un auténtico lastre para este jugador tan prometedor que no logra encadenar tres o cuatro partidos seguidos. Ahora volverá a empezar de cero y por eso abandonó el Rico Pérez entre lágrimas el pasado domingo.
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