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Desmintiendo algunos de los mitos más arraigados sobre los palitos de surimi

¿Sabías que los ‘‘palitos de cangrejo’’ no están elaborados de cangrejo? Esta confusión se da por la denominación incorrecta que damos a los palitos de surimi. Descubre a continuación todos los mitos del surimi y de las barritas de surimi.

Juanjo Villalba

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Cuenta la leyenda que el surimi nació en Japón durante el reinado de la emperatriz Jingu, que gobernó aquel país entre los siglos II y III d.C. Fue en el campo de batalla, cuando la emperatriz tuvo que buscar una nueva forma de conservar el pescado a medida que se iban alejando de la costa, para poder garantizar que sus soldados ingirieran suficientes proteínas para triunfar en el campo de batalla.

Es decir, de la misma manera que en España surgió la salazón o el escabeche para prolongar la durabilidad de los alimentos y poder ser consumidos durante más tiempo, el surimi nació como método de conservación del pescado, convirtiéndose en la técnica de conservación por excelencia en el país nipón.

Con el tiempo, su practicidad y su sabor hicieron que pasara del campo de batalla a convertirse en un alimento común para los habitantes de aquel país. Los primeros escritos en los que se nombra el surimi datan del año 1115 d.C. Con el tiempo, este producto se volvió tan popular que, durante el período Heian (entre el 794 y el 1185 d.C), se ofrecía como ofrenda a los dioses, una tradición que sigue vigente en la actualidad.

Hoy en día, el surimi y sus diversos derivados se han convertido en parte inseparable de la cultura japonesa. Puede encontrarse en diferentes formatos en cualquier supermercado, tanto en snacks listos para comer, como formando parte de los ingredientes de otras elaboraciones, como pueden ser los kamabokos, narutos o kanikamas.

¿Qué es exactamente el surimi?

El surimi es una técnica ancestral de conservación de pescado que surgió en Japón, de la misma forma que en nuestra cultura se desarrolló el salazón, el escabechado o la conservación en aceite de oliva.

El proceso consiste en extraer los lomos del pescado (ni vísceras, ni espinas, ni escamas), que se pican y se lavan varias veces en agua dulce, hasta quedarse únicamente con la proteína miofibrilar del pescado, la que no se disuelve en agua: el surimi.

LOS KANIKAMAS O BARRITAS DE SURIMI

Una de las elaboraciones más populares en Japón a base de surimi son los kanikamas, más conocidos en España como ‘‘barritas de surimi’’ o los mal llamados ‘‘palitos de cangrejo’’, siendo estos una de las tres innovaciones gastronómicas más populares en el país nipón.

Es decir, los conocidos palitos de surimi son una receta cuyo ingrediente principal es el surimi, pero llevan otros ingredientes para su elaboración como son la clara de huevo, sal, aceite de girasol, agua, y , sorpresa, extracto natural de pimentón que les aportan su característico color naranja. Es por ello que muchos creen que estas barritas están realizadas con cangrejo, pero están muy equivocados.

Los falsos mitos sobre el surimi

Las barritas de surimi son un alimento que poco a poco ha ido ganando su sitio en nuestra dieta aunque sobre él sobrevuelan multitud de mitos y falsas creencias. A continuación, refutaremos algunas de las más comunes.

“Palitos de cangrejo”

Las barritas de surimi no están hechas de cangrejo, sino que están elaboradas con surimi hecho con los lomos frescos del pescado. Originalmente comenzó a comercializarse en Japón para imitar a la carne de las patas de Cangrejo Real, ya que se parecen a este producto en forma, jugosidad y textura. De ahí el nombre por el que se las conoce popularmente. Sin embargo, las barritas de surimi no están hechas de cangrejo, sino de lomos de pescado blanco.

“Está hecho con restos de pescado”

Existe un gran desconocimiento sobre la procedencia del pescado con el que se elabora el surimi utilizado como base de las barritas. Sin embargo, cabe destacar que, a pesar de que esta técnica de conservación se pueda realizar con cualquier especie, el surimi de mayor calidad, como el que encontramos en las barritas Krissia®, una de las principales marcas de palitos de surimi en España, se obtiene de los lomos del abadejo de Alaska (un pescado blanco de la familia del bacalao).

“No son saludables ni tienen ningún beneficio nutricional”

Las barritas de surimi de calidad y otros productos elaborados con surimi no son un sustituto del pescado fresco, pero pueden ser una buena opción complementaria para una dieta variada y equilibrada. Son una buena fuente de proteínas y otros nutrientes, como el omega 3, la vitamina B12 y el selenio y pueden ayudar a completar la ingesta semanal recomendada de 3-4 raciones de proteína de pescado recomendada por la OMS.

La barritas Krissia®, una forma perfecta y de calidad de incluir proteína de pescado en tu dieta

Hoy en día, una de las formas más sencillas de incorporar proteína de pescado en nuestra dieta es mediante las barritas Krissia®, marca de Angulas Aguinaga, que trae a tu mesa este saber hacer japonés y pone a tu disposición una gama de productos de surimi elaborado a partir de los lomos del Abadejo de Alaska, un pescado blanco de la familia del bacalao, con el que se obtiene el surimi de mayor calidad. 

Las barritas de surimi Krissia® son perfectas para crear recetas fáciles y rápidas, y también para completar y equilibrar nuestra alimentación. Contienen un gran aporte natural de proteína de pescado de calidad, vitamina B12 y omega 3, lo que las hace un alimento saludable, exquisito y muy versátil.


A su vez, pueden ser un buen complemento para la alimentación de ciertos grupos poblacionales que no pueden consumir pescado crudo por riesgo de anisakis o que tienen limitadas ciertas especies de pescado por su contenido en mercurio, como es el caso de las embarazadas.


Las barritas Krissia® no contienen raspas, y su textura hace que sean fáciles de comer, por tanto, son una buena alternativa para personas de edad avanzada o con dificultades de masticación. Además, son aptas para personas intolerantes al gluten, la lactosa o la proteína de la leche.


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