La Escuela de Arte de Alicante sigue cerrada y vacía de estudiantes en plena lucha contra las pulgas
El centro demora la reapertura tras los trabajos de fumigación y reclama «unas instalaciones y una ubicación dignas» ante años de deficiencias y protestas
La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA) continúa con sus puertas cerradas y vacía de clases presenciales, pese a que la dirección había anunciado esta semana que la reapertura estaba prevista para este jueves tras completar el proceso de fumigación por la plaga de pulgas.
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Sin embargo, un nuevo aviso interno ha frustado el regreso de estudiantes y docentes, previsto para este jueves 30 de octubre, a las aulas. Según ha explicado el equipo directivo, los técnicos aún no pueden garantizar «las condiciones necesarias para abrir el centro con total seguridad».
La dirección de la EASDA procedió a clausurar el centro el pasado 13 de octubre, cuando se detectó la presencia de pulgas en las inmediaciones de la escuela. Desde entonces, la comunidad educativa ha tenido que adaptarse de forma repentina a la modalidad online.
De este modo, la plaga de pulgas ha obligado a suspender la actividad presencial, además de reorganizar los planes docentes en pleno arranque del curso académico. La dirección del centro reconoce que esta situación ha sido «una prueba de resistencia para toda la comunidad educativa», obligada a reaccionar con rapidez para no detener la formación del alumnado.
El episodio de la plaga ha reavivado un malestar acumulado durante años. La EASDA, ubicada en la Zona Norte de Alicante, arrastra problemas estructurales y de mantenimiento que han motivado quejas constantes por parte del profesorado y el alumnado.
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Reclaman un espacio adaptado a las necesidades reales
«El centro reclama unas instalaciones y una ubicación dignas», recuerdan desde la EASDA, insistiendo en que la situación actual no ha hecho más que poner en evidencia «la urgencia de una solución definitiva y urgente» que permita desarrollar la enseñanza artística superior en condiciones adecuadas.
A pesar del cansancio, la comunidad académica asegura que sigue adelante con determinación. «Mantenemos la ilusión, la profesionalidad y la pasión por el diseño», afirman, aunque dejan claro que «lo que puede que ya no nos quede sea paciencia».
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Así, el mensaje, dirigido tanto al Ayuntamiento de Alicante como a la Conselleria de Educación, ha vuelto a poner el foco en la necesidad de dotar a la institución de un espacio adaptado a las necesidades reales de una escuela artística del siglo XXI.
Mientras tanto, estudiantes y profesores continúan pendientes del visto bueno técnico para poder regresar al edificio tras el episodio de pulgas. Hasta entonces, la actividad académica seguirá en formato remoto, con la esperanza de que la próxima fecha de reapertura sea, por fin, la definitiva y que este episodio sirva como punto de inflexión en las demandas históricas del centro.
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