No Water in Mid-Summer: Several Homes in an Alicante Neighbourhood Left Without Supply Due to Low Pressure

Duchándose con garrafas en plena ola de calor, bajando a comprar agua embotellada para lavarse las manos o cocinar. Así se encuentran todos los vecinos de una comunidad del barrio de Los Ángeles desde que, el pasado 7 de julio, unas obras afectaran a la presión del agua que recibían.

En los edificios de la calle Francisco Montero Pérez, varias comunidades han tenido problemas desde ese día. Es el caso de Sara y Esther, que desde hace semanas viven con una única pregunta en mente: ¿tendremos agua hoy?

Y es que unas actuaciones en los canales del Taibilla han afectado a la presión que hasta ahora recibía el edificio, y por eso el agua no llega a todas las estancias. En total hay cuatro viviendas afectadas: unas 13 personas que sobreviven sin agua, entre ellas dos niños, solo en este edificio. Sin embargo, también hay otros bloques de la misma calle que han sufrido molestias similares.

Sara reconoce que el parón no ha sido ininterrumpido. El mismo 7 de julio se cortó el agua por unas actuaciones, aunque todavía no ha vuelto a la normalidad. «Unos días estamos enteros sin agua, otros vuelve un poco, otros hay en el grifo de la cocina pero no en el baño», explica Sara.

El problema para estas vecinas es que no han logrado que nadie les informe de cuánto tiempo va a durar la situación o si se solucionará. Entre las teorías que barajan está una bajada de presión por el cambio en el mix de producción de Aguas de Alicante o por actuaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla.

Esta última opción es la que explica Aguas de Alicante, que achaca esta bajada de presión a obras de mejora o reposición en la mancomunidad. Debido a ellas, se espera que esta semana la afectación a la red de la ciudad sea similar a la de la semana pasada, con bajadas en las zonas altas como Los Ángeles.

Desde la Mancomunidad reconocen que no tienen claro de dónde puede venir el problema, ya que en su caso resulta extraño que afecte a tan pocos edificios. Explican que su función es abastecer los depósitos de Rabasa pero de ahí a las comunidades de vecinos se encarga Aguas de Alicante.

De momento, los afectados denuncian que la única solución que han recibido —de manera extraoficial— es la necesidad de instalar una bomba de presión que permita mejorar el flujo. Sin embargo, esta opción no convence a los vecinos: por un lado, por el coste de la actuación, y por otro, por la antigüedad del edificio, que dificulta la puesta en marcha de nuevas instalaciones complejas.

«No sabemos si va a volver definitivamente el agua ni con qué presión lo hará, pero es un problema estar sin ella tres semanas», lamenta Sara. Ella y su pareja se mudarán de Alicante después del verano. Mientras llega ese momento, han decidido irse a vivir a casa de la madre de ésta última. «No podemos estar en una casa en la que pasamos días sin agua. No podemos seguir en plena ola de calor sin saber si te va a llegar agua o no», reconoce.

Aunque ellas hayan encontrado esta solución temporal, explican que algunos vecinos no tienen la misma suerte. Además, consideran que, de mantenerse, la situación empeorará de cara al invierno, cuando, sin agua, los calentadores no funcionen y no haya agua caliente.