José María Manzanares: October 30, 2014

Cruzó por vez primera el ruedo de la plaza de toros de Alicante un 23 de mayo de 1968. Lo hizo como sobresaliente en un festival matinal organizado por la Peña Pacorro para conmemorar el octavo aniversario de su fundación. Compartió paseíllo con Francisco Antón 'Pacorro', Emilio García Consuegra 'El Lince' y Juanito Crespo. Se anunciaron cuatro becerros -según figuró en la prensa de aquel año- de Tomás Sánchez Cajo.

Fue otra matinal, esta vez la triste del 30 de octubre de 2014, cuando dio su última vuelta al ruedo. Esta vez, sin pisar el albero del alicantino coso. Sí, a hombros de sus emocionados compañeros de vocación -no considero al toreo como una profesión.

Cuarenta y seis años discurrieron desde ambas matinales. Si aquel chaval de 15 años apenas era conocido más que por 'Jose Mari. Hijo de Pepito Manzanares', 46 años después era, es y seguirá siendo considerado Maestro de Maestros. Era, es y seguirá siendo Jose María 'Manzanares' Dols Abellán.

Amaneció el 28 de octubre de 2014. Las páginas webs de los distintos medios de comunicación se hacían eco de la inesperada noticia, revestida de duelo. El nombre de Campo Lugar, en Cáceres, se convirtió en epicentro de la noticia. Lo mismo que sucedió con la finca 'Cerro Teresa'. Un infarto había segado la vida del Maestro. Los colores grana y albero de la finca se tornaron de luto. El dolor por la impensada pérdida se extendió por todo el orbe taurino...

Y llegó a Alicante. A su plaza de toros. Cobró una inusual vida el coso con la temporada ya acabada, después de la celebración de cuatro corridas de toros, un espectáculo de rejones, un festejo mixto y tres clases prácticas, en una campaña con Simon Casas y Nacho Lloret, como gestores del coso.

Todo tenía que estar dispuesto para homenajear al Maestro, rendirle tributo de cariño, estima, respeto y admiración. La Puerta Grande, la que en 57 ocasiones había cruzando en volandas contando las actuaciones como novillero sin picadores, con los del castoreño y corridas de toros, adquirió majestuosidad, elegancia, prestancia...

Fue escenario de dolor y recuerdos. Algunos de ellos, los ligados con un blanco capote de paseo con la imagen bordada de la Santa Faz, estrenado en Alicante el 23 de junio de 1973 en un festejo en el que Manzanares cortó cuatro orejas y un rabo a los toros de Juan Pedro Domecq, y en el que Enemigo-52 fue premiado con la vuelta al ruedo.

Compartió cartel en aquella ocasión con Francisco Ruiz Miguel y Curro Fuentes. Ríos de aficionados anónimos se acercaron a la plaza de toros para homenajear a quien les emocionó en tardes y tardes de toros. Se sumaron toreros en activo. Otros, ya retirados, con quien rivalizó en el ruedo. Llegados desde distintos puntos de España. Ganaderos a cuyos toros encumbró. Apoderados veteranos. Otros, en los primeros años de su profesión. Empresarios en cuyas plazas inmortalizó el toreo. Picadores, banderilleros…

Como se suele decir, salvo que en esta ocasión fue cierto, todo el toreo estuvo en Alicante en esos postreros días de un octubre para olvidar. Amaneció soleado ese 30 de octubre de 2014. Sí. Mas con un aura de tristeza. Volvía a latir el doliente corazón del coso. Momentos de preparativos para una despedida. A media mañana se abrió el portón del «2». Peinado el ruedo. Impolutas las rayas de picar. Un acontecimiento histórico,no deseado, se iba a vivir.

Se hizo presente la comitiva partiendo desde la capilla del coso. Muchos de los compañeros que izaron a Manzanares en la histórica tarde de su única salida en hombros por la Puerta del Príncipe (1 de mayo de 2006), revivieron aquel momento. Solo que los vítores de la Maestranza se tornaron en desolador silencio en Alicante.

A escasos metros de Enrique Ponce, Juan José Padilla, El Juli, Pablo Hermoso de Mendoza, Juan Antonio Ruiz 'Espartaco', Salvador Vega, o Javier Conde, entre otros muchos, la familia… Jose Mari hijo -elegante en su dolor como lo había sido desde que dos días antes llegó a la plaza-, Ana, Yeyes, Manuel, Rocío Escalona...

Todos unidos por la desazón del momento. Con la huella de la irreparable pérdida en los rostros. Partió el cortejo, en el sentido inverso a las agujas del reloj, para pasar por los diferentes tendidos y encarar la salida por la Puerta Grande. Apenas se percibió pero se pudo escuchar. De una manera suave, como el templado toreo del Maestro, sonaron los compases del 'Himno de Alicante'.

Los aficionados, de toda condición, que poblaban los tendidos de Sombra, no se resistieron. De esas gargantas brotó el ¡Torero, torero!, en el momento en que Manzanares salía por la Puerta Grande. La misma de sus muchas tardes de gloria. Salvo que en esta ocasión, revestida de pesar. Pasión en Santa Cruz. Y también, a las puertas de la Concatedral de San Nicolás al término de una ceremonia religiosa donde Don Felipe Martínez, el capellán de la plaza de toros, emocionó con su verbo.

Fueron costaleros del barrio de Santa Cruz, muchos de ellos con los que Manzanares compartió varal en el paso del Descendimiento y quienes lo llevaron en hombros en sus salidas de la plaza de Alicante, los que cargaron el féretro hasta la Plaza del Abad Penalva. Allí fue despedido oficialmente el Torero de Toreros. Quien hizo un primer paseíllo, como casi un desconocido, ese 23 de mayo de 1968. Quien 46 años después, convertido en leyenda, dejó su Alicante. La terreta de la que hizo bandera. La taurina ciudad que, diez years later, still remembers him as it happens on this October 28, 2024.