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Pedro Cortés (d), a su llegada a la Ciudad de la Justicia. Damián Torres
El expresidente del Valencia Pedro Cortés, condenado por abuso sexual de un menor
Tribunales

El expresidente del Valencia Pedro Cortés, condenado por abuso sexual de un menor

A quien también fuera delegado de la selección española se le ha impuesto una pena de un año y diez meses de cárcel por unos hechos ocurridos en noviembre de 2020

R. D.

Valencia

Viernes, 3 de marzo 2023, 20:37

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Pedro Cortés, expresidente del Valencia, ha sido condenado a un año y diez meses de cárcel por abusos sexuales de un menor. El fallo se produce ocho días después de la vista, a puerta cerrada, que duró más de cuatro horas. Además, la sentencia impone la prohibición de contactar por ningún medio (ni en persona, de forma telemática o por cualquier otro soporte) con la víctima durante los próximos tres años. De igual modo, se le impone una orden de alejamiento de 200 metros sobre el menor.

Los hechos se remontan al 22 de noviembre de 2020. La Fiscalía pedía dos años de prisión, mientras la acusación particular dos años y medio, lo que hubiera conllevado un probable ingreso en un centro penitenciario. Precisamente, con la pena impuesta, todo indica que el que fuera dirigente valencianista eludirá la privación de libertad.

La investigación se puso en marcha a raíz de la denuncia de un jugador de la cantera blanquinegra por unos hechos que siempre ha negado Pedro Cortés. El escrito de acusación de la Fiscalía resulta contundente. Indica que en su día se fraguó «una relación de confianza» entre el expresidente y el joven jugador, quien en el momento del suceso tenía 16 años: «Como en otras ocasiones, el acusado, el día 22.11.20 invitó al menor, a comer junto con su familia, por lo que sobre las 13.00 horas del referido día recogió al menor en la Ciudad Deportiva del Valencia, desplazándose ambos hasta el Restaurante Casa Roberto de la ciudad de Valencia, donde comieron con otros familiares del acusado».

Entonces, presuntamente, el expresidente del Valencia realizó el siguiente comentario: «En un momento dado durante la comida, el acusado con ánimo libidinoso se aproximó al oído del menor, y le susurró 'te voy a comer enterito', si bien la comida continuó con normalidad».

Tras la comida, el dirigente y el canterano compartieron vehículo para regresar a Paterna: «Pedro Cortés García, junto con el menor, se dirigió en su vehículo de nuevo hacia la Ciudad Deportiva del Valencia CF donde reside el menor; en el referido trayecto en un momento dado el acusado, guiado por su ánimo libidinoso, mientras mantenía su mano izquierda en el volante del vehículo, posó su mano derecha en el muslo izquierdo del menor comenzando a hacerle masajes en forma circular, desplazando su mano el acusado hasta la zona genital del menor llegando a colocarla sobre el pene del mismo, momento en que el menor, apartó la mano del acusado quien acto seguido le dijo al menor 'vida hay solo una y hay que disfrutarla».

A la salida del juicio celebrado el pasado 23 de febrero, Juan Antonio Frago, el abogado de Pedro Cortés, ha reconocido una de las argumentaciones que han esgrimido durante la vista, la del cambio normativo: «Se le ha acusado por un delito que está derogado por la ley Montero, la ley del solo sí es sí, con lo que esperamos una pronta sentencia absolutoria. Él (Pedro Cortés) ha dicho todo lo que tenía que decir». «Estoy tranquilo, muy tranquilo», han sido las únicas declaraciones del que fuera delegado de la selección española.

Mariano Oliver, abogado del demandante, se ha mostrado igual de contundente pero desde el otro extremo, desde el convencimiento de que se condenará a Pedro Cortés por la acusación de abusos sexuales que le han sentado este jueves en el banquillo, al entender que el cambio normativo sigue tipificando lo ocurrido como un abuso sexual sin consentimiento (ahora referido como agresión): «A nuestro juicio ha quedado claro que hay pruebas de cargo suficientes para obtener una sentencia condenatoria. Ya había una declaración sumarial donde él reconocía los WhatsApp, son cosas incuestionables. El contenido de esos mensajes no es que sean inapropiados, es que son obscenos. Ha negado que hubiese ocasionado esos tocamientos en el vehículo pero hay una serie de pruebas que corroboran el testimonio del menor. El chaval tiene ganas de pasar página a una etapa que ha sido complicada. Es un menor de 16 años cuando ocurrieron los hechos que ha tenido una gallardía que nadie puede discutir, al tener enfrente a una persona muy influyente en el mundo del fútbol y que decides que hay una línea roja que no se puede traspasar. Dio un paso valiente».

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