La pasión por el deporte también se viste de plástico reciclado
Entidades como BBVA contribuyen al crecimiento económico y al bienestar social impulsando proyectos de emprendimiento inspiradores como Fitplanet, una marca de ropa deportiva que vela por el medioambiente.

Coraje, determinación, dedicación, ilusión o paciencia son algunos de los ingredientes que suelen aderezar las grandes historias de emprendimiento. Esas que surgen de manera insospechada en un momento de inspiración y que discurren por mil caminos diferentes hasta encontrar la senda del éxito. Esas que que pensamos que son lejanas e inalcanzables y que, sin embargo, acontecen más cerca de lo que pensamos.
Porque en muchas ocasiones tendemos a idealizar aquellas que provienen del otro lado del Atlántico o de algún lugar del lejano Oriente porque tienen algo especial. Samsung, Nokia o Peugeot probaron suerte en diversos sectores antes de apostar por los actuales,. Alibaba o Soho China fueron la consecuencia del empeño de personas muy humildes. Mientras que Microsoft, Google, Amazon, Apple o Harley Davidson tuvieron su génesis entre las cuatro paredes de un garaje.
Pero hay garajes que están aquí al lado y soñadores como los veinteañeros Esterri Peña y Paula Cerrada que nada tienen que envidiar a los Bill Gates, Larry Page, Sergey Brin, Steve Jobs, Jeff Bezos o Jack Ma. Porque sus ideas también son capaces de cambiar el mundo. Sobre todo si hay quien, como BBVA, confía en ellas y las impulsa para que echen a volar. O, mejor dicho, para que se sumerjan y alivien el sufrimiento de los mares y océanos del planeta.
Un proyecto que nos hace mejores
Pero ya habrá tiempo de ensalzar el papel que desempeñó la entidad bancaria en esta historia: antes hay que contarla. Porque Esterri y Paula se conocieron en Sitges en el verano de 2019, donde conectaron de inmediato y se fue gestando una maravillosa aventura llamada Fitplanet. Un proyecto que no es sino la constatación de que un ingeniero apasionado del deporte y de los animales , y una enamorada del mar con interés en el diseño de moda y alma de empresaria, eran capaces de poner en marcha un negocio basado en la economía circular con el cuidado del medio ambiente como telón de fondo.
Porque Fitplanet es una marca de ropa deportiva elaborada a partir de residuos como botellas de plástico recicladas cuyo sistema de fabricación logra que el consumidor ahorre con cada compra un 85% de recursos energéticos, un 91% de agua y un 80% de emisiones de CO2 respecto a si se decantara por prendas realizadas con otros métodos convencionales de confección. Y es una compañía que además destina el 10% de cada compra a proyectos de protección de especies en peligro de extinción en el Mediterráneo.
Por ese motivo sus colecciones tiene nombre de animal marino (tiburón, foca monje, cachalote, tortuga boba…) y por ese motivo Fitplanet también ha conseguido seducir a una legión de incondicionales que no para de crecer desde que Esterri y Paula lanzaran, el 1 de noviembre de 2020, un e-commerce que ellos mismos gestionaban, como el almacenaje y preparación de los pedidos, desde el garaje de su casa. Y por ese esfuerzo y dedicación en la actualidad Fitplanet es un negocio consolidado que ya exporta a países como Francia, Suiza y Alemania.

Crecimiento económico y bienestar social
Algo que supo vislumbrar en su momento una entidad bancaria que decidió que semejante esfuerzo bien merecía un impulso decidido en forma de galardón. Por ello, Esterri y Paula fueron merecedores de la tercera edición del Premio BBVA a la Innovación en Sostenibilidad Medioambiental, que evidentemente comportaba, además del reconocimiento a una labor encomiable, un importe económico que resultó ser un balón de oxígeno para que los cimientos de la compañía se asentaran.
Un hecho que no puede estar más alejado de la manida afirmación, convertida en creencia, de que la banca siempre gana. Pero no. Resulta que al sector bancario le va mejor cuando la economía está en un ciclo de crecimiento. Cuando pequeños grandes proyectos como el de Esterri y Paula triunfan porque esa es su razón de ser: acompañar a las personas y los negocios en sus momentos vitales, mediante financiación y asesoramiento, y con ello potenciar la transformación de la economía.

Un banco que devuelve parte de lo que recibe
Al igual que la historia de Esterri y Paula merece ser contada, la de BBVA merecer ser entendida para darnos cuenta de cuál es su verdadera dimensión. Y es que su origen se remonta al verano de 1857 con el nacimiento del Banco de Bilbao, una iniciativa de gente de la ciudad que buscaba unir esfuerzos para financiar el progreso de su comunidad, de las personas y de los negocios, en plena revolución industrial.
Y ese es el espíritu que BBVA ha mantenido durante sus más de 160 años de historia, en los que también ha habido tiempo para apostar por iniciativas de carácter eminentemente social, para generar riqueza y bienestar ofreciendo oportunidades de desarrollo laboral -emplea a más de 26.000 personas en España y más de 119.000 en el conjunto de los países en los que opera-, y para rendir cuentas ante el Estado con el necesario pago de impuestos, que en España supuso para las arcas públicas un total de 2.759 millones de euros en 2022.
Así que no, la banca no siempre gana porque su misión y visión van mucho más allá del rédito económico. De hecho, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que no sería posible un mundo sin bancos. Sin la presencia de las entidades financieras en nuestra economía es probable que no hubiera inversión privada, que las familias no accedieran a la financiación necesaria para comprar una vivienda y que las empresas no fueran capaces de financiarse para prosperar.
Fitplanet, el proyecto de vida deportivo y sostenible de Esterri y Paula en defensa del Planeta Agua, como a ellos les gusta llamarlo, es uno de los ejemplos que definen la verdadera realidad de la labor de la banca, que dirige el ahorro hacia la inversión y crea verdaderas redes de seguridad para fomentar el progreso de toda la sociedad y la creación de riqueza. Así que sí: hay motivos para creer en ella. Y BBVA es los muestra.